De acuerdo con el director de Áreas Naturales y Vida Silvestre de la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural (Semahn), Adolfo Alejandro Sarmiento Zenteno, el calentamiento global es uno de los factores que ha alcanzado a las tortugas, debido a que se ha reportado un año atípico en las costas de Chiapas con la disminución de esta especie que llegaron a anidar.
Además, explicó, también influyeron los fenómenos meteorológicos que se presentaron de manera considerable cerca del Pacífico, así como el impacto del ser humano en las playas.
Sarmiento Zenteno sumó el daño que ha provocado el consumo de huevos de parlama, pero se han hecho campañas de sensibilización y trabajo con las comunidades. “Hay personas que no entienden el impacto negativo que hacen”.
Lo que han detectado, refirió, es que los saqueadores no solo se llevan los huevos, también le quitan la vida a las tortugas que tienen unos 10 años. Los estudios indican que solo una, en edad adulta, de cada mil que son liberadas al mar es la que regresará a desovar.
Obstáculos
Aunque se han enfrentado estos obstáculos y los campamentos sufrieron de la presencia de saqueadores, se espera cumplir la meta de liberar más de 300 mil crías, esto después de que termine la temporada que se extiende hasta enero de 2025.
El año pasado, en estas mismas fechas, ya se llevarán unas 315 mil crías liberadas. Es desafortunado, enfatizó, que 2024 sea un año atípico, sin embargo, las instituciones de Chiapas siguen trabajando en la conservación.
La Semahn tiene dispersados cuatro campamentos; dos se ubican en Tonalá (Puerto Arista y Boca del Cielo) y los otros en Pijijiapan (Costa Azul) y Acapetahua (barra Zacapulco). Desde ahí se hacen trabajos relacionados con las comunidades, a las cuales se les ha llevado el mensaje de la importancia de no dañar a las tortugas.