Siete de cada diez personas de la población alfabeta -de 18 y más años- declararon haber recibido motivación para la lectura en el hogar y en la escuela, estos datos a partir de los resultados del Módulo sobre Lectura (Molec) 2022 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

De acuerdo a la especialista en Didáctica de las Ciencias en la Educación Primaria, Adriana Tondopó Pérez, la estimulación de la memoria, creatividad y un mejor vínculo familiar son las consecuencias de inculcar la lectura en menores de edad.

Según la pedagoga, sin que se lleve al ámbito escolar, desde el hogar se tiene que empezar con cuentos, fábulas, leyendas y con el tiempo diversificar con noticias y novelas, con la finalidad de que las niñas, niños y adolescentes comiencen a diferenciar los tipos de texto.

“En pandemia podemos viajar a la luna, a otro país, estado, al pasado o futuro. A través de la lectura y con tan sólo tener un libro conoceremos otras realidades y culturas”, declaró.

Tondopó Pérez recomendó la importancia de estar en un espacio cómodo y leer en un lapso de 20 minutos al día, “hasta que poco a poco el tiempo comience a pasar más rápido”, dijo, procurando que siempre sea a la misma hora para generar una rutina.

Después de leer, sostuvo, lo ideal es dar paso a la comunicación y diálogo sobre lo leído en horas de comida o reuniones familiares, lo que traerá como consecuencia un mayor vínculo familiar.

“Inculcar la lectura debe acompañarse de la convivencia e intercambio de ideas, tenemos que preguntarle a nuestros hijos qué personaje es el mejor, qué le gustó del cuento, cómo le hubiera gustado que fuera el final, ya que esto forja una confianza, autoestima y el respeto a otras opiniones emitidas”, recomendó la docente.

Y enlistó beneficios como la “estimulación al máximo de la memoria”, desarrollo de emociones y sentimientos, ampliación del vocabulario, perfección del uso del lenguaje, subrayando que leer “nos educa, nos mantiene informados y genera valores para ayudar a la sociedad”.