A partir de 2018, la composición de la población migrante ha variado, pasó de principalmente hombres adultos a una comisión mixta de hombres y mujeres; actualmente también hay un incremento de Niñas, Niños y Adolescentes (NNA). La oficial nacional de Migración Laboral en el proyecto AccioNNAR, de la Organización Nacional del Trabajo (OIT), Stephanie Cabello Cano, resalta que es la población que se encuentra en riesgo de sufrir trabajo infantil.
Conversatorio
En el conversatorio “Trabajo infantil en contexto de movilidad”, organizado por la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Caballero Cano resaltó que Chiapas tiene uno de los flujos mixtos más interesantes del país, “no únicamente por la posición geográfica y su dinámica fronteriza, con entradas marítimas, aéreas y terrestres”.
El trabajo infantil se da en el origen, tránsito, destino o retorno de una infancia que migra; los casos más severos es cuando los niños son expuestos a trabajo forzoso.
Enganchadores
Externó que uno de los peligros que suceden en el tránsito de los NNA, es la presencia de “coyotes” o enganchadores fraudulentos, quienes cobran para poder hacer un traslado y que en “muchos casos son las personas se convierten en explotadores, quienes los obligan a trabajar de manera forzada, o les cobran una deuda por servidumbre”.
“Chiapas es receptor de personas que se desplazan; algunos datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), hablan de que al menos el 15 % de toda la población que se desplaza en el mundo la componen NNA; el 25 % se encuentra en América Latina y el Caribe, existe un importante número de menores que se encuentran desplazándose en nuestro continente en diversas dinámicas, ya sea de manera irregular, regulada acompañados, no acompañados”, dijo la especialista.
La maestra de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) detalló que en el 2023, el Instituto Nacional de Migración (INM), detectó al menos 38 mil 630 NNA, que no que fueron canalizados, lo que representó un aumento del más del 90 %.