El estudio “Reclutamiento y utilización de niñas, niños y adolescentes por grupos delictivos en México. Acercamientos a un problema complejo”, que presentó la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), menciona que Chiapas está dentro de las siete entidades con mayor amenaza para el reclutamiento de las infancias.

El Estado de México (9.7 %), Jalisco (8.6 %), Chiapas (8.1 %), Puebla (7.8 %), Guanajuato (7.3 %), Veracruz (7.2 %) y Michoacán (6.5 %) son las siete entidades que concentran alrededor del 55 % de la población de niñas, niños y adolescentes (NNA) en riesgo, así lo exponen los cálculos realizados por la Redim.

Las menores de edad que se encuentran en situación de amenaza para ser reclutados por el crimen organizado, presentan las siguientes características: no asisten a la escuela y se encuentran ocupados.

“La intersección de estas dos características: no asistir a la escuela y no estar ocupado, en el rango de edad de 5 a 17 años, se estima que coloca a niñas, niños y adolescentes en escenarios de amenaza”. La Red destaca que el involucramiento de la infancia bajo este escenario es una “excelente inversión para la delincuencia organizada”.

Aunado a ello, existen diversas motivaciones de los infantes para incidir en la delincuencia organizada, como el deseo de tener un “mejor” estilo de vida, por emulaciones, poder, así como otros lujos y excesos; es decir, se pone en juego la aspiración por imitar a modelos o personajes de su entorno, por mencionar algunos.

La investigación de la Red señala que los grupos delincuenciales que operan con menores de edad ofrecen salarios que van de los 250 a 500 pesos diarios.

“Los grupos delictivos necesitan miembros capacitados y confiables que ayuden en su funcionamiento y garanticen su supervivencia; solo de esta manera pueden alcanzar los objetivos por los cuales fueron creados”.

Adema´s, necesitan reclutar a nuevos adeptos que este´n dispuestos a vivir en la ilegalidad y sean competentes. En otros términos, buscan ciertas habilidades para poder operar ante el mercado de la violencia y la delincuencia.

“En el caso de los nin~os y adolescentes reclutados, ellos generalmente desempen~an labores como informantes o halcones, adquiriendo mayores responsabilidades para ser promovidos a tareas ma´s riesgosas como trasladar mercanci´as ilegales o vigilar casas de seguridad”, expone el informe.