Inicia temporada de Cuaresma; celebran Miércoles de Ceniza

“Polvo eres y en polvo te convertirás”, se recuerda en la misa que marca el primer día de Cuaresma en la Iglesia católica. Se celebró también el “Miércoles de Ceniza” en la Catedral de Tuxtla Gutiérrez; el mensaje previo a la eucarística clama e invita a la oración, ayuno y caridad “en una sociedad que busca desterrar a Dios de nuestra vida”.

Miles de tuxtlecos acuden a las celebraciones de la Santa Misa que se ofrecen en las distintas iglesias. Da inicio la Cuaresma, una temporada de oración y penitencia en la Iglesia cristiana, así como un periodo de preparación para la Pascua.

Invitación

“Quiero volverlos a ver aquí durante todas las celebraciones de la Cuaresma; no sean los que nada más vienen el miércoles y de ahí, ya nos los vemos hasta la Pascua o hasta el otro año”, replica el sacerdote Alejandro Sánchez.

Suenan las campanadas y la Catedral de San Marcos está abarrotada en todas las misas que se celebran a lo largo de este 14 de febrero; “este año tenemos que demostrar doble caridad, el ‘Miércoles de Ceniza’ se celebra junto con el Día del Amor y la Amistad”, señala.

En la primera fila del altar de este aposento que fue modificado y modernizado en 1982, se encuentran personas adultas mayores y con discapacidad; se vislumbran pocos jóvenes en la misa de las 12:00 del día.

Preparar nuestro corazón para esta vivencia es la recomendación del párroco, quien nos recuerda que la Cuaresma es una época de sacrificios y muestras de amor, mientras que la Semana Santa una temporada de reflexión.

Semana Santa

“El señor no tuvo vacaciones en Semana Santa, al contrario, es la muestra de amor más grande por parte de Dios Padre, envía a su hijo por amor a nosotros, para que seamos libres; ante ese amor, nos pide que nosotros seamos correspondientes, es decir, que caminemos y estemos con él estos días”, dice el clérigo.

El sacerdote realiza un análisis social sobre el comportamiento de las masas en la época de Semana Santa y Cuaresma, donde se busca un momento de distracción en la vacaciones, que suelen estar acompañadas con viajes, salidas y excesos.

Sin embargo, replica que en el sentido original, es lo contrario, pues se trata de momentos de guarda: “Un tiempo propicio para saber medirnos, pero, sobre todo, para examinarnos espiritualmente y ver qué tanto hemos aprovechado todas las enseñanzas que el Señor, a través de su palabra, nos da”.

El padre también habla del sacrificio y de cómo se materializa en el ayuno, subraya que la práctica diaria, y no solo los viernes de Cuaresma, nos ayuda a alejarnos de las tentaciones e incluso de los malos hábitos.

Sobre la caridad, el sacerdote también se detiene en el análisis a la modernidad, realiza una crítica a las “nuevas generaciones, que tristemente se están confundiendo en las redes sociales”, pues en nombre del reconocimiento personal y para ganar seguidores y likes, practican “la caridad, entre comillas”.

El Señor “ha dicho, lo que haga tu mano derecha, que no lo sepa tu izquierda; es decir, que lo que mueva, solamente sea el amor”, reflexiona.

Las cabezas lucen inclinadas después del sermón, las frases protocolarias son respondidas al unísono y comienzan a formarse las largas filas que se postran por toda la nave de la iglesia; un señor se arrodilla y extiende sus brazos, el padre corre con las personas con discapacidades para ungir las cenizas; una señora llora. Estos y otros actos de fe relucen después de escucharse la frase: “En polvo eres y en polvo te convertirás”.