Manglares: la valla verde en las costas

Ante huracanes, tsunamis y aumento del nivel del mar, los manglares son “la valla verde” que defiende las costas de zonas tropicales y subtropicales, sin embargo, es un ecosistema que se encuentra constantemente amenazado a nivel mundial, pues se ha perdido la mitad de su vegetación en 40 años.

Los manglares de México representan el 6 % del total mundial, presentes en los 17 estados de la República que tienen litoral, ocupando el cuarto lugar de los países que poseen este ecosistema, tan solo por debajo de Indonesia, Australia y Brasil.

En el estado de Quintana Roo se localiza la mayor superficie de manglar del país y en Baja California la menor; mientras que Chiapas tiene la extensión más amplia de la región del Pacífico Sur, con 49 mil 618 hectáreas (has).

La última evaluación del ecosistema, a cargo de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), arrojó una superficie de 905 mil 086 has de manglares en México, lo que ha representado una recuperación amplia y gradual, pues en 1970 y 1980 se registraron 856 mil 405, presentando su reducción más amplia en 2010, con 764 mil 774.

Esto gracias a trabajos de organizaciones civiles y gubernamentales que han permitido una colonización parcial de manglar en nuevas áreas. Tal es el caso de Chiapas, que en 1972 presentó 53 mil 901 has, con una reducción máxima en 2005, con 44 mil 598, y ampliando su distribución en 2020, con 49 mil 618.

Deforestación

No obstante, los manglares continúan siendo deforestados y su devastación ocasiona grandes perjuicios, por lo cual la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) conmemora cada 26 de julio -desde 2015- el Día Internacional de la Protección del Ecosistema de Manglar.

El organismo internacional destaca la importancia de este ecosistema “único, especial y vulnerable, que por su existencia, biomasa y productividad, aporta importantes beneficios a los seres humanos, presta bienes y servicios a la silvicultura y la pesquería, contribuye a la protección del litoral y es particularmente importante para mitigar los efectos del cambio climático y la seguridad alimentaria”.

Invasiones

De acuerdo al investigador del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), Cristian Tovilla, “hay una buena cantidad de superficie cultivada con manglares que se ha perdido, tanto por invasiones como por actividades agropecuaria, y el cambio de uso de suelo ha sido el factor determinante para su desaparición”.

El especialista precisó que en los municipios de Suchiate, Arriaga, Tonalá y Pijijiapan es donde el manglar está más afectado. Estas afectaciones, agregó, se han documentado desde el año 2000, ya que mucha de la madera del mangle es utilizada para hacer postes en los potreros debido al grosor y duración de la madera.

Sobre todo en los municipios de Pijijiapan y Mapastepec, donde precisó que alrededor del 60 % de la zona ha sido invadida para esos fines.

De acuerdo a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), estos ambientes ubicados “en la frontera entre la tierra y el mar contribuyen el bienestar, la seguridad alimentaria y protección de las comunidades costeras como una defensa natural”.