Persiste discriminación hacia sectores sociales
Llaman a romper el sistema patriarcal para no reproducir conductas violentas. Cortesía

“Ser homosexual o vivir con VIH es una condena en el pacto patriarcal, si además se vive desde la dignidad, el orgullo y la exigibilidad de nuestros derechos”, subrayó el coordinador estatal de VIH, ITS y Hepatitis C, de la Secretaría de Salud del estado de Chiapas, Alejandro Rivera Marroquín.

En su participación como moderador en el seminario “¿Cómo rompemos el pacto patriarcal?” del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), el especialista detalló que cuatro de cada 10 personas en México, hombres o mujeres, no estarían dispuestas a compartir un espacio como la vivienda con una persona homosexual.

Esto de acuerdo con la Encuesta Nacional de Discriminación, la cual también subraya que seis de cada 10 personas no compartiría un espacio común, como la casa, la escuela, el espacio laboral o académico con una persona que viviera con VIH.

“Desde mi experiencia profesional, el tema del patriarcado no solamente alcanza la libertad y amedrenta la dignidad, sino que está inmerso en todas las expresiones que dañan la salud de las personas, bajo las condicionantes que el mismo sistema impone”, manifestó el coordinador.

Sostuvo que es la salud de las mujeres la que corre grave riesgo, pues en México unos nueve de cada 10 casos de VIH en mujeres se presentan por prácticas sexuales que tuvieron con sus parejas estables.

Chiapas, dijo, es la entidad federativa con la mayor proporción de mujeres afectadas por el VIH, “a nivel nacional tenemos que 18 casos de cada 100 ocurren en mujeres, mientras que en Chiapas tenemos registros de hasta el 35 % de la proporción de casos de VIH”.

Y acotó: “Mujeres que han encontrado este riesgo en su propia casa, en su propia cama y a través de su propio esposo”.

Rivera Marroquín argumentó que esto se deriva del sistema del pacto patriarcal y machista, bajo el cual es permisible que el hombre mantenga relaciones ocasionales extramaritales. “El sistema patriarcal impone, pero también expone ventanillas desventajosas de permiso”, dijo.

El funcionario citó a Arturo Díaz Betancourt, quien dijo que “la homofobia es el perro guardián del machismo y la misoginia”, y agregó que este fenómeno social tiene su origen en la diferencia de género, es decir, en cómo nos construyen el ser hombre o ser mujer.

Por tanto, argumentó que la fobia es a quien no ejerce este poder masculino y persigue también a quien traiciona su masculinidad o ejerce la masculinidad desde los actos de burla o violencia, desde las primeras etapas de crecimiento y desarrollo en la familia.

Si no rompemos este sistema patriarcal, concluyó, este se reproduce y fortalece, perpetuando la homofobia, la transfobia, el estigma y la discriminación, la motivación de expresiones del odio desde actos de violencia hasta los crímenes de odio por homofobia o transfobia a personas del colectivo LGBT.