La marimba armonizó la fiesta al paladar que tanto cocineras tradicionales y chefs ofrecieron a los asistentes a la XXXVI Feria Gastronómica de la Flor de Cuchunuc; su metamorfosis destacó en tamales, empanadas y hasta makis.
Sabor muy especial
La chef del Centro de Especialidades en Artes Culinarias, Rocío Vilchis Velázquez, comentó que es un flor muy versátil de un sabor muy especial y con un alto valor nutricional; sin embargo, advirtió sobre su preparación, al ser una planta que contiene toxinas que pueden resultar perjudiciales para el ser humano.
“Podemos aplicarla desde postres hasta preparaciones saladas, el ingrediente es muy diverso; por ejemplo, hoy trajimos a la venta galletitas de mantequilla, hicimos unas tartas, incluso unos chilaquiles, hay una maravilla de cosas que podemos hacer con ella”, recalcó.
Detalló que los contrastes que se pueden hacer con esta planta rica en proteínas, van desde el nivel repostero hasta preparaciones saladas, incluso como un acompañante en pizzas y pastas.
Endémica
Se trata de una planta endémica de Chiapas: cuchunuc significa flor de guajolote en zoque, porque sus capullos y flores se asemejan a los mocos de este animal cuando está en cortejo.
“Hemos sabido aprovechar tanto a la planta como a la flor, incluso si lo vemos a un nivel místico o espiritual, la usan para hacer limpias con las varas”, destacó la chef.
Es tóxica
La planta se conoce popularmente como mata ratón, debido a que es usada por las comunidades zoques como un controlador de población de estos roedores, pues al comer estas plantas los ratoncitos mueren dado su alto nivel de toxinas.
Para quitarlas, Vilchis Velázquez explica que hay que hervirla hasta tres veces.
“Lo que hacemos primero es lavarla y desinfectarla; posterior a esto, poner agua a hervir con sal y someterla a bullicio unos cinco minutitos; quitamos esa agua, la volvemos a lavar y volvemos a someter a cocción otros cinco minutos, y así tres cocidas”.
Es una planta de temporada que fomenta la economía local; es común verla con las canasteras adornando los pasillos y mercados de Tuxtla.
Rocío Vilchis Velázquez es de Ocozocoautla, y expuso que en su municipio el manojo puede encontrarse entre 10 y 20 pesos, y los platillos puedes venderse en buen valor, generando una derrama económica importante.