Resanan cuenca con la participación de alcaldes
Trabajan para subsanar la cuenca del Cañón del Sumidero. CP

La Junta Intermunicipal de la Cuenca del Cañón del Sumidero (JICCAS), suma la fuerza de 13 ayuntamientos municipales, alcaldes y enlaces que se han capacitado en materia ambiental, teniendo como resultado, una plena reforestación y un sólido plan de acción para recuperar las cuencas a través de las infancias.

En el año 2014, se creó la JICCAS, a contra corriente, y por falta de presupuesto tuvo trabajos intermitentes hasta el 2022, que fue financiada por la Fundación Gonzalo Río Aronte. Se instaló una mesa operativa, y la Escuela de Alcaldes.

Modelo

Roberto Escalante, colaborador de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), explicó que esta escuela es una iniciativa modelo y única que ha ayudado a transferir información y conocimiento a los presidentes municipales que han participado.

“Esta escuela de alcaldes se ha sumado los intercambios de experiencia que nos ha permitido, gracias al financiamiento, llevar 12 a 13 presidentes municipales a Guadalajara, fue un costo bastante fuerte, pero ha ayudado mucho, y quienes nos acompañaron regresaron muy entusiasmados”, dijo el también director del Cañón del Sumidero.

Comentó que actualmente los municipios de Chiapilla, Totolapa y Acala se están juntando para poder trabajar en equipo el tema de los residuos sólidos.

“Es muy interesante porque son muy pocos los municipios que se coordinan para echar a andar un proyecto de esta naturaleza, esos son los proyectos colectivos que nosotros queremos que se hagan en la Cuenca”, comentó.

A los presidentes también los llevaron a observar los trabajos en los cuerpos de agua del Valle del Cauca, en Colombia, de igual forma regresaron con mucho interés y motivación para realizar acciones.

La principal acción, dijo, es trabajar con infancias y jóvenes, pues es uno de los métodos más usados en el país hermano.

La mayoría de los ayuntamientos van a impulsar toda la actividad de manejo de la cuenca con los niños, porque vieron que en Colombia, la educación en las infancias trajo un “impacto bastante interesante en sus ríos”.