El Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia surge a partir de las brechas de género que históricamente han existido en las denominadas carreras STEM, por sus acrónimos en inglés, y que refieren a ciencia, ingeniería, tecnología y matemáticas.
Sandra Aurora González Sánchez, profesora investigadora del Instituto de Ciencias Biológicas de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), señaló que en México apenas tres de cada 10 profesionistas de esas carreras son mujeres, es decir, solo el 30 %, lo que refleja la falta de equidad.
El objetivo de esta fecha es trabajar para romper los estereotipos de género respecto a las ciencias. Históricamente se ha pensando que los hombres tienen más habilidades para las matemáticas, las ingenierías y tecnologías, por lo que se han masculinizado las carreras afines.
Falta difusión a la fecha
Enfatizó que es necesario difundir más esta fecha para sumar al trabajo que hoy en día se hace respecto al fomento de la equidad de género e igualdad de oportunidades para hombres y mujeres; se requiere de enseñar más a las niñas para que pueden decidir estudiar cualquier carrera.
Todavía falta mucho por trabajar en términos de igualdad en las áreas STEM para romper con lo que se ha arraigado a lo largo de la historia respecto al poco reconocimiento a los aportes de mujeres científicas, lo que se refleja en que solamente el 3 % de los premios Nobel otorgados a la fecha han correspondido a mujeres.
Decidir libremente
Reiteró que las niñas deben aprender a que no tienen por qué decidirse a estudiar carreras relacionadas a los incorrectos roles de género como la enfermería y educación preescolar, asociadas a las supuestas cualidades adjudicadas a la mujer; asimismo, en áreas administrativas.
La también integrante de la Red de Ciencia, Tecnología y Género indicó que falta mucha información, concientización y rompimiento de esquemas que se han reproducido por muchos años socialmente, porque aunque haya mujeres en espacios estratégicos, todavía no existe la conciencia de género.
Muchas de ellas han normalizado la subordinación y en la mayoría de los casos a hombres, o bien, en algunos casos deben hacer una triple jornada con el trabajo, cuidado de los niños y las labores del hogar.