Trabajo infantil aumenta por pandemia

Los hermanos Guillermo y Felipe son el sustento de su familia, ya que sus padres sufren de ataques epilépticos, motivo por el cual no pueden conseguir un trabajo estable. Felipe comenta que se levanta a las cuatro y media de la mañana “para pesar maíz y repartirlo en las tiendas”, terminando con ello se alista rápidamente para ir a la primaria.

“Ya aguanto un bulto de 20 kilos y mi peso es de 40, la mitad de lo que peso”, alega con orgullo. De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Chiapas ocupó el tercer lugar como una de las entidades con mayor población de 5 a 17 años que trabaja con 273 mil 284 personas, lo que representa el 18.3 % de su población infante.

Cifra que, según a la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), puede ser mayor, pues desde la pandemia de covid-19 la pobreza en niñas, niños y adolescentes (NNA) ha aumentado 2.3 puntos porcentuales, “lo que podría conllevar a un incremento en la población ocupada”.

Bajo esa lógica, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo de las Naciones Unidas (OIT), por cada punto porcentual que aumenta la pobreza, la situación de trabajo infantil aumenta 0.7.

Ambos hermanos viven en Copoya. Los fines de semana es común verlos siempre juntos en las parcelas barbechando, tocando en las casas para hacer mandados o barrer las calles.

El Redim refiere que el trabajo infantil es un fenómeno complejo y con muchas aristas. Por un lado, el 26.6 % de las personas de 5 a 17 años que trabajan, lo hacen por gusto o sólo por ayudar, mientras que el otro 28.2 % lo hace porque el hogar necesita de su aportación económica.

Entre semana, Memo también trabaja pesando maíz, pero principalmente lo reparte por las tardes en las tiendas de chiles y semillas de la capital, pues acude desde temprano a la preparatoria.

De acuerdo con la ENTI, el 31.6 % de NNA son trabajadores de apoyo en actividades agrícolas o ganaderas, 14 % son comerciantes y 9 % trabajadores en actividades elementales de apoyo.

La Ley Federal del Trabajo establece que la edad mínima para trabajar es de 15 años, quedando prohibido el trabajo por debajo de esta edad, sin embargo, si es así, este es definido como “peligroso”. Con un 10.8 %, Chiapas ocupa el cuarto lugar con la tasa de ocupación peligrosa en NNA.

Memo y Felipe, con entusiasmo, explican que quieren tener una carrera para dar una mejor vida y a la vez atender la salud de sus padres. El Redim recomienda no criminalizar el trabajo de los NNA cuando sea por contexto de supervivencia, pues la eficiencia está en atender las causas estructurales que posibilitan la existencia del trabajo infantil.