En la capital mexiquense se terminó la sequía futbolera, y es que este domingo regresa la Liga MX al Nemesio Diez con el choque entre los Choriceros del Toluca y los Gallos Blancos de Querétaro.
La última vez que los Diablos Rojos jugaron un partido oficial en casa fue el domingo 6 de mayo, cuando en la jornada 17 recibió al cuadro de los extintos Lobos BUAP. En esa ocasión, los toluqueños se impusieron 4-0 a los poblanos; sin embargo, los puntos no les fueron suficientes para colarse a la llamada fiesta grande. Un fracaso para el Deportivo Toluca.
Con la intención de evitar quedarse nuevamente sin Liguilla y regresar a los primeros lugares, el cuadro que dirige Ricardo Antonio Lavolpe reforzó sus filas con el ecuatoriano Aníbal Chalá, procedente de la LUD Quito, y Luis Donaldo Hernández, ex del Monterrey.
Para iniciar su andar en el Apertura 2019, los diablos tienen la encomienda de arrancar con victoria en el Nemesio Díez, escenario donde el torneo pasado ganaron en seis ocasiones y sumaron solo un empate. Este domingo, los Choriceros quieren amarrar sus primeras tres unidades cuando reciban al conjunto de Gallos Blancos.
Por su parte, los queretanos, dirigidos por Víctor Manuel Vucetich, llegarán al infierno toluqueño con la complicada obligación de sumar unidades. Para este torneo, los emplumados arrancan en el lugar 17 de la tabla porcentual, con 1.0441 en su cociente. El problema para los Gallos es que los últimos dos lugares son Veracruz y el recién ascendido San Luis, quienes inician su andar con sus cuentas en blanco, lo que hará que su porcentaje sea sumamente volátil y ello puede poner en serios predicamentos a los blancos.
Hay necesidad de Querétaro de no permitirse dejar ir puntos en el camino rumbo a la salvación que, al menos de arranque, luce complicado para un equipo que en los últimos torneos no ha logrado estabilidad futbolística. Los Gallos se han reforzado con Jair Pereira, Jeison Lucumí y Clifford Aboagye, procedentes de Chivas, Tigres y Atlas, respectivamente.