El cineasta Bong Joon-ho vive en Corea del Sur. Desde ahí, se ha cautivado con cintas de directores mexicanos, como El renacido de Alejandro González Iñárritu y La forma del agua, de Guillermo del Toro, ambas ganadoras del Óscar.

Él se ha imaginado en el lugar de ellos: sosteniendo una estatuilla, siendo reconocido por miembros de la industria y, desde luego, por el público que se interesa en sus propuestas fílmicas.

No obstante, para el coreano esto no es lo más importante. “No hago películas para ganar premios pero, obviamente, si me dieran un Óscar, sería un incidente muy divertido. Aunque no gane no pasa nada porque mi película ahí está, mi obra maestra ahí se queda”, dice el realizador en entrevista.

“En México hay muchos directores muy buenos como Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón e Iñárritu, todos ganadores de un Óscar, pero aunque no hubieran sido premiados, tienen filmes muy hermosos, eso es lo más importante: hacer películas geniales a pesar de no ganar un premio”, reitera.

Parásitos, la nueva cinta de Bong Joon-ho, que se estrenó en México, es una candidata fuerte a llevarse varias estatuillas en la siguiente edición de los Óscar que se realizará el 9 de febrero de 2020.

El propio Guillermo del Toro publicó hace unos días en Twitter una opinión positiva del filme, que calificó como “increíble”. “He amado y admirado a Bong Joon-ho desde ‘Memories of murder’ (su primera cinta). Él me sorprende, me deleita y me conmueve en cada momento. Entonces, decir que es la mejor, significa mucho para mí. Es una película llena de tristeza, ingenio y profundidad. Irreverente pero compasiva. Increíble”, tuiteó.

Tragicomedia de la desigualdad

Parásitos muestra la historia de los Kim, una familia pobre de Seúl que vive en un sótano cuya única ventana da a una banqueta. Un día el hijo menor decide mentir en su currículo para tomar un trabajo como maestro de inglés en la vivienda de una familia adinerada, los Park.

A partir de ahí, se desarrolla una historia en la que cada uno de los Kim irá tomando roles de trabajo dentro de la casa de los Park, lo que podría dar pie una tragicomedia en la que los pobres buscan salir de su condición a toda costa.

“Los pobres no son flojos, no es que no quieran trabajar, sí quieren esforzarse y realmente lo demuestran; pienso que son muy capaces y aun así no tienen trabajo”, reflexiona Bong Joon-ho.

La cinta retrata la desigualdad no solo de Corea sino de cualquier parte del mundo. El director reconoce que lo hace desde la tragicomedia extraída de la realidad.

“Así es la vida, es una tragicomedia. Nosotros vemos en tercera persona a nuestros protagonistas y sus incidentes que son muy chistosos, pero también, al mismo tiempo, hay cosas trágicas que no son tan divertidas, comparables a lo que vemos en las noticias, dígase de política, deportivas y sociales, son comedias que nos dejan un sabor amargo”, opinó.