Una versión moderna del Guernica de Picasso, obra del artista autodidacta francés Jean Pierre Raynaud, se presentó en la Sorbona de París como un homenaje al pueblo ucraniano y como denuncia de “la violencia y la fuerza” ejercida por un agresor contra un agredido.

Dos señales de prohibido el paso y unos barrotes negros sobre un lienzo blanco de 7.7 x 3.49 metros, las mismas dimensiones que las del Guernica, se muestran cara a cara con la obra de Picasso en la Corte de Honor del Centro del Panteón de la Sorbona, antigua Facultad de Derecho de la universidad francesa, una obra todavía sin título que desde la presentación llaman “Ucrania 2022”.

Jean Pierre Raynaud afirmó ante la prensa que no intenta imitar a Picasso con su nuevo cuadro, sino ser él mismo: “No soy un artista anecdótico, muestro el pensamiento, no los detalles…Picasso es un artista figurativo, muestra el corazón dañado, el horror, de forma que podemos traducir ‚‘eso es la guerra real’. Yo soy más mental”.

Su interés por el pintor español viene, de hecho, más por su condición de ser humano comprometido que por su papel como creador mundialmente reconocido. “La suerte que tengo es que sigo vivo y aún soy capaz de reaccionar y hacer algo” expresó el artista. “La historia dirá si mi cuadro debe tirarse a la basura”.

Pierre Raynaud busca con este nuevo trabajo un arte más allá de la edad que tanto un niño como un artista de 20 años podría haber hecho, una obra entendible por todo el mundo a través de “signos universales que no hablan de Ucrania, que no hablan de la guerra”, sino de la violencia.

“Hoy es Ucrania y Rusia, mañana serán otros. Es lo mismo para mí, hay personas violentas que agreden a otros”, añadió el autor de la obra, quien recalcó que siempre se posicionará del lado de los agredidos.

El creador francés, conocido por sus trabajos con elementos cotidianos e identificables, se mostró agradecido por sus años de éxito en el extranjero y afirmó que continuará con su trabajo el tiempo que pueda: “Solo hace falta buena salud”.

La obra será presentada nuevamente ante el embajador ucraniano en Francia, Vadym Omelchenko, que la recibirá como regalo al pueblo ucraniano una vez termine su exposición, el próximo 24 de marzo.