“El vínculo entre el teatro y las otras artes viene desde los griegos y las primeras representaciones teatrales. Aunque no me refiero solo a lo más sofisticado, también hablo de cosas más sencillas en el presente, como los microteatros”, dice en entrevista el arquitecto y académico Felipe Leal, quien coordina la conferencia “Arquitectura y teatro”, que forma parte del ciclo La Arquitectura y las Artes, que se llevó a cabo en El Colegio Nacional (Donceles 104, Centro).

“Vamos a hacer una breve revisión histórica y, además, hablaremos de la infraestructura teatral del país y lo que está pasando a nivel de promoción”, continúa Leal.

En la conferencia participaron la actriz Luisa Huertas, el actor y dramaturgo Raúl Bretón y el arquitecto José Moyao. Sobre Bretón, dice que “ha buscado alternativas, más allá de lo formal, como los teatros en casa. Él adapta las representaciones a lugares domésticos, como una construcción o una vivienda”.

Esto lleva al arquitecto a preguntarse, ¿cómo se ha abierto la posibilidad del espacio arquitectónico y de qué forma éste permite dicha posibilidad? Reflexión en la que se cruzarán temas como el auge de los teatros del Seguro Social y su visión sobre la Salud y la Cultura; o las teorías de los creadores que para representar algo, dice, solo requieren, desde la postura aristotélica, un público y alguien que pueda representar la obra.

“El punto es hablar de cómo la arquitectura ha sido, en diferentes épocas, un contenedor de la actividad teatral. Hay varios tipos de contenedores, desde el teatro clásico a la italiana hasta los foros isabelinos, o los lugares abiertos en los espacios públicos”, abunda.

“Hay muchas variedades y representaciones teatrales donde la arquitectura es un contenedor; el teatro puede estar contenido por una plaza pública o un paisaje, como con los griegos, o una casa, que a su vez está contenida por los muros que la confinan. En México están las Carpas, como la Geodésica, al sur de la ciudad; está El Galeón y lo que experimentó Alejandro Luna con el teatro Santa Catarina, donde hay una participación más cercana con el público. México no ha estado exento de esto”, expone.