La fotografía como una voz
La muestra “Más allá del silencio” nace de una colaboración entre diferentes instituciones y artistas de la lente. Cortesía

El secuestro, la censura, la ocupación del territorio y la lucha o la adaptación ante la violencia o la guerra, “historias que no aparecen en los medios de comunicación, que están ocultas”, son expresadas a través de las imágenes de once fotógrafos de México, Ucrania, Kazajistán, Nigeria y Birmania (Myanmar), que integran la exposición “Más allá del silencio”.

“Están utilizando la fotografía como una voz, como una posibilidad de compartir su propio dolor, su preocupación; buscan el diálogo y la reflexión”, afirma en entrevista Kateryna Radchenko, curadora de la muestra que se inauguró en el Foro Rebollar de la colonia San Miguel Chapultepec, en la Ciudad de México.

Estructura del proyecto

Explica que “la estructura del proyecto se centra en la creación de historias personales, pero en diálogo”. Y que quisieron hacer visibles, por ejemplo, cómo sobrevive la gente durante la ocupación en Ucrania, las protestas en Nigeria y cómo los jóvenes luchan por su futuro y por su estabilidad económica o las historias de secuestros en Birmania.

“Son historias de las que nadie habla. Queríamos mostrar lo que hay detrás del silencio. Por otro lado, algunas de las historias no son bien recibidas en determinados países, están censuradas; por eso, no es posible hablar abiertamente de ellas”, agrega.

La especialista detalla que hace un año comenzó esta colaboración entre la agencia Magnum Photos y el Odessa Photo Days Festival de Ucrania. “Hicimos una convocatoria abierta en cinco países. Y seleccionamos a un fotógrafo de México, uno de Nigeria, uno de Kazajistán, uno de Birmania y cuatro de Ucrania; e invitamos a cuatro fotógrafos de Magnum. Todos trabajaron durante tres meses. Es una colaboración entre diferentes instituciones y artistas de la lente. Se trata de capas de comunicación para encontrar soluciones, compromisos y diálogo”, indica.

Añade que “no se trata solo de centrarse en lo que está pasando en tu país, sino también de entender que los mismos problemas podrían estar en otras naciones y ver cómo la gente lidia con esto, cómo se muestra en los medios de comunicación, cómo los artistas están trabajando con ello y, lo más importante, cómo es posible hacer esta historia visible y llamar la atención no sólo de la comunidad local, sino de la internacional”.

Radchenko señala que, a pesar de tener culturas tan diferentes y estar alejados, los cinco países mencionados están unidos por “el deseo de tener una vida mejor, de ser libres, democráticos, que haya respeto y apoyo de unos a otros, un humanismo básico”.

Censura

Destaca que en México el tema desarrollado fue la censura. “Está presente en la mayoría de los países. Se echa luz a cómo trabajar con la manipulación, cómo utilizar la información, cómo mostrar las diferentes historias a través de la fotografía”, añade.

Daniel Orlando Lara, fotógrafo seleccionado para representar al país, “se centró en la cuestión de cómo cambió el lenguaje visual en los espacios públicos durante la época de los cárteles, cómo aparecieron los grafitis y marcas y cómo los símbolos visuales nos impidieron ver la violencia en ciertos lugares”.

Lara formó una dupla con Sasha Kurmaz, fotógrafo ucraniano, para desarrollar el proyecto colaborativo; y el equipo contó con la asesoría de Rafal Milach, miembro de Magnum Photos. Entre los temas de Ucrania destaca cómo la propaganda rusa está trabajando en este país, es decir, cómo se construye esta narrativa manipuladora durante la guerra. Y el proyecto sobre los diarios en los territorios ocupados, “cómo las personas que estaban durante la ocupación rusa escribieron sus diarios bajo riesgo personal”.