Dirigir y actuar en Flag Day, la cinta con la que Sean Penn concursa en la 74ª edición del Festival de Cannes, no era la idea original de la estrella, pues en un primer momento él se rehusaba a hacer el doblete e invitó a Alejandro González Iñárritu a hacer la cinta. Sin embargo, la colaboración no se dio.

“Cuando el proyecto llegó a mí la oferta fue ‘¿qué quieres hacer, Penn?, ¿quieres dirigir?, ¿quieres actuar?, ¿quieres hacer ambas cosas?’. Y yo, la verdad, es que no sabía si quería estar a ambos lados de la cámara, así es que hablamos de diferentes posibilidades y pensé en Alejandro como el mejor cineasta que tenemos en el mundo así, que por supuesto que mi primera respuesta a todas las preguntas es que si hay algún director con el que quiero volver a trabajar en el planeta es con Alejandro, el ‘top’ de todos”. Pero en el caso de este proyecto en particular, “en ese tiempo era incierto si lo dirigiría yo o no. Él también le echó un vistazo, pero después me parece que estuvo invirtiendo en la cinta de Bergman Island así que las cosas simplemente no se dieron en esta ocasión”, explicó.

Flag Day está basada en la novela de Jennifer Vogel, una trama muy personal de la escritora en la que cuenta su vida al lado de un padre criminal. Acerca de lo que pensó cuando le ofrecieron que Sean llevara su obra a la pantalla grande, la escritora consideró que estaba en buenas manos. “Cuando la historia es tan personal como esta quieres asegurarte de que está en buenas manos. Te preocupa cómo serán representadas las cosas; si el director se preocupara por tus personajes y por tu familia. Me interesaba mucho saber cuál sería el arco de los personajes, y lo cierto es que Sean Penn fue irresistible, sabía que haría las cosas bien y me siento muy contenta con el resultado”, comentó.

Penn contó por qué decidió involucrar a sus hijos, en especial a Dylan, en esta cinta. “Lo primero que tengo que decir es que creo que el guión de este filme estaba escrito de una forma extraordinaria y que a pesar de ser sin duda una película centrada en los personajes y sus motivaciones, también es un filme muy visual, y la primera imagen que apareció en mi mente cuando estaba leyendo la historia fue la de Dylan, mi hija. Fue algo que no pude evitar”, explicó el padre de la protagonista, que antes había rechazado muchos papeles y oportunidades para estar en un set.

La actriz contó: “Al principio estaba muy insegura de hacerlo. Ya antes tuve que decir que no como diez veces a otros proyectos, por eso es que hasta ahora, a mis treinta años, me atreví a decir que sí. Trabajar con mi papá fue increíble… Claro que tuvimos nuestros altibajos, al final no era fácil que fuera mi jefe en el set, pero también es mi padre y ambos tenemos mucho carácter, así que no faltaron las discusiones, pero creo que todo salió muy bien”.

Dylan cuenta que creció con unos padres muy presentes e inspiradores, con los que se ha podido relacionar, derribando el mito de los papás ausentes que impera en Hollywood.