Vincent van Gogh se convirtió en uno de los artistas más destacados gracias a sus pinceladas dramáticas y a la exuberante paleta de colores que utilizaba en sus pinturas. Sin embargo, su talento no fue lo único que lo puso bajo el foco público, pues dos años antes de su muerte, se mutiló la oreja izquierda.
De acuerdo con el Museo Van Gogh, el pintor se cortó la oreja izquierda el 23 de diciembre de 1888, después de protagonizar una acalorada discusión con Paul Gauguin, un artista con el que había trabajado en Arles, un pueblo francés donde el holandés pretendía establecer un estudio.
Se dice que Paul Gauguin trabajaba con los recuerdos y la imaginación, mientras que Van Gogh prefería pintar lo que veía frente a él. Sus diferencias generaron tensión y, cuando Gauguin amenazó con irse, Vincent, en un estado de angustia, terminó cortándose la oreja.
El museo menciona que Van Gogh se perturbó profundamente por la partida de Gauguin y llegó a amenazarlo con una navaja de afeitar. Aquella noche, el creador de Los girasoles se cortó la oreja él mismo, la envolvió en periódico y se la entregó a una prostituta llamada Rachel para que la guardara.
Sin embargo, una historiadora de arte irlandesa y autora del libro La oreja de Van Gogh (2016) comentó que el pintor no le entregó su oreja a una prostituta, sino a una limpiadora llamada Gaby, quien trabajaba en un café que el artista visitaba regularmente.
De acuerdo con historiadores, después de que Vincent van Gogh se cortó la oreja izquierda, fue hallado inconsciente la mañana siguiente y, cuando despertó, no recordaba lo que había sucedido.
En aquel entonces, el hecho no cobró gran relevancia, ya que van Gogh era un artista fracasado y no poseía la fama que actualmente lo distingue. Sin embargo, el pintor holandés fue internado en un hospital en Arles y su estado se deterioró debido a los problemas de salud mental que lo aquejaban.
Aunque existen distintas versiones sobre el paradero de la oreja de Van Gogh, la más aceptada sostiene que Rachel la guardó y que nunca fue recuperada por las autoridades. Otros historiadores señalan que lo más probable es que Rachel se haya asustado y se deshiciera de ella.
Algunas teorías apuntan a que la oreja pudo haber sido conservada por algún coleccionista o que alguien cercano al artista pudo haberla resguardado.