Promoción de la lectura, “puro verbo”

Promoción de la lectura, “puro verbo”Apuntan que la estrategia de lectura actual no es clara. Cortesía

En el Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030, publicado el pasado 15 de abril en el Diario Oficial de la Federación, se afirma que la cultura es un motor de desarrollo económico y establece que “promover la lectura entre la ciudadanía es fundamental para consolidar la democracia”.

En el documento publicado se señala que “actualmente, México carece de espacios e instrumentos que fomenten la lectura colectiva, por lo que es necesario implementar acciones para mejorar la infraestructura dedicada a la lectura, actualizar los planes y programas de estudio, fortalecer el enfoque comunitario y garantizar el derecho a la educación artística pública, gratuita y de calidad”.

A pesar de ser un texto amplio, solo se apunta que República lectora es una estrategia que llevará cultura a todos los ámbitos, que creadores y artistas apoyarán con el fomento de la memoria histórica y que se promoverán y protegerán las lenguas originarias como obligación del Estado.

No hay nada más sobre cómo se emprenderá esa estrategia, bajo que planes y con qué instituciones, ni siquiera se indica si estará a cargo del Fondo de Cultura Económica, que desde la Secretaría de Educación Pública (SEP) ejerce los recursos y las tareas que desarrollaba la Dirección General de Publicaciones, ya extinta, y la red de librerías Educal, S. A. de C. V., cuyo presupuesto desde este año está asignado en la SEP.

Cuál es la situación

A partir de ese precepto sobre la tarea de la actual administración para incentivar a la lectura, analistas señalan cuál es la situación de México en la materia. El ensayista y estudioso de la lectura Juan Domingo Argüelles, dice que esta anotación en el Plan Nacional de Desarrollo del gobierno de la Claudia Sheinbaum, “no valida en absoluto la responsabilidad del Estado mexicano con el fomento de la lectura, porque confunden ‘fomento’ con ‘jumento’”. Dice que, si el primer objetivo es “garantizar el derecho a la lectura y el contacto con los libros para todos los mexicanos”, no tienen ni idea ya que un programa de lectura serio se dirige a públicos específicos.

“Un programa de lectura abarca toda la cadena productiva del libro, y es de lectoescritura y no solo de lectura. Y nada de eso se ha hecho durante la 4T, y no parece que se vaya a hacer. Si no existe una campaña plural de lectura y escritura, de publicación y distribución, de apoyo e incentivos a la cadena productiva del libro, no hay absolutamente nada: puro humo demagógico”, afirma Argüelles, quien agrega que hay que pensar en un público plural y a la vez en segmentos específicos de ese público que, antes que cualquier cosa, hay que formar “en la libertad de leer lo que se le dé la gana, pero no lo que se le dé la gana al gobierno o a los ideólogos del gobierno, como los Taibo II”.

Para él queda claro que la cultura y, especialmente la cultura libresca, no le interesa a esta administración, del mismo modo que no le interesó a la anterior: “No hay nada que destacar. Siguen en lo mismo. Publicando libros y folletos ideológicos, doctrinarios”.

Finaliza programa sectorial

El analista cultural y legislativo Arturo Saucedo apunta que desde la pasada administración se terminó con un programa sectorial en el que se fundamentaba el programa de fomento del libro y la lectura, que tenía su ley propia, tenía una función de gobierno que desarrollaban diferentes secretarías y que entendía la promoción de la lectura desde diferentes plataformas, desde diferentes iniciativas de gobierno, desde diferentes fondos presupuestales y desde diferentes instancias.

“Dentro de esa mentalidad, esa falta de institucionalidad y compromiso del Estado mexicano con la lectura y el libro, combinado con la ineptitud y con las generalizaciones que hace un personaje como Taibo II, es imposible tener resultados favorables para el fomento del libro y la lectura en nuestro país”, opina.

Sin rumbo

El escritor Paco Ignacio Taibo II coordinó el 27 de enero de 2019, en Mocorito, Sinaloa, el lanzamiento de la Estrategia Nacional de Lectura que tenía el objetivo de “fomentar la lectura en todo el país y promover el bienestar del alma y enaltecer el placer de leer, fomentando valores culturales, morales y espirituales” que se desvaneció pronto y sin alcanzar resultados. A más de cinco años de distancia, y ratificado por la presidenta Claudia Sheinbaum, Taibo II tendrá de nuevo a su cargo la promoción de la lectura, aunque sin base en estadísticas, resultados y datos.

Saucedo considera que lo que hay en el Plan Nacional de Desarrollo es una suma de disparates: “El principal es que Taibo II no cumple con sus funciones como director del Fondo de Cultura Económica y desde allí pretende desarrollar un plan que no le corresponde al Fondo, no le corresponde a él, no tiene la preparación ni tiene el conocimiento ni tiene el interés. Es una simulación la que presentan para con puro verbo y con puras generalidades salir del paso y ejercer recursos”.

Agrega que Taibo se maneja con la idea monopólica de ser el “virrey” que maneja de manera autónoma el libro en este país. “Ya es dueño de los saldos, ahora es dueño de todas las políticas de fomento a la lectura y el libro de este país. Con eso, sin duda alguna, nos iremos al abismo. A él no le interesa los indicadores, no le interesan los índices, no le interesan los resultados, lo único que le interesa es el presupuesto. Así esto es una farsa”, asevera.

En ese trabajo de promoción de la lectura, Taibo II desde el FCE, siempre ha ido acompañado de la Brigada para Leer en Libertad —que el escritor fundó junto con su esposa, la gestora Paloma Sáiz—, y que, dicen los expertos, ha sido la más beneficiada, pues organiza ferias de libros de saldos en municipios, como las ferias recientes en Ecatepec y Nezahualcóyotl, pero también en la Cuidad de México y varias alcaldías.

“No le preocupa ser un funcionario que atienda políticas de Estado para promover la lectura y el libro en nuestro país, y ahora nos quiere vender que va a estar regalando libros en otros países”, apunta Saucedo. Cuestionamiento que también hace Argüelles: “Es irresponsable regalar en el extranjero 2.5 millones de libros del Fondo, cuando la educación en el país está por los suelos, y la economía en recesión”. Añade que Taibo II monopolizó todo porque se lo permitieron: “El fomento a la lectura no se puede dejar en manos de un ideólogo... Taibo II da a leer lo que le gusta a Taibo II”.