Solares, el maestro de la novela histórica
El maestro Ignacio Solares. Cortesía

Cuenta el investigador y académico José Ávila Cuc que Ignacio Solares nació el 15 de enero de 1945 en Ciudad Juárez por azares del destino, su padre viajó ahí por trabajo y se enamoró de su madre, cuyo padre había sido un dorado de Pancho Villa.

Ese azar se convirtió a la postre en obsesión y los episodios históricos en materia narrativa. Ahora que el narrador, articulista, dramaturgo y académico cumple 75 años de vida, sus amigos, escritores, lectores y estudiosos de su obra lo celebran y lo confirman como una voz imprescindible para la literatura mexicana y un maestro en el difícil género de la novela histórica.

Rosa Beltrán, Hernán Lara Zavala, Vicente Alfonso, Martín Solares, Pedro Ángel Palou, José Ávila Cuc y Alejandra Sánchez Aguilar puntualizan los aportes de su narrativa en obras. Beltrán asegura que Solares es fundamental como escritor de novela histórica.

“Revisa periodos cruciales: Villa y la invasión a Columbus; Felipe Ángeles y su impecable sentido moral; Madero, el espiritismo y la forma en que éste determina sus creencias y decisiones. Su obra de teatro Los mochos es una brillante parodia del asesinato de Obregón. Y sigue escribiendo libros que se leen con deleite al mismo tiempo que desvelan lados ocultos de nuestra historia”, señaló.

Otro de sus amigos, el escritor Hernán Lara Zavala, reconoce que la obra de Nacho inaugura una etapa de la novela histórica, no solo en México sino en el género: “Descubre el lado oblicuo, metafísico y contradictorio de los grandes héroes, lo que nos permite observar al personaje como ser humano con sus pies de barro. Felices 75, querido Nacho”.

Para Pedro Ángel Palou, también autor de novela histórica, Solares es un precursor, una palabra que, dice, ha sido poco usada para entender su literatura; pero también un autor que ha enseñado a través de sus libros que importan las razones del hombre y no las causas del héroe.

De asombrosa escritura

El novelista y escritor Martín Solares asegura que Ignacio Solares es uno de los pocos escritores capaces de volver plenamente novelesca la historia. “Usa recursos que parecían exclusivos de la literatura fantástica, y apoyado en su conocimiento de la tradición literaria, Ignacio ha explorado los grandes misterios de personajes tan complejos como Madero, Plutarco Elías Calles o Villa”, refiere.

Martín dice que dos son los motores que animan su prosa: una fascinación por los misterios del espíritu y un compromiso hacia el cuerpo de la prosa. De ahí que las voces de sus personajes, la altura de sus conflictos y la garra de sus relatos explican tantos lectores fieles y la resonancia que siguen provocando sus novelas.

El escritor y periodista Vicente Alfonso afirma que en las novelas de Solares nada sobra ni hay elementos de utilería. “Sus novelas abrevan de muy diversas fuentes, entre ellas la filosofía, el psicoanálisis, la historia y por supuesto, la literatura. Con esos ingredientes, más una nutrida caja de herramientas literarias, ha forjado una obra que combina dos cualidades que muy pocas veces se ven juntas: sencillez y profundidad”, destacó.

Alfonso celebra su interés por la historia de México que no teme contradecir las “verdades históricas”, pues sabe que la misión de una novela no es confirmar, sino sembrar la duda en el lector.

Entre héroes y antihéroes. Alejandra Sánchez Aguilar, doctora en Teoría Literaria e investigadora en el Iteso, asegura que Solares es heredero de la vida intelectual y literaria de la denominada Generación del 50 y autor de una obra que se bifurca entre la creación histórica y la fantástica.

“Su contribución en el marco de la literatura mexicana contemporánea encuentra fundamento precisamente en la diversidad de su escritura que le ha permitido alcanzar profundidad y madurez a lo largo de más de 40 años. Sin dejar de lado la experimentación, la divergencia y el juego formal, su obra es intimista, espiritual y una vía hacia el autoconocimiento del propio lector”, señaló.

Sánchez Aguilar afirma que toda la obra “ignaciana” podría suponer un reto para el lector, en tanto tendría que ser capaz de descubrir, reflexionar y acrecentar su sensibilidad para advertir sus obsesiones: la escritura, la lectura, el más allá, los sueños, la fe, el prójimo, el ocultismo, el hinduismo, ciertos personajes, obras literarias, filosóficas y religiosas.

El académico e investigador de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez asegura que las de Solares “son novelas, cuentos y dramas de personajes comunes que aún no son héroes y acaban viviendo su realismo existencial con sus sueños y pesadillas, filias y fobias. Son entes complejos de una reinterpretación histórica por virtud de la ficción”.