“¡Mami, mami! -gimió el pequeño echándose en brazos de su madre-. ¡Los niños de la escuela me dicen ‘El narizón!’”. “No es que sea narizón mi hijito -lo consuela con ternura la señora-. Lo que pasa es que tiene su carita muy atrás”... Un joven granjero texano recibió el llamado del Ejército: debía enrolarse en el servicio militar. Se le pidió una muestra de laboratorio a fin de hacerle el examen médico correspondiente. Para evadir el cumplimiento de su obligación el muchacho puso en el frasquito muestras de su papá, su mamá, su hermana y su perrita. Al día siguiente le llegó un comunicado del laboratorio militar: “Tu papá es diabético; tu mamá está anémica; tu hermana está embarazada; tu perrita está en celo y tú estás en el Ejército”... Este día muchos mexicanos saldrán de vacaciones e irán por las carreteras del país. Vale la pena recordar las usuales recomendaciones para viajar con seguridad en automóvil. Antes de salir cerciorarse del buen estado del vehículo, especialmente de sus frenos, luces y llantas; usar siempre el cinturón de seguridad, no solo el conductor, sino todos los pasajeros cuyos asientos dispongan de ese indispensable recurso salvador; no manejar si se han consumido bebidas alcohólicas o si quien lleva el volante siente fatiga o sueño; conducir con precaución, obedecer las señales de tránsito, evitar el exceso de velocidad, no rebasar en curva, si hay necesidad de detenerse a la orilla de la carretera colocar señales de advertencia, etcétera. A más de todo lo anterior, es aconsejable también otra medida de seguridad que últimamente recomiendan mucho los expertos: llevar encendidas siempre las luces del automóvil. No solamente los “cuartitos”, como se llama a los pequeños focos preventivos, sino también la luz baja. Hay muchos elementos de distracción al conducir por carretera: el estéreo, el encendedor... En los viajes de vacaciones aumentan esos elementos distractores: los niños, la conversación, el mapa carretero... Para llamar la atención de los conductores que comparten la carretera con nosotros nada mejor que llevar encendidos los faros de nuestro vehículo. Eso advertirá desde lejos de nuestra presencia y será un medio más -ninguno sobra- de evitar percances. No escatimemos ningún recurso para aumentar nuestra seguridad, la de nuestra familia y la de nuestro prójimo en esta temporada en que se multiplican los viajeros... El señor oyó decir que su vecino tenía una terrible jaqueca. Fue a visitarlo y lo encontró tranquilo y contento. Le preguntó: “¿Y tu dolor de cabeza?”. Respondió el otro: “Fue de compras”. El padre Arsilio quería hablarles del cielo a los niños. “Díganme -les preguntó-: ¿Cuál es el lugar maravilloso, lleno de grandes hermosuras, en el que seremos inmensamente felices y al que todos iremos si nos portamos bien?”. “¡Disneylandia!” -gritaron a coro los chiquillos... “¡Por favor! -se oyó una angustiada voz en el teléfono de la policía-. ¡Manden rápido una patrulla a la esquina de Álamo y Nogal! ¡Un gato acaba de maullar cerca de la ventana donde estoy!”. “¡Oiga! -se atufó el oficial-. ¡No vamos a mandar una patrulla solo porque maulló un gato!”. “¡Mándenla, y pronto! -insiste la voz con desesperación-. ¡Soy el perico de la casa, y estoy solo!”... Los papás de Rosilita se sobresaltaron cuando la niñita les preguntó de pronto: “¿Qué es sexo?”. Eran padres modernos, de modo que le dieron a la pequeña una completa explicación acerca del asunto. Cuando terminaron de dar la detallada descripción volvió a preguntar Rosilita: “¿Cómo voy a poner todo eso en mi credencial de la escuela en la rayita donde dice ‘Sexo’?”. Fin.

Mirador

Por Armando Fuentes Aguirre.

Ya casi nadie se acuerda de las siete obras de misericordia que el padre Ripalda enunció en su famoso catecismo: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, visitar a los enfermos, dar posada al peregrino, redimir al cautivo, enterrar a los muertos...

La caridad, entendida como el hecho de compartir lo que se tiene con los que nada tienen, se considera ahora una acción anacrónica, obsoleta. Antes la gente hallaba gozo espiritual en ser caritativa; ahora esgrime zarandajas como aquélla de no dar el pescado, sino enseñar a pescar, y piensa que velar por los pobres es función que corresponde a los gobiernos.

Y sin embargo sigue habiendo pobres. En ellos los cristianos deberíamos ver a Cristo, que encarna cada día en la pobreza humana para darnos una oportunidad de ir hacia él.

¡Hasta mañana!...

Manganitas

Por AFA.

“... ‘Tenemos una relación importante con México’, declaró el secretario de Economía de Estados Unidos”.

Es buena dicha mención

de elefante a elefante,

pero preocupa bastante

si es de elefante a ratón.