“¿Bailamos, mamacita?”. “No”. “¿Por qué no? ¿Porque estás de luto y traes vestido largo?”. “No. No bailo con usted por dos razones. La primera, porque está usted bien borracho. La segunda, porque no soy su mamacita: soy el cura párroco del pueblo”. Aquel marido solía jugar póquer con sus amigos todos los jueves por la noche. Aquel jueves salió de su casa, como de costumbre, pero ya no regresó. Por cielo y tierra lo buscó su esposa inútilmente. Dio cuenta a la policía de la desaparición. El oficial de guardia le dijo que buscarían al señor, pero hasta dentro de unos meses, porque las desapariciones eran muchas y había lista de espera. Pasaron diez años. Y un buen día el desaparecido apareció en su casa muy quitado de la pena. Su esposa se echó en sus brazos y le dijo emocionada: “¡Hoy en la noche haré una cena para celebrar tu vuelta!”. “¡Ah no! -protestó el tipo-. Hoy es jueves, el día en que salgo a jugar póquer con mis amigos”. La conducta de quienes forman la dirigencia de la 4T y Morena se parece cada día más a los procedimientos de una mafia. Y se explica: es una mafia la que se ha apoderado de nuestro país e impone en él sus designios, que paso a paso están llevando a México a convertirse en una dictadura. No es cierto que el padrino o capo de esa organización mafiosa se haya ido a La Chingada. Preside el régimen, igual que antes, y hace que sus paniaguados se protejan unos a otros, como en las mafias sus integrantes se dan protección unos a otros. La exoneración de Adán Augusto López, el hecho de que el clan haya impedido que se le rozara ni aun con el pétalo de una rosa, constituyen grosero espectáculo de impunidad, y por lo tanto de complicidad. Igual que en la película, el padrino prepara ya su sucesión en la persona de su hijo, aunque el junior haya mostrado ineptitud palmaria, como se vio en Durango, y a pesar de que se aparte de los sermones de papá en lo relativo a la honrada medianía y la austeridad republicana. Si bien nunca nos hemos parecido a Dinamarca, ahora nos vamos asemejando más a Cuba, Venezuela y Nicaragua. La reforma electoral a cargo de una comisión de paja formada por desprestigiados politicastros vasallos del caudillo viene a ser uno de los últimos clavos en el ataúd donde será sepultada la democracia que con tantos trabajos y a costa de tan grandes sacrificios iba forjando la ciudadanía, aplastada ahora por esa mafia, la 4T, cuyo nombre, lejos de haber desaparecido con el final del sexenio obradorista, sigue vigente. Eso es prueba impepinable de que el padrino de esa mafia la sigue dominando, y que las figuras que aparentemente ejercen el poder son de paja, al igual que los miembros -inferiores- de aquella comisión. Y más no digo, porque ya estoy muy encabronado. El primer juego de la temporada de futbol americano colegial fue sumamente rudo. Se contaron tres clavículas rotas, dos piernas fracturadas y cuatro brazos quebrados. ¡Y eso entre las porristas!... Don Algón, ejecutivo de empresa, le dijo en confesión al padre Arsilio: “Señor cura: usted me conoce: soy un pecador. Pero sentí el llamado de la fe, y voy a cambiar de vida”. Le preguntó el sacerdote: “¿Dejarás tus ebriedades?”. “Sí, padre”. “¿Renunciarás a la concupiscencia de la carne?”. “Sí, padre”. “¿Les pagarás el salario justo a tus trabajadores?”. En ese punto lo interrumpió el empresario: “Padre: estamos hablando de religión, no de negocios”. Rosilita, la pequeña vecina de Pepito, le comentó: “No sé qué será de mí cuando crezca. Si me caso tendré un esposo como mi papá, y si no me caso tendré el carácter de mi tía Solicia. De los dos modos estaré jodida”. FIN.
Mirador
Por Armando FUENTES AGUIRRE.
El paisaje del Potrero es ahora verde. El agua del cielo ha hecho de la tierra un verde mar. Caminé hoy entre la hierba, y los animales me miraban con enojo por pisotear su comida.
Esta noche se alarga la tertulia en la cocina de la antigua casa. Con la esperanza que la lluvia trae se aligera el ánimo y la conversación se anima. Doña Rosa, la mujer de don Abundio, cuenta una más de las ocurrencias de su esposo:
-El compadre Atilano pasó en su burro, y Abundio me dijo: “¡Mira! ¡Un burro de dos pisos!”. El compadre alcanzó a oír el comentario, bajó del burro y le dio un golpe en la cabeza a Abundio con el mango del azadón. Le dije a mi marido: “Si tuvieras cerebro qué friega te habría acomodado”.
Reímos todos, menos don Abundio. Atufado, masculla entre dientes: -Vieja habladora.
Doña Rosa forma con índice y pulgar el signo de la cruz, se lo lleva a los labios y jura:
-Por esta.
¡Hasta mañana!...
Manganitas
Por AFA.
“. Reforma electoral.”.
Con Morena es por demás.
La 4T llega a extremos.
No sólo retrocedemos:
también vamos para atrás.