Signos Vitales

Los Indultados

Hace un año, en una dinámica parecida si bien considerando al pueblo de México como el damnificado por la cornada del burel de la corrupción, el presidente enrique peña nieto, alejado de la realidad, le dijo a la cuadrapléjica comunidad nacional:

--“El empleo –como la economía- tiene buenos signos vitales”.

No está sana aún, más buen diríamos que se encuentra casi inmóvil si bien, en lenguaje clínico, puede todavía abrir y cerrar los ojos para tratar de comunicarse con una clase política que ignora los guiños y se encierra en un altruismo de caricatura. Esto es: los “signos vitales” sólo prolongan, sin remedio, la agonía del colectivo en ausencia de medidas que determinen la posibilidad de alcanzar la salud y las directrices, a futuro, que permitan recuperar la perspectivas de futuro sin necesidad de acudir a la parálisis total y a la dependencia de las potencias del norte o de allende el mar para recibir el oxígeno que posibilite mantener a los mexicanos “con signos vitales” pero lastimosamente postrados.

En este punto, claro, los connacionales no podríamos ceder hasta este grado por cuanto significan la historia y la razón: sin México tampoco habría mexicanos, aunque quisiéramos levantarnos, de manera desesperada, del último rincón de la patria generosa que ha sido brutalmente agredida y violentada. Peor, sí, que una violación tumultuaria pueden considerarse los aranceles injustos contra los productos mexicanos. China nos puso el ejemplo al fijar una política comercial recíproca con el gobierno del “anaranjado” Trump; nuestro gobierno tembló.

La Anécdota

¿Por qué se teme tanto la posibilidad de llevar a juicio a un mandatario mexicano? ¿No estamos en un régimen de autonomía entre los poderes de la Unión y por ende, aunque presidencialista, con capacidad para exigirle cuentas el Ejecutivo como sucedió en Brasil, donde se separó por dieciocho meses de su cargo a la presidenta Dilma Rousseff, aunque ésta alegara que fue un “golpe de Estado” sin intervención militar? Y antes sucedió lo mismo en la vecina Guatemala cuando Otto Pérez Molina, el mandatario, fue incluso encarcelado en septiembre de 2015 en pleno escándalo por corrupción; por desgracia llegó con ello al poder, luego de las elecciones correspondientes, el cómico Jimmy Morales cuyo único efecto ha sido ponerse a las órdenes del “pato” Trump para ofrecerle mano de obra barata destinada a construir el muro de la infamia. De Guatemala a guatepeor.

Preparémonos. No dudo que siguiendo esta ruta histriónica, los presidenciables ara 2024 sean el soliviantado Brozo y el antisemita Alfredito Jajajalife, el único analista en el mundo con cara de payaso. Ni maquillaje requiere.

loretdemola.rafael@yahoo.com