Con sabor a dulce venganza
La coincidencia en el “Caso Rosario Robles”, investigada por supuestos desvíos de más de cinco mil millones de pesos, durante su paso por el gobierno de Enrique Peña Nieto, por lo que sería encarcelada la mañana del martes 13 de agosto, es por demás sorprendente, sin que deje de ser extraña y pensando mal, tal vez maquiavélica:
Su juzgador, es Felipe de Jesús Delgadillo Padierna, sobrino de María de los Dolores Padierna Luna, actual vicepresidenta de la mesa directiva de la Cámara de Diputados y esposa de René Juvenal Bejarano Martínez, ex secretario particular y operador político de Andrés Manuel López Obrador, en sus tiempos de jefe de Gobierno de la ciudad de México.
Vueltas que da la vida. Por aquellos días, el cónyuge de la influyente legisladora y amiga muy cercana del Primer Mandatario, sería uno de los protagonistas de los video escándalos difundidos a partir del 1 de marzo de 2004, por orden del presidente de Televisa, Guillermo Azcárraga Jean, a petición del ex Jefe del Ejecutivo Federal, Carlos Salinas de Gortari, en el que aparecía guardando precipitadamente los cuantiosos sobornos del empresario argentino Carlos Ahumada Kurtz, en reciprocidad (moches), por los multimillonarios contratos de obra pública de la administración gubernamental de la capital del país.
Tiempo en que los estrechos vínculos amorosos del constructor con la entonces líder nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Rosario Robles Berlanga, se mantenían en lo más alto, y en cuya coyuntura quedaría en evidencia a Gustavo Ponce Meléndez, el secretario de Finanzas del ya para entonces aspirante a la Presidencia de la República, en la contienda de 2006, quien quedaría exhibido como funcionario corrupto, al mostrarlo la misma televisora, haciendo apuestas millonarias en el estadounidense casino del hotel Bellagio, en las Vegas, también beneficiario de Ahumada.
Carlos Imáz Gispert, delegado de Tlalpan y esposo entonces de la ahora jefa de Gobierno Claudia Sheimbaun Pardo (1987-2016), aparecería como el tercer protagonista, de la trampa que tenía como objetivo afectar la imagen del político tabasqueño, quien calificaría tales acciones como un complot en su contra, para evitar su arribo a Los Pinos.
Ensoberbecido por el impacto mediático, Carlos Ahumada Kurtz, prolongaría sus dardos venenosos contra el oriundo de Macuspana, hasta poco antes de los comicios, al advertir que “la llegada de AMLO a la Presidencia, sería un desastre para México, porque era un peligro”.
Y si bien es cierto que Andrés Manuel López Obrador no resultaría ganador en su primer intento de hace 13 años enarbolando la bandera del PRD, y llevando como rival principal al panista Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, al igual que en 2012 también como perredista, contra Enrique Peña Nieto, al serle concesionado su propio Partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), volvería echar de Los Pinos al Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Convertido en todo un vencedor con los votos de la tercera parte del padrón federal electoral (30 millones), se ha erigido como el líder de un gobierno al que denomina de la 4ª Transformación, tratando de emular los logros históricos de los Presidentes Benito Juárez, Francisco Indalecio Madero y Lázaro Cárdenas del Río, en una imagen a la que ha agregado en los meses recientes las figuras de los libertadores Miguel Hidalgo y Costilla, junto con la de José María Morelos y Pavón.
Una de sus banderas como Gobierno, es la de la lucha anti corrupción, en un discurso que ahora se contradice, pues había afirmado que en su mandato habría “perdón y olvido”, sorprendiendo con las acciones legales emprendidas contra quien sería su principal aliada política como antecesora y dirigente nacional del PRD, a la que la Fiscalía General de la República responsabiliza de presuntos actos de corrupción durante su ejercicio como titular de las Secretarías de Desarrollo Social y Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano en el sexenio priísta anterior.
Rosario Robles Berlanga alega inocencia en el principio del proceso judicial que la FGR realiza en su contra, consciente seguramente del error, convertido en traición a Andrés Manuel López Obrador, que ahora, aunque desde la esfera del poder supremo se niega reiteradamente, la mantiene privada de su libertad.
La gente cercana al Presidente se regocija del revés que la historia otorga a Rosario Robles Berlanga, que este jueves cumplió su segundo día en la cárcel femenil de Santa Martha Acatitla, de un total de dos meses que durará la fase de aportación de pruebas por parte de la FGR, pero se han olvidado de la importancia de saber cuidar las formas en la aplicación de la ley, como el hecho de que el sobrino de la todopoderosa Dolores Padierna Luna, sea el juez encargado del proceso judicial que involucra a una de las figuras más relevantes de la “izquierda” del país.
La ahora diputada federal, ha precisado en su cuenta de Twitter, de este jueves 15 de agosto, que el juez Felipe de Jesús Delgadillo Padierna, es hijo de su hermana Guadalupe y argumenta que “los casos que le han correspondido atender, le han sido asignados al azar. Es un funcionario honesto quien llegó a su cargo por méritos propios. Tiene una carrera limpia y como se ha demostrado en otros casos no recibe ni acepta consignas. Él únicamente es un juez de vinculación a proceso pero no le corresponde juzgar ni sentenciar a los imputados.
“En lo que se refiere a lo personal, respetamos nuestros ámbitos de trabajo. No mezclamos asuntos. Nos une el respeto a la justicia y el amor a México. A él no se le puede descalificar a priori por sus apellidos sino que se le debe valorar por su trabajo”.
Una versión y coincidencia, que se ponen en duda, en los días en que la credibilidad de los políticos está por los suelos y que en consecuencia, hace pensar que la asignación del caso, es producto de una consigna superior con olor y sabor a “dulce venganza”, recordando que “la venganza es un plato que se sirve frío, se disfruta lento y tiene un sabor muy dulce”.
Inmediata psicosis entre la gente del primer círculo de la ex funcionaria federal, como Ramón Sosamontes Herreramoro, jefe de la Oficina de Rosario en SEDESOL y SEDATU, lo mismo que su oficial Mayor en ambas dependencias, Emilio Zebadúa González, a quienes jueces federales les han otorgado los respectivos amparos para evitar ser detenidos por el caso de la llamada “Estafa Maestra”. El segundo lo obtuvo en la ciudad de Tapachula, en Chiapas, entidad donde fue secretario General de Gobierno y candidato a la Gubernatura.
Las baterías de ajusticiamiento del gobierno morenista, tienen como segundo objetivo inmediato, a Carlos Ahumada Kurtz, la ex pareja sentimental de Rosario, por el que perdió la cabeza, la razón, el respeto y la lealtad política a Andrés Manuel López Obrador.
Acalambrado por la noticia de la aprehensión en el juzgado y encarcelamiento en el penal del sur de la capital del país, los abogados del empresario sudamericano, promovieron ante Patricio Leopoldo Vargas Alarcón, titular del Juzgado Décimo de Distrito de Amparo en Materia Penal, el recurso de amparo contra la FGR, por tratarlo de judicializar dos averiguaciones previas, donde se le vincula por los delitos de extorsión, fraude específico, falsificación y uso de documentos falsos.
La respuesta de Vargas Alarcón se daría en forma negativa a los intereses del empresario argentino, al considerar la petición “notoriamente improcedente”.
En apego a tal dictamen, la Fiscalía General de la República, a cargo de Alejandro Gertz Manero, está en su derecho de seguir el juicio por el delito de extorsión en contra Carlos Ahumada Kurtz, al que en cualquier momento citará a declarar e incluso solicitar una orden de aprehensión en su contra, considerando que con ello se dará seguimiento a la averiguación previa que lo involucra desde el año 2014, en que la misma Rosario Robles Berlanga lo acusó de haber obtenido con engaños, documentos oficiales con su firma, los cuales finalmente utilizaría para atribuirle una deuda millonaria, cuando dirigía el PRD.
La FGR advierte que en cualquier momento se podrán judicializar los expedientes, lo cual se haría con base en el viejo sistema de justicia penal ya que los delitos que se le imputan se habrían cometido en agosto de 2013.
Las imputaciones están radicadas en los expedientes AP/PGR/DGCAP/ZNO-XIV/46A/2013 y su acumulada bajo el registro de AP/PGR/DGCAP/ZNO-XIV/47A/2014. Una acción legal que se mantiene vigente y que preocupa a Carlos Ahumada Kurtz, de tal forma que en julio de 2018 el empresario argentino promovió el juicio de amparo 640/2018, en el que exigió que se obligue a la FGR a declarar el no ejercicio de la acción penal en su contra.
Ha sido la propia Rosario, quien hace seis años, rompería aparentemente sus vínculos con el hombre de negocios sudamericano, molesta por la sustracción de tres hojas en blanco con su firma y sin su consentimiento, que darían margen a su otrora pareja a amenazarla y tratar de extorsionarla, por una supuesta deuda de 20 millones de pesos, la cual consideraría inexistente.
La espada está lista para caer sobre la cabeza del sudamericano, luego de que la Fiscalía General de la República advirtió el pasado miércoles 31 de julio, que cuenta con todos los elementos necesarios para ejercer acción penal correspondiente, por lo que es de suponer que se le mantiene vigilado las 24 horas, para evitar una posible fuga al extranjero.
Rosario Robles Berlanga llora su desgracia en su encierro que de dos meses, podría prolongarse un tiempo mayor, si “el rayito de sol” no dice lo contrario.
Independientemente de que sea culpable o no haya más involucrados en uno de los escándalos políticos más sobresalientes en la historia política del país, que podría mantenerla bajo castigo penitenciario
lo que resta del sexenio, no deja de llamar la atención que habiendo más peces gordos en el firmamento de la llamada “Mafia del Poder”, sea ella el objetivo mediático que no deja dudas de que el rencor y la venganza son parte importante, en el México del fin de la segunda década del siglo XXI.
Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013. Club de Periodistas de México.
Premio al Mérito Periodístico 2015 y 2017 del Senado de la República y de Comunicadores por la Unidad A.C.