Feminicidios. Un violador en tu camino

Aunque parezca absurdo, una mujer, Claudia Sheinbaum Pardo, ex activista política y actual jefa de Gobierno de la Ciudad de México, ha tratado de desvirtuar sin éxito, el movimiento de jóvenes mujeres que han alzado la voz al salir a las calles de la capital del país, para protestar por la violencia extrema en contra de la mujer, en la que se incluyen hasta policías, que la autoridad minimiza para encubrir feminicidios.

En lo que va del año que termina, grupos de encapuchadas han surgido en diversas ocasiones en torno de las marchas pacíficas, que han realizado distintas organizaciones femeninas de todos niveles educativos, sociales, religiones, así como madres de familia, para exigir justicia por los crímenes que en su gran mayoría siguen sin castigo, dada la complicidad de las corporaciones policíacas con la delincuencia organizada, además de la corrupción de agentes del Ministerio Público y jueces.

Un envío desde alguna oscura oficina del gobierno de la ciudad más importante de la república, de grupos de féminas identificadas por su  preparación paramilitar, vestidas de negro y cubiertas del rostro con pasamontañas o pañuelos, que durante las marchas se han incorporado al margen de los grupos de manifestantes, para llevar a cabo acciones vandálicas como el pintarrajear paredes de edificios y monumentos históricos, que violentando aparadores de vidrio y saqueado negocios, con toda impunidad.

Las imágenes difundidas de tales actos delictivos, han mostrado la indiferencia e incluso apoyo y complacencia de los agentes uniformados pertenecientes al gobierno capitalino, hacia las protagonistas de este nuevo estilo que nada más caracterizaba a los hombres (porros o grupos de choque), en el pasado reciente.

Inútil el intento de Sheinbaum Pardo, de arrebatar las banderas de un movimiento femenino que se ha convertido en vanguardia en toda Latinoamérica, a partir de su surgimiento este año en Chile, y que ahora se replica con mayor fortaleza en todo el mundo.

Han perdido el miedo ante la solidaridad internacional, en un México en el que hasta noviembre de 2019, más de dos mil 800 mujeres han sido asesinadas, de las cuales únicamente 726 fueron clasificadas como feminicidio, pero que aún así no le quita ser la nación de la Región con la más alta tasa de este tipo de crímenes.

Surgimiento del himno feminista “Un violador en tu camino”,  para todo el Continente Americano, que han hecho suyo quienes a diario elevan cada vez más su exigencia de justicia ante el estado de defensión que enfrentan, donde sin ser zona de guerra constituye la de mayor letalidad para las mujeres, al registrar en 2018 la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tres mil 529 asesinatos.

Canción convertida en viral desde el puerto de Valparaíso, Chile, a finales de 2018, durante las jornadas de protestas para erradicar la violencia contra las mujeres, con un centenar de jóvenes que coreaban “Y la culpa no era mía, no dónde estaba ni cómo vestía. El violador eras tú”.

Un colectivo denominado Lastesis, creado por Paula Cometa, Lea Cáceres, Dafne Váldés y Sibila Sotomayor, creadoras del tema de identidad antifeminicidios, inspirado en los atropellos que cometen los carabineros y el gobierno del presidente Sebastián Piñera, en contra de mujeres detenidas en las protestas del actual estallido social, al usar la violencia sexual para provocar miedo y evitar que ejerzan su derecho a  manifestarse.

De ahí que la quinta estrofa del himno de los policías chilenos, equivalentes a la Guardia Nacional de México, sea tratada con ironía, al señalar que choca con la realidad decir que “vela por el sueño de las mujeres”, como originalmente está escrita: “Duerme tranquila niña inocente, sin preocuparte del bandolero, que por tu sueño dulce y sonriente  vela tu amante carabinero”.

Durante los primeros 30 días de manifestaciones populares chilenas iniciadas en octubre, la organización internacional Human Rights Watch (Observador de los Derechos Humanos), revelaría la recepción de 442 denuncias, de las cuales 71 fueron por abusos sexuales, con opciones de tortura, desnudos o violación.

Uno de los sucesos más sobresalientes en este sentido, fue el de la artista Daniela Carrasco, quien aparecería sin vida después de su privación de la libertad por parte de un grupo de carabineros, en  Santiago, capital del país, en la que ocurriría lo mismo con la fotógrafa Albertina Martínez Burgos, identificada por la cobertura llevada a cabo en los últimos meses, de diversas marchas de inconformidad femenina.

Un grave problema, el de los feminicidios, que se registra en todo el mundo y es en los meses recientes, cuando adquiere mayor notoriedad, una vez que la corrientes de protestas masivas, se vuelve parte de la cotidianidad que exige mayores acciones concretas a los gobiernos para frenarlos.

En materia de asesinatos de menores de edad, México, según el Secretariado Ejecutivo de la Secretaría de Gobernación, mantiene una alarmante tendencia a la alza, al llegar a un record histórico de 86 niñas víctimas de crímenes con violencia sexual en 2018, que representaría un 32 por ciento mayor que al de 2017. Solamente en enero de 2019, sumaron 11 atentados.

Jornadas de protestas en los cinco continentes, pero en especial en nuestro país, donde en base a los datos proporcionados por el comandante de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez Bucio, de enero a septiembre de 2019, se acumularon 638, mientras que la Secretaría de Gobernación reconoce haber establecido 20 alertas de género en 18 entidades y 410 municipios de la república, donde se ha ofrecido atención especializada a 125 mil víctimas de la violencia, en 47 Centros de Justicia para las Mujeres.

Llama la atención que a pesar de estar gobernada por una mujer (pertenece al Partido Movimiento de Regeneración Nacional MORENA), Claudia Sheimbaun, en la capital nacional no se ha declarado ninguna alerta para atender frontalmente el cada vez más grave problema de feminicidios y de ahí que la jefe de Gobierno se haya dedicado a ordenar sabotear con grupos de encapuchadas todas las protestas en ese sentido que en los últimos meses se han incrementado por las principales avenidas y zócalo de la mayor urbe mexicana.

Y su última ocurrencia, para distraer la atención de sus iguales de género en cuanto a su error, se da en su decisión de pintar de color verde y blanco las patrullas policíacas, emulando en el diseño a las utilizadas por los carabineros chilenos, que viene a ser una burla, considerando que en aquél país sudamericano, las mujeres sufren el acosos sexual y el asesinato de estos policías, como aquí ha empezado a ocurrir.

En la evaluación planteada en el llamado Mapa Nacional de Feminicidios en México, se afirma que el primer lugar lo ocupa el estado de México, seguido de Jalisco, Guanajuato, Chihuahua, Baja California y Ciudad de México, ubicando a Chiapas en la posición 18 de todos los estados de la Federación.

Un factor determinante en la posición oficial para minimizar lo imposible, es la de que no todas las Fiscalías de Justicia, clasifican la muerte de una mujer como feminicidio, aunque las evidencias así lo demuestren.

Muchas cuentas pendientes en ese sentido en tierras chiapanecas, donde se ejemplifica en 2019, como bastión principal de este tipo de delitos a la ciudad de San Cristóbal de las Casas, gobernada por una mujer de origen oaxaqueño, militante igualmente de MORENA, Jerónima Toledo Villalobos.            

El Observatorio Feminista Contra la Violencia de Mujeres en Chiapas, reportaría que solamente en los dos primeros meses del año que termina, este municipio se ubicaría como el número uno de la entidad al acumular 34 asesinatos violentos de féminas, de los cuales solamente 11 fueron considerados por la Fiscalía General como feminicidios, más otros tres posibles, con el agravante de que los responsables no han sido castigados de acuerdo con la ley.

Movilización de inconformes integradas en el Colectivo de Mujeres, que han denunciado que de 2013 a 2018, en Chiapas han ocurrido más de 400 casos de feminicidios, identificados en común por la impunidad de sus autores.

Septiembre último será recordado como el mes de más crímenes del género femenino en la entidad chiapaneca, al contabilizar el denominado Observatorio Feminista de Chiapas, un total de 26, siete de los cuales siete fueron niñas. Las jurisdicciones municipales con mayor incidencia fueron Región de Los Altos, La Trinitaria, Tecpatán, Chiapa de Corzo, Comitán, Huixtla, Tapachula, Chiapa de Corzo, Mapastepec y Palenque.

De enero a octubre de 2019, en Chiapas se habían documentado 140 asesinatos de mujeres, de los cuales 53 se investigaban como feminicidios; 40 como tentativa; probables, nueve; dos, de equiparado; 12 como accidente; ocho homicidios; seis suicidios, y dos muertes violentas.

Finalmente, las autoridades chiapanecas únicamente reconocieron 16 feminicidios, mientras el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio afirmaría que en esta entidad ocurrieron 92 asesinatos de mujeres.

En los días en que cobra vigor el movimiento de feminista, lo mismo en la ciudad de México, Puebla, Feria Internacional de Libro, en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, que en Monterrey, Oaxaca, Madrid, Buenos Aires, París, Berlín, Reino Unido, Estados Unidos, así como en otras ciudades del planeta, en Chiapas, el drama se magnifica con la presencia de miles de mujeres migrantes que siguen siendo víctimas del acoso sexual de agentes del Instituto Nacional de Migración, de las diversas policías, de bandas de explotadores sexuales y del crimen organizado.

Diariamente, sus cuerpos aparecen mancillados por los municipios fronterizos de Suchiate, Tapachula, Cacahoahtán, Tuxtla Chico, Huixtla, Huehuetán, Villa Comaltitlán, en la Región Soconusco, víctimas de todo ante la indefensión que viven al involucrarse

en actividades del narcomenudeo y la prostitución, en su afán de obtener recursos para continuar su marcha hacia Estados Unidos.

Un ángulo que las mismas autoridades de la Secretaría de Gobernación a cargo de doña Olga Sánchez Cordero, ni el propio Presidente Andrés Manuel López Obrador, no han considerado en su impacto al interior de la población chiapaneca-mexicana, en donde los niños, adolescentes y jóvenes, son testigos de una violencia sin precedente.

Grave problemática que el Gobierno de la República minimiza y responde con la simpleza de ponderar la presencia y participación de una Guardia Nacional que se mantiene apostada en la línea fronteriza con Guatemala, como figura decorativa, al incurrir en la desventaja de no alcanzar a cubrir los 654 kilómetros de la división territorial de fantasía.

Desde este espacio seguimos insistiendo de manera reiterada, acerca de la necesidad de que el gobernador Rutilio Escandón Cadenas, responda con mayor celeridad a sus gobernados, que mantienen su  demanda al Primer Mandatario, de un cambio de actitud, que vaya más allá del fácil discurso de continuar tratando de crear el muro militarizado, que desde Washington han ordenado se establezca, para frenar la migración internacional indocumentada hacia los Estados Unidos.

Termina el año y el panorama de los feminicidios en México, Chiapas y el mundo se vuelve más complejo, ante la apatía que abandera la impunidad.

Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013. Club de Periodistas de México.

Premio al Mérito Periodístico 2015 y 2017 del Senado de la República y Comunicadores por la Unidad A.C.