Voto 1970 y 2021, las elecciones cruciales de México

Este domingo 6 de junio de 2021, los ciudadanos mexicanos tendremos el derecho constitucional de acudir a las urnas en todo el territorio nacional para ejercer también nuestra obligación de votar, para reafirmar el rumbo de la democracia de México.

Se trata, según el Instituto Nacional Electoral, de la fiesta cívica más grande y trascendente de la historia de México, en la que participarán los integrantes del listado nominal de un padrón de 93 millones 528 mil 473 ciudadanos, que designarán a 500 diputados federales, 15 de 32 gobernadores estatales, 30 Congresos locales y mil 926 ayuntamientos para sumar un total de 21 mil 368 cargos de representación popular en juego.

Tiempo de definiciones y de un reto enorme vencer el abstencionismo que ha caracterizado los procesos electorales del país, que en la actual coyuntura los jóvenes podrían realizar el cambio por ser mayoría en la decisión de un voto razonado, en el que la pandemia del coronavirus, la severa crisis económica que pareciera ser la antesala de la registrada en 1932, la violencia predominante y la consecuente inseguridad, aunado a una polarización política sin precedente, podría ser determinante en la definición de la democracia que el país desea.

Elecciones intermedias en las que tradicionalmente la participación ciudadana apenas si ha superado el 40 % del padrón, pero que según las autoridades electorales federales han despertado un interés inédito al generarse una lista nominal con mayor cobertura en 30 años del ejercicio democrático, al alcanzar un nivel récord del 99.84 %, considerada como altísima, incluso si se compara con otras naciones del continente.

Comicios cruciales porque de la definición de los miembros de la Cámara Baja dependerá la continuidad del control mayoritario que desde 2018 ha mantenido el partido en el poder, Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que sumado a una mayoría más presionada en el Senado, de no alcanzar el sufragio suficiente a su favor, representaría un severo revés para los objetivos trazados por la llamada 4ª Transformación, definida ideológicamente como tendencia de izquierda.

Elecciones de suma importancia para el futuro del país, solamente comparadas por su complejidad, a las celebradas en 1970, dos años después de la violenta represión emprendida por el Gobierno de la República, en contra de estudiantes universitarios y politécnicos, que tendría su desenlace fatal el 2 de octubre en la Plaza de las Tres culturas, en el conjunto habitacional de Tlatelolco, con saldo de un número incontable de muertos por disparos de arma de fuego, del grupo élite de militares del “Batallón Olimpia” y de otras Corporaciones policiacas federales y del entonces Distrito Federal.

Días de movimientos estudiantiles en el mundo, de tendencia marxista-leninista que influenciaron a los jóvenes mexicanos, que tendrían como misión sabotear la realización de los XIX Juegos Olímpicos México 68, programados para ser inaugurados el 12 de octubre en el Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria, los cuales se llevarían a cabo hasta el 27 de ese mes, sin ningún problema.

El presidente Gustavo Díaz Ordaz asumiría toda la responsabilidad como jefe de la Nación para dar paso en 1969 a la candidatura por el Partido Revolucionario Institucional, del secretario de Gobernación, Luis Echeverría Álvarez, que obtendría el voto ciudadano y el triunfo en la contienda que le permitiría asumir la Presidencia de la República el 1 de diciembre de 1970.

Recuerdo muy bien esos comicios, porque en esa ocasión emití por primera vez mi voto, precisamente a favor de Echeverría Álvarez, como lo hicimos muchos jóvenes, convencidos de que representaba la mejor opción de cambio para México, como lo fue, al convertirse de 1970 a 1976 en el mandatario que recuperó la confianza en la máxima autoridad federal, realizando acciones que hicieron de los campesinos de toda la geografía nacional en productores rurales a gran escala, mediante el apoyo financiero y estímulos que permitieron afianzar la autosuficiencia alimentaria, respaldados por la creación del Banco Nacional de Crédito Rural (Banrural).

Una época de extraordinaria reactivación de los productores del campo que dio margen a la integración del Instituto Mexicano del Café, con Fausto Cantú Peña, al mando, que en su momento, el grano aromático constituyó el principal ingreso para la economía nacional, al grado de cotizarlo en las Bolsas de Londres y Nueva York.

Demostraría Luis Echeverría Alvarez su convicción de cumplir sus promesas, al constituir el Instituto de Comercio Exterior (IMCE), así como las Secretarías de Turismo y Reforma Agraria, además de repartir 16 millones de hectáreas a los campesinos en los estados de Sinaloa y Sonora.

Pasajes de hace 50 años comparativos en cuanto al estilo de gobernar, que sería considerado como un populista que utilizó los recursos del Estado para enseñar a producir la tierra a los campesinos, logrando un gran arraigo entre la población, como en los años recientes lo hiciera el actual mandatario Andrés Manuel López Obrador, que en 2018, en el tercer intento, triunfaría en los comicios presidenciales.

Distintas épocas, ahora ensombrecidas por factores de mayor riesgo, que inciden en la contienda electoral, como ha sido posible constatar en el periodo proselitista de 2018, semejante en los hechos de violencia, a los de la contienda de 2021, que tiene su desenlace este domingo 6 de junio, con la diferencia de que ahora no se vota para designar en las urnas al presidente de la República, como tampoco a la totalidad de los alcaldes, aunque sí la misma mitad de gobernadores, legislaturas locales, pero ahora de manera prioritaria, la renovación de la Cámara de Diputados federal.

Los datos de ambas jornadas democráticas así lo establecen, pues mientras hace tres años se contabilizaron 774 agresiones físicas, secuestros o amenazas, en los tiempos de campaña que culminaron este miércoles 2 de junio, precisan que sumaron 782, en tanto que en el final del sexenio priísta anterior, 48 ungidos a cargos de representación popular serían asesinados y a casi la mitad del mandato morenista (2018-2024), han sido de 35 postulados, entre hombres y mujeres, de un total de 89 decesos de políticos aspirantes a partir de septiembre de 2020.

De acuerdo con la información acumulada por expertos en el seguimiento del problema de violencia previo a la emisión del sufragio ciudadano, que cada tres y seis años se registra en México, con la observación de una tendencia preocupante a la alza, se concluye que es muy clara la intención de sus promotores, de inhibir el voto, al propiciar entre la población un clima de zozobra que tradicionalmente ha repercutido en un elevado nivel de abstencionismo.

Los registros indican que los principales blancos de la actividad delictiva se han reflejado de manera contundente (44 % del total), en los candidatos de la alianza Va por México, conformada por los partidos Acción Nacional (PAN, Revolucionario Institucional (PRI), y de la Revolución Democrática (PRD), seguidos, con el equivalente al 28 % de las agresiones, por la coalición integrada por los partidos Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Verde Ecologista de México (PVEM) y del Trabajo (PT).

El mayor impacto de los eventos que llegan hasta los extremos de hechos de sangre, se suscita en el ámbito municipal, al volverse más común el enfrentamiento, sea por apasionamiento o por los intereses de grupos en juego que han adquirido tintes todavía más radicales al incorporarse en las pugnas por el control de las alcaldías, el poder del dinero y de las armas del crimen organizado.

Las estadísticas revelan que es precisamente en este primer nivel de Gobierno del Estado Mexicano, donde se concentra el 75 % del total de los incidentes al margen de la legalidad, ocupando la segunda posición aquellos vinculados con una diputación local y el 9 % a los de las legislaturas federales.

Para los asesinos, identificados como sicarios, no ha importado si sus víctimas son hombres, que ha sido lo común, o mujeres que han aceptado el reto de intervenir en política, al readecuarse a su favor los porcentajes más equitativos para la presencia femenina en la vida política nacional, sin pensar que al hacerlo se convertirían en blanco fácil de este tipo de mercenarios.

Coyuntura de una época en que este tipo de acontecimientos plenos de violencia verbal o física se han convertido en temas centrales en los medios de comunicación impresos, electrónicos y cibernéticos, estos últimos convertidos en verdaderos campos de batallas de golpes bajos y palabras altisonantes descalificadoras que han ido del insulto a la amenaza o de acusaciones sin ningún fundamento, que ya ni el morbo despiertan, dado el hartazgo prevaleciente entre los seguidores de Redes Sociales.

En Chiapas, como en el resto del país, los intentos desestabilizadores han resultado hasta ahora fallidos, para causar entre la ciudadanía el desánimo ante los comicios más importantes de la historia democrática de México, los más grandes, de acuerdo con la visión del Instituto Nacional Electoral (INE).

Reunión el jueves 3 de junio del gobernador Rutilio Escandón Cadenas en la capital chiapaneca, con los 123 alcaldes de la entidad para subrayar la importancia a los ediles de respetar la voluntad popular, garantizando una jornada transparente y legítima, en la que haría la advertencia de evitar el uso de los recursos públicos en la jornada dominical del sufragio.

Llamado del mandatario a los chiapanecos, a hacer de este evento de elecciones, una gran fiesta cívica y democrática, y con ello se convierta en un motivo de ejemplo y orgullo nacional, por lo que invitó a sus conciudadanos a participar de manera libre, voluntaria y en apego a la ley, a elegir a sus futuros representantes en las Presidencias Municipales y en los Congresos estatal y federal.

Hay certeza de que en la entidad se

tendrá como en 2018 una gran afluencia de votantes en las urnas, por lo que desde la perspectiva oficial se han afinado todos los detalles de coordinación entre los tres niveles de Gobierno, para que la jornada de emisión de las papeletas electorales, se desarrolle en las mejores condiciones de armonía, bajo el resguardo de los dispositivos de seguridad obligados y con la presencia de observadores de organismos internacionales.

Hoy 6 de junio es el día de la definición del México que se quiere para la fase inmediata de la segunda parte del sexenio 2018-2024. En Chiapas está dada la voluntad gubernamental del apego estricto a la Ley, para el logro de elecciones limpias y transparentes. En el resto del país, también.

Ahora todo queda en manos de esa gran lista nominal de más de 93 millones de votantes, para forjar un México más democrático y justo, donde la palabra y voz del pueblo cuente y decida.

Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013. Club de Periodistas de México.

Premio al Mérito Periodístico 2015 y 2017 del Senado de la República y Comunicadores por la Unidad A.C.