Kamala a AMLO: Frene tráfico de Fentanilo a EU

Kamala Devi Harris, vicepresidenta de Estados Unidos, subrayaría durante su visita oficial al país, el pasado martes 8 de junio, la preocupación de La Casa Blanca, por la creciente producción en territorio nacional, del Fentanilo, la droga sintética más barata y 100 veces más potente que la morfina y 50 que la heroína, que mantiene a la Unión Americana desde 2017, en situación de Emergencia, con el grave agregado de que México se ha convertido en el segundo proveedor de esta substancia para los consumidores estadounidenses.

La abogada y política demócrata de 56 años, la primera mujer en ocupar la segunda posición de poder en la historia del vecino del norte, conoce y bien del tema, pues ha sido de 2011 a 2017, fiscal General del estado de California –la sexta economía del mundo-, y de 2017 a 2021, senadora por esa misma entidad, más poblada del país, con más de 40 millones de habitantes, conoce a fondo el problema de la epidemia de opioides y de la importancia del crimen organizado en territorio mexicano, que la genera.

Su mensaje como experta en el tema prioritario para el interés de Washington, manifestado personalmente al Presidente Andrés Manuel López Obrador, fue muy claro y preciso: “Es necesario que México frene el tráfico de Fentanilo proveniente de China, que entra por sus puertos”, sin mencionar por sus nombres a los de Manzanillo, Colima; Lázaro Cárdenas, Michoacán; Guaymas, Sonora; Ensenada, Baja California y Salina Cruz, Oaxaca, que están en contacto con la terminal marítima de Yangshan, que moviliza más de 40 millones de contenedores anualmente, representando el 25 por ciento del comercio exterior de la potencia asiática.

Sin abundar en detalles sobre este tipo de contrabando de substancias químicas importadas por el crimen organizado desde México, “que causa daños y estragos en Estados Unidos”, la mujer funcionaria más poderosa de la Unión Americana, explicaría:         

“Y que luego de entrar a México entra a Estados Unidos y la prensa de Estados Unidos sabrá el daño que ha causado, cuando se convierte en opioides y los estragos que ha causado en nuestro país, la interconexión y la interdependencia. Me parece miope que los que estamos dedicados a resolver problemas, digamos que vamos a responder únicamente a la reacción, en vez de abordar la causa”.

Encuentro con los periodistas que le acompañan y los representantes de los medios de comunicación mexicanos, a quienes informaría antes de retornar a Washington, de los temas abordados durante su reunión con el Presidente López Obrador, la cual calificaría de “un éxito”, y en la que acordaron llevar a cabo los esfuerzos necesarios en torno a la seguridad bilateral, para detener el contrabando y tráfico de armas, así como del Fentanilo, así como de la necesidad de mayor vigilancia y control en los puertos del país, en lo que está trabajando el Presidente”.

Habrá que recordar que desde 2016, por decreto del Presidente Enrique Peña Nieto, cada terminal portuaria, tendrá una Capitanía de Puerto, que dependerá de la Secretaría de Marina, con una jurisdicción territorial y marítima delimitada, en la que se autorizarán arribo y despachos de las embarcaciones y artefactos navales; regular y vigilar las vías generales de comunicación; requerir los certificados e inspeccionar a cualquier embarcación, además de actuar como auxiliar del Ministerio Público e imponer las sanciones en los términos de la Ley de Navegación y Comercio Marítimo, entre otras.

Una medida Presidencial que pareciera no haber funcionado en los cinco años que se mantuvo vigente, al ordenar el Primer Mandatario, el pasado 1 de junio, “la integración definitiva de la Marina Mercante a la Armada de México, lo que implica que todos los puertos del país serán administrados por la Secretaría de Marina”.

Y olvidando que se trata del involucramiento de uno de los dos mandos de las Fuerzas Armadas, el titular de la SEMAR, José Rafael Ojeda, afirmaría que “no hay ni habrá militarización en esas 117 zonas de entrada al país, sus aduanas y las Administraciones Portuarias Integrales (APIS), en los litorales, en todas las cuales lo que se pretende es enfrentar la corrupción”.

Decisión que adopta el Presidente López Obrador, una semana antes de la visita de la vicepresidenta estadounidense Kamala Devi Harris, previendo el reclamo del contrabando, producción y exportación del Fentanilo a la Unión Americana, que haría crisis en forma de epidémica desde 2017, como lo reconocería el entonces jefe de la Casa Blanca Donald Trump.

Aunque no se hablaría de ningún tipo de fracaso bisexenal en la intervención militar en las zonas portuarias enlazadas con el comercio chino, el Jefe de la Nación explicaría en la ceremonia del Día de la Marina, desarrollada en Veracruz:

“Que no es solo para recordar hechos, hazañas históricas, sino para venir a atestiguar la unión entre la Marina Mercante y la Armada. ¿Por qué esta nueva unión? Porque antes la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) era la encargada del manejo de la administración de los puertos de México, y nosotros tomamos la decisión de que la administración y la operación de los puertos de México, quedará a cargo de la Secretaría de Marina.

“¿Por qué razón? Porque es esta institución, la más preparada, para defender la soberanía desde las costas y los mares de México, y también en estos tiempos es sin duda, la Secretaría de Marina la que garantiza el poder enfrentar las amenazas del contrabando, y de la introducción de droga a través de los puertos del Golfo y del Pacífico. Por eso, argumentó, la Secretaría de Marina asume las tareas de la Mercante”.

En lo que constituye el reforzamiento de la militarización de México, Andrés Manuel expresaría su certeza: “Ahora los marinos son los encargados responsables, custodios de las puertos de México. Esta unión va a significar garantizar, hacer valer nuestra soberanía y contribuir a combatir a la delincuencia organizada y a la delincuencia de cuello blanco; al desarrollo de nuestro país. Por eso me da mucho gusto estar con ustedes, es muy importante, independientemente de la especialización que tenga una marina o la otra. Que estemos unidos por el bien de la patria, por el bien de la nación“.

Y por si hiciera falta, el almirante secretario Ojeda, enfatizaría también su convicción de que el proceso de incorporación de la Marina Mercante a la Secretaría de Marina, pretende desterrar actos de corrupción y malos manejos, y de ninguna manera, reiteró, militarizar el sector. Un mensaje a la sociedad: No hay, ni habrá militarización en los puertos”.

Pero la acusación de la corrupción imperante, sin decirla abiertamente, está hecha en voz de la vicepresidente Harris, que seguramente está enterada de que de 2016 a 2021, los puertos del Pacífico y del resto de la república, han estado sujetos al mando militar de la Secretaría de Marina, la cual fue renovada el 1 de diciembre de 2018 y ahora reforzada por lo menos hasta 2024.

Ante el auge mundial del consumo de opioides, al que considera como una crisis preocupante, en su informe más reciente de la Organización de las Naciones Unidas sobre las drogas, (2019), advierte que en Estados Unidos, después de la mariguana, el Fentanilo y sus análogos constituyen el mayor peligro en América del Norte, por sus efectos más devastadores.

Precisa: “En la última década, además de los analgésicos recetados y la heroína, Estados Unidos ha visto la introducción de una nueva droga en sus mercados: el Fentanilo. Esta substancia puede ser producida por empresas farmacéuticas, siendo recetada a pacientes con dolor postoperatorio, dolor crónico o a personas con un alto nivel de tolerancia a otros opioides. Sin embargo, en su mayoría, el Fentanilo se produce de forma económica en laboratorios clandestinos, situados principalmente en China y México, y se vende en los mercados ilegales bajo los nombres de Apache o China White”.

Estimación de que a nivel mundial, los consumidores de opioides eran 53 millones en 2017, que sumaron dos tercios de las 585 mil personas que murieron, mientras que de los 11 millones de adictos que se inyectaron drogas, un millón 400 mil viven infectados por el VIH, y cinco millones 600 mil con hepatitis C. Comparativamente con 2009, el incremento de farmacodependientes fue de un 30 por ciento.

Tanto la Heroína como el Fentanilo, se han convertido en substancias ilícitas, al endurecerse en Estados Unidos las medidas de control en los mercados legales, donde se podían obtener bajo prescripción médica, lo cual fomentaría la “industria” de consumo de opioides alternativos más baratos, dando paso a la segunda y tercera ola de la epidemia, que en su breve estancia en México, destacaría la vicepresidenta Kamala Devi Harris.

En la Unión Americana, cuando lo receta un médico, el Fentanilo se puede administrar en forma inyectable, de un parche que se coloca sobre la piel o en forma de pastillas que el paciente disuelve en la boca como si fueran para la tos. El que se consume ilegalmente y que está asociado con más frecuencia con las sobredosis recientes, se fabrica en laboratorios clandestinos. Este sintético se comercializa en forma de polvo, vertido en gotas sobre papel secante, en envases de gotas para los ojos o rociadores nasales o en pastillas parecidas a las de otros opioides autorizados

Los expertos de la ONU, consideran que “la producción de opio estimada en 2018 ascendió a 7.790 toneladas, cifra de las más altas de la serie histórica, aunque inferior a la del año anterior. Afganistán es de largo el mayor productor de opio del mundo, pero detrás se sitúa ya en 2017 México con 586 toneladas, después de superar a Myanmar. Los cultivos de adormidera en México han subido anualmente en la última década desde las 6.900 hectáreas de 2007 a las 30.600 de 2017.

“Las drogas sintéticas también están en auge y siguen expandiéndose. En Asia, el continente más poblado, son las más consumidas.

La ONU reconoce que es difícil hacer estimaciones sobre estas drogas sintéticas, pero el incremento de las incautaciones y el descenso de los precios apuntan a un mercado en continua expansión”.

El mayor mercado de consumidores de Fentalino, lo representa Estados Unidos, seguido de Europa, aunque habría que plantear al Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, voltear los ojos no solamente para responder al encargo realizado por la Casa Blanca, sino al inminente riesgo en el consumo nacional, que todo parece indicar se encuentra en niveles que deberían encender los focos rojos de quienes están responsabilizados de su atención.

No debe olvidarse que todavía en las décadas de los 80 y 90, México era utilizado como trampolín para el trasiego de la cocaína colombiana hacia Estados Unidos, y que al aplicar con mayor rigor sus controles fronterizos, mucha de la droga se quedaba en el país y daría comienzo a su comercialización en todo el territorio nacional.

Tampoco, que como está comprobado, una sociedad con demasiada pobreza, desempleo, inseguridad y violencia como la nuestra, es fácil presa de las adicciones. El espejo está al otro lado de los tres mil kilómetros de Frontera que nos separan de los estadounidenses.

Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013. Club de Periodistas de México.

Premio al Mérito Periodístico 2015 y 2017 del Senado de la República y de Comunicadores por la Unidad A.C.