¿Cerrarán juzgados municipales?

La desaparición de los juzgados municipales en Tuxtla Gutiérrez, es otro golpe que asesta el alcalde Carlos Morales a la corrupción y a personas que se encontraban comisionadas a otras funciones y no a sus adscripciones. Los empleados fueron concentrados todos con el jurídico del ayuntamiento que se tardó en desmantelar esta red de corrupción que operaba al interior de la presidencia municipal.

Sin duda, los juzgados municipales tenían una función muy importante pues servían para conciliar en algunos temas que se presentaban entre particulares; sin embargo, también servían para llevar presos a quienes incurrían en faltas menores, pero aprovechándose de la ignorancia les cobraban demás, y eran recursos que nunca llegaban a la tesorería del ayuntamiento, ya que los jueces reportaban cuotas mínimas.

En estos juzgados se cometían abusos al máximo, pues primero la policía municipal extorsionaba a los detenidos que encontraba borrachitos en las calles, peleándose o haciendo sus necesidades fisiológicas les exigían dinero para no llevarlos a los juzgados, y si no les golpeaban para luego entregarlos a las cárceles municipales, donde les robaban sus pertenencias y pedían cuotas hasta de 800 pesos para dejarlos en libertad, mientras que reportaban entradas mínimas, de tal forma que era un gran negocio, pero al cerrarlos definitivamente se terminará, aunque habría que ver si realmente quedarán infuncionales definitivamente, por lo pronto han concentrado al personal que hacia de las suyas en estos lugares.

Por otro lado, también hay pendientes de atender en otras áreas, donde simple y sencillamente no le tienen miedo a las medidas que se aplican y arriesgan su suerte, por eso aquí los descubrimos.

Por ejemplo, en el área de bibliotecas, que quedaron desplazadas por el tema de tecnología y que ya no son utilizadas actualmente pues todos se van a internet para realizar sus investigaciones, resulta que en administraciones municipales anteriores se aprovechaba al personal y material que tienen para dar cursos y talleres en verano dirigidos a niños y adolescentes, pero actualmente la directora de Bibliotecas, Olga Palacios Albores, no tiene idea de cuál es su función y tampoco le preocupa, por eso hay días que ni siquiera abre sus oficinas.

Esto pueden comprobarlo muy fácilmente sorprendiendo a la funcionaria que es muy buena para cobrar, pero no para atender sus responsabilidades, ya que casi nunca llega y tampoco tiene preparada ninguna actividad para las vacaciones que están en puerta y que se llevaban a cabo de manera gratuita. El tema es que no tiene idea de cómo activar la biblioteca, pero tampoco le interesa más que cobrar su salario.

Otro caso es el de Sergio de la Cruz Vázquez que está encargado del Museo Zoque de Copoya, asegura ser privilegiado y estar en el primer circulo, por tanto nunca abre, eso sí, puntualmente cobra su salario, de tal manera que estas áreas deben también ponerse en orden, aprovechando que se está limpiando la casa, la basura debe sacarse bien.

Pacto

Entre Chenalhó y Aldama existe un conflicto desde hace décadas, mismo que difícilmente se resolverá con la firma de un acuerdo de no agresión entre los dos pueblos. Indudablemente que las intenciones del gobierno de Chiapas son las mejores, pero hay temas que no se terminan por decretos y eso lo debería saber muy bien Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, que arribó a Chiapas para fungir como testigo de honor de este pacto, que no quiero ser ave de mal agüero, pero que se puede romper en cualquier momento por cualquiera de las partes que se sienta agraviada, más allá de que los presidentes municipales hayan estampado su firma en un documento.

En fin, la buena voluntad del gobernador Rutilio Escandón, sin duda es una realidad, pero no debe perder de vista que las diferencias llevan mucho tiempo en este lugar y los alcaldes muy poco pueden hacer para controlar los ánimos, por eso, hace bien en reconocer que no se puede hablar de paz definitiva, sobre todo cuando los rezagos que tiene Chiapas no se pueden esconder.

Finalmente, la presidenta municipal de Aldama, Verónica Ruiz Pérez, y el alcalde de Chenalhó, Abraham Cruz Gómez,  y los representantes de los comuneros de ambos municipios se comprometieron a cumplir con este documento, pero lamentablemente, insisto, las bases se cocinan aparte y no son fáciles de convencer. Lo más prudente es seguir de cerca el conflicto para no tener sorpresas.

Con filo

La famosa regidora Adriana Guillén, que por cierto antes fue regidora del ayuntamiento de San Cristóbal y ahora lo es de Tuxtla Gutiérrez, por el Partido Revolucionario Institucional sin que cumpliera con el tema de residencia, presume en redes sociales a sus menores hijos con cerveza en la mano, lo cual es algo grotesco sobre todo viniendo de una representante popular que se supone es un ejemplo para la sociedad. De verdad, qué lamentable exhibir de esa manera a dos infantes que ni siquiera saben lo que tienen en sus manitas y posan para la foto con su carita sonriente…///Terrible lo que pasa en el municipio de Comitán donde Armando Cordero Tovar, padre de Emmanuel Cordero Sánchez, actual alcalde de este lugar, es quien realmente gobierna este municipio, a través de un Consejo de Mejoras Regulatorias, donde pasan todas las decisiones; es decir, que Emmanuel es un corderito manso dominado por su padre, lo peor es que con esta decisión se incurre en el delito de nepotismo pues también están incrustados ahí Roberto Cordero, tío del edil, el hermano del presidente Armando Cordero Sánchez y la mamá del alcalde; es decir, toda la familia es la que decide el rumbo del municipio, lo cual habla de la incapacidad del joven alcalde…/// Otro presidente municipal que se encuentra en el ojo del huracán es el de Tapachula, Oscar Gurría Penagos, que la semana pasada fue denunciado por Casandra Simón Lobeira, luego de haber sido despedida de manera injustificada. La inconforme denuncia que hace ocho meses sufrió un accidente y le fue amputado el pie izquierdo, siendo soldada raso, así se presentaba a trabajar en una silla de ruedas, hasta que simple y sencillamente le informaron que por instrucciones del alcalde estaba despedida. Relata que al sostener un dialogo con el alcalde de Morena, le dijo que acudiera a los tribunales que hiciera lo que quisiera pero que de su cuenta corría que no regresara a trabajar, lo anterior habla de la prepotencia y el desprecio de Oscar Gurría hacia personas discapacitadas, por lo que la Comisión Estatal y Nacional de los Derechos Humanos deberían intervenir, ya que la afectada lo único que pide es su trabajo, que desempeñaba a pesar de su discapacidad.

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