En 2023 se celebrará el 75º aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, un hito histórico para la humanidad. Sus 30 artículos definen los derechos civiles, políticos y sociales básicos que toda persona merece, sin importar su origen, género o religión. Adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948, esta declaración nos llama a defender los derechos humanos y comprometernos a hacer realidad los principios universales en nuestra vida diaria.

Recientemente, tuve el privilegio de participar en una mesa redonda en Ginebra, Suiza, organizada por la Unión Interparlamentaria (UIP) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) en el marco de la Iniciativa Derechos Humanos 75.

Este encuentro reunió a parlamentarios de todo el mundo y contó con la destacada participación de Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, y Martin Chungong, secretario General de la Unión Interparlamentaria.

Las discusiones se enfocaron en el papel fundamental del parlamento en la promoción de los derechos de las mujeres en la participación política, el empleo digno y la educación en igualdad de condiciones con los hombres.

Además, se presentó la edición de 2023 del Manual para Parlamentarios sobre la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y se hizo un llamado a la implementación práctica de los principios de la CEDAW.

Durante casi 20 años, la UIP ha colaborado con el Comité de la CEDAW, compartiendo la creencia de que el parlamento desempeña un papel esencial para garantizar que los derechos consagrados en la Convención se traduzcan en una realidad.

Los parlamentos son fundamentales en la promoción de políticas de desarrollo sostenible basadas en nuevas métricas de progreso en todos los sectores y niveles. En efecto, el poder legislativo, sus funciones de supervisión, influencia presupuestaria, participación pública y sus esfuerzos de cooperación internacional contribuyen a la utilización efectiva de nuevas métricas para impulsar agendas de desarrollo sostenible en todo el mundo.

Tuve el honor de compartir la experiencia de nuestro país en la búsqueda de la paridad de género en el Congreso de la República, después de un largo camino de lucha liderado por generaciones de parlamentarias. Gracias al apoyo del entonces presidente, logramos alcanzar la paridad de género en el poder legislativo en 2014.

Actualmente, hemos logrado avances significativos en el empoderamiento político de las mujeres en los congresos del país. México se destaca como líder entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en cuanto al mayor porcentaje de mujeres en los parlamentos. Somos un ejemplo internacional de paridad en los congresos, junto con países como Ruanda, Cuba y los Emiratos Árabes Unidos. Hasta ahora, solo seis países en el mundo han alcanzado la paridad en sus parlamentos.

La participación en foros internacionales como este nos permite identificar desafíos y buenas prácticas. Ayuda a trazar una clara hoja de ruta para lograr una verdadera igualdad en la representación de las mujeres en todos los ámbitos.

En esta ocasión, los parlamentarios de todo el mundo hemos asumido individualmente el compromiso de la Iniciativa Derechos Humanos 75 e implementaremos acciones concretas en nuestros países. En mi caso, me comprometí a garantizar la participación plena, igualitaria y segura de las mujeres en la toma de decisiones políticas en todos los niveles.

Después de mis conversaciones con funcionarios de las Naciones Unidas, he decidido impulsar acciones para abordar uno de los problemas más urgentes que enfrenta nuestro país en los últimos años: la violencia y la muerte de periodistas y activistas mujeres.

En enero de 2024, México se someterá al Examen Periódico Universal, donde se revisarán 264 recomendaciones emitidas por las Naciones Unidas en 2019 y se evaluarán las acciones que se han implementado en materia de derechos humanos desde entonces y sus resultados.

En consonancia con esta evaluación, convocaré a un foro en la Cámara de Diputados con organizaciones de la sociedad civil, parlamentarios y otros actores relevantes para dar seguimiento a este tema.

Basta ya de muertes de periodistas y activistas. Sin duda, este año marca un aniversario que nos obliga a reflexionar sobre lo que se ha logrado y lo que queda por hacer en materia de derechos humanos. Estoy convencida de que con acciones como estas lograremos sociedades menos desiguales, más justas y prósperas.