Día Mundial del Contacto y el boom de los mensajes a extraterrestres

¡Llamando a ocupantes de naves interplanetarias! Durante décadas, el fervor humano por descubrir si hay alguien más allá de las estrellas escaló a escenarios muy creativos. En la segunda mitad del siglo XX, después de Guerras Mundiales y en plena tensión geopolítica, hombres de ciencia y aficionados idearon formas para contactar extraterrestres, aunque sus métodos nunca empataron.

Desde 1953, el 15 de marzo se conmemora como Día Mundial del Contacto, una celebración que visibiliza el deseo de comunicarse con seres alienígenas y de seguir mirando hacia el espacio exterior.

El curioso día surgió por iniciativa del Buró Internacional de Platillos Voladores (IFSB, por sus siglas en inglés), el cual consideró que, si los extraterrestres son una civilización más inteligente y avanzada que la nuestra, podríamos comunicarnos con ellos a través de la telepatía. Desde aquel 1953, cualquier persona puede enviar un mensaje con su mente para contactar con seres del espacio

Telepatía con alienígenas, motivación para el Día Mundial del Contacto

El libro de Jay David, The Flying Saucer Reader, publicado en 1967, expuso algunas formas de contacto extraterrestre con aparentes resultados positivos. El autor aseguró que las inteligencias no terrícolas recurren a percepciones extrasensoriales para comunicarse y que, años antes, ciertas agrupaciones humanas establecieron comunicación no terrícola por canales como la telepatía.

El ya mencionado Buró Internacional de Platillos Voladores (IFSB) fue una de las organizaciones más importantes en ese rubro. Se fundó en octubre de 1952, a cargo de Albert K. Bender, como una asociación de ufólogos aficionados sin fines de lucro.

El líder del IFSB motivó a sus miembros –y a cualquier interesado– a establecer comunicación telepática con seres de las estrellas y lanzó una convocatoria internacional para enviar un mensaje masivo; mientras más mentes se concentren en el aviso, más lejos podría llegar, según su hipótesis.

A las 6 p.m. –hora de Connecticut, Estados Unidos– del 15 de marzo de 1953, un número incalculable de personas cerraron sus ojos y repitieron ¡Llamando a los ocupantes de naves interplanetarias! en su cabeza, sin hablar o pensar en otra cosa. “Si los tripulantes de los platillos captan la telepatía, sin duda recibirán un mensaje enviado por cientos de humanos”, sostuvo Jay David en su libro.

Nunca se comprobó que alguien recibió respuesta alienígena, pero desde ese momento continúan los intentos anuales por contactar telepáticamente con seres de las estrellas.

Discos de Voyager, grabaciones humanas para el espacio exterior

En otro intento de contacto extraterrestre –mucho más científico–, la NASA y la Organización de las Naciones Unidas lanzaron al cosmos dos discos LP llamados Golden Records de las Voyager. La misión ocurrió en 1977, comandada por los astrónomos Carl Sagan y Frank Drake.

Para estas grabaciones intergalácticas se recabó una gran cantidad de material audiovisual sobre la humanidad, para que cualquier civilización no terrícola nos conozca y sepa que sólo queremos paz.

Los discos están hechos de cobre, recubiertos en oro y anclados a las sondas Voyager 1 y 2, listos para ser escuchados por inteligencias alienígenas. Tienen instrucciones “universales” para reproducirlos a 16-2/3 revoluciones por minuto y para localizar nuestro planeta, si desean visitarnos.

Entre los archivos que se lanzaron al espacio están 115 fotografías, codificadas de forma análoga y de fácil lectura con la tecnología apropiada. Se enviaron conversiones matemáticas, medidas terrestres, composiciones orgánicas, fotografías del Sistema Solar y retratos de habitantes terrestres.

También contienen 55 saludos en los idiomas más hablados de la Tierra, con palabras de bienvenida y paz para cualquier interlocutor. Según comentó Linda Salzman, colaboradora del proyecto, no existió un guion para los oradores, sólo se les pidió idear un breve saludo para extraterrestres.

“Amigos del espacio, ¿cómo están? ¿Ya comieron? Vengan a visitarnos si tienen tiempo”, frase que se grabó en chino amoyés; “Saludos para ti, seas quien seas. Venimos en amistad con aquellos que son amigos”; mensaje dicho en griego.

Los Golden Records tienen sonidos de erupciones volcánicas, trenes, ranas o latidos que representan la vida terrícola, además de una selección de 27 piezas musicales de diferentes épocas y autores, entre ellos Bach, Louis Armstrong y Mozart.

El entonces Secretario General de la ONU, Kurt Waldheim, compartió unas palabras con los posibles seres cósmicos que escucharán los discos, similares al mensaje telepático de la IFSB

Las Voyager 1 y 2 tienen un largo camino por recorrer. Según cálculos de sus planificadores, su batería de plutonio-238 tardará más de 80 años en perder su energía, tiempo suficiente para mantener contacto con la NASA, pero apenas llegarán a un nuevo sistema planetario en 40 mil años.

Una vez que sus baterías mueran, las Voyager continuarán con su inerte avance por el espacio, llevando consigo los Golden Records de la humanidad. En palabras de Frank Drake, “esta será [los discos dorados], a largo plazo, la única evidencia de que alguna vez existimos”.

La telepatía del IFSB o los discos que Sagan y Drake idearon no fueron los únicos intentos para contactar con seres de las estrellas, ese campo todavía tiene mucho por desclasificarse y explorarse, pero aún hay incertidumbre sobre si haremos contacto con alguna civilización extraterrestre, o si incluso será una comunicación amistosa. Pero eso nos impide seguir mirando hacia el cosmos.