La vida es sueño

Hace 45 días era insospechado el nacimiento de un equipo de futbol con jugadores con discapacidad intelectual en Querétaro. Escucho de intentos y proyectos que eso fueron, pero —por alguna razón— no terminaron de germinar y sucumbieron ante la corriente muy mexicana de la inconsistencia. Somos poco comprometidos y a la hora de pedir somos los primeros, y los últimos a la hora de dar. Pensamos lo contrario, nos gusta que piensen de nosotros que somos solidarios, entregados y tenemos buena voluntad. La realidad es que nos confundimos.

Somos voluntariosos, nos encanta ayudar en el momento, participar y servir, pero en unos 15 días se nos acaba el gas, se nos olvida que nada es suficiente, que no hay dinero que alcance y que lo nuestro no es el compromiso.

Calderón de la Barca citó que La vida es sueño y retomo esa filosofía al imaginar que en medio del ir y venir de esfuerzo, hay cansancio, pero ganas, compromiso y futbol. Que en unos meses, la iniciativa ”Pies Capaces en Querétaro», no sea sólo «Rayados Pies Capaces», producto del sueño de «Memo» Rojas que contagia a Rus García y a José Aarón Vásquez, quienes le van al América, sino «Toño», quien le va al Querétaro y a Pablo, quien recién llega de Aguascalientes’n y le va al Necaxa.

Me quiero adelantar a los propósitos de Año Nuevo con la proyección de un futbol humano y diferente que, paso a pasito, lo consiguen llevados de la mano de Luis Mariano López, quien los entrena en Indereq Querétaro 2000 los domingos a las 10 de la mañana. Sueñan con jugar futbol, no sólo ellos, sino sus papás, familiares y amigos. Una Liga local en Querétaro, un equipo de jóvenes del colectivo DI (Discapacidad Intelectual) en cada Liga de futbol amateur, una categoría en la que se juegue este futbol tan diferente, no para competir, sino para compartir.

Sueño porque la vida es soñar, con que la iniciativa llegue a San Luis Potosí, Aguascalientes, León, Toluca, Tijuana, Guadalajara, Cancún, Ciudad de México, Pachuca, Tula y Jasso Hidalgo, Veracruz y en general a cada ciudad mexicana y más allá. Querétaro y Monterrey tienen ya representantes.

La responsabilidad social es de todos y el futbol es la herramienta. Se trata de incluir a la discapacidad, ellos son los que importan y «reclaman» un espacio para jugar futbol.

Inscribimos a nuestros hijos en un equipo en el que juegan desde niños. Como jóvenes y adultos buscamos un equipo en el cual jugar, pero cuando el destino es diferente, ¿por qué no tener un equipo en el que la discapacidad intelectual tenga un espacio, en el que puedan expresarse mediante el futbol? La Fundación Manos Capaces, con los jóvenes que trabajan en Manos Cafeteras, ha puesto el ejemplo de que se puede: café y un balón para la inclusión que despierta.

@fernando_andere