El ombudsman nacional, Luis Raúl González Pérez, aseveró que la población indígena requiere acciones concretas para hacer efectivo el cumplimiento de sus garantías, como la recién creada Escuela Itinerante de Derechos Humanos de los Pueblos y Comunidades Indígenas.
De nada sirve el reconocimiento de los derechos de las personas, ni los mecanismos para exigir su cumplimiento, si éstas los desconocen; los integrantes de comunidades indígenas necesitan tener conocimiento amplio y debido de los mismos y de la manera de hacerlos vigentes y defenderlos, enfatizó.
Este modelo educativo “tiene como propósito preparar y contribuir en la formación de defensores de derechos humanos, con base en la investigación-acción para incidir y transformar con el apoyo de herramientas tecnológicas para construir y compartir conocimiento en todas las regiones del país”, expuso.
Por ello, la escuela Itinerante llevará los saberes hasta el lugar donde se encuentra el alumno, que no tiene que desplazarse ni erogar gastos. Esa, la itinerancia, sostuvo, constituye una de las mayores virtudes, pues los derechos humanos no son derechos estáticos, sino vivos y en movimiento.
Se trata de la primera instancia especializada en la defensa de los derechos humanos en el mundo para los pueblos indígenas. Los derechos humanos tienen vigencia en la medida en que existen defensoras y defensores que los hacen efectivos, abundó.
El titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) recordó que la escuela servirá a los propósitos que establece la Constitución, la cual impone a los servidores públicos los deberes de garantizar, proteger y promover los derechos y libertades fundamentales, y por ello su puesta en marcha resultaba impostergable.
En la presentación de la escuela, Nira Cárdenas, de la Oficina en México del Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, destacó la necesidad de garantizar el acceso a la justicia a los indígenas, pues se han detectado condenas desproporcionadas por los delitos que se les acusa.