La elección del Poder Judicial

La elección del Poder Judicial

Mucho se ha dicho sobre la elección del Poder Judicial, de entrada hay dos interrogantes: ¿Es la solución para terminar con la corrupción, el amiguismo y los compadrazgos políticos? ¿La gente está interesada en votar?

Difícil que los problemas se resuelvan. La raíz de la corrupción es profunda y su solución pasa por la creación de un servicio profesional de carrera, que sea evaluado por órganos ajenos y estándares que garanticen sean los mejores quienes impartan justicia en México.

En el país la ineficiencia de la justicia ha permitido que se perpetúe un régimen de impunidad, por ello no importa quienes lleguen, mientras no se cuente con los mecanismos necesarios toda la preparación y el contenido ético que puedan tener los abogados será relegado por un sistema judicial obsoleto y anquilosado.

A lo anterior, hay que sumarle que la gente no está interesada en participar y quien lo haga no entiende cómo utilizar las boletas. Al ser una elección tan amplia no se tiene la posibilidad de conocer a todos los candidatos, que dicho sea de paso han cometido el gran error de sentirse en campañas de sombrerazo y baile proponiendo una sarta de barbaridades y llenando las redes de contenidos que pasan de la gracia a la bufonería, y es comprensible que tengan que recurrir a esas estrategias para darse a conocer, pero se les ha olvidado que su única función será aplicar la ley y conducirse con apego al derecho.

Mal harán, los ciudadanos, si acuden a votar por el más gracioso o el que tiene mayor número de seguidores; cometerán el grave error de replicar lo que ha sucedido al elegir a funcionarios que en futbolistas, cantantes, actores, actrices y una serie de personajes sin conocimiento de la cosa pública. Sus resultados son evidentes y siguen siendo una gran carga para la nación.

No parece que la elección al Poder Judicial sea la solución a los problemas de la impartición de justicia en México, pero si hay la posibilidad de elegir a quienes estarán impartiendo la justicia se debería de tener como punto de partida el currículum vitae de cada aspirante y, así, enfocarse en la preparación académica y su trayectoria. Quizá, eso permita lograr elegir a quienes puedan realizar un trabajo digno.

Si esta manera de elección llegó para quedarse debe de involucrarse y participar. Tiene que pugnar porque lleguen los mejores, quizá esa sea una remota posibilidad de que en un futuro el Poder Judicial se vaya limpiando de los males que tiene.

La elección del próximo 1° junio, que tendrá una baja participación y un serio problema para entender cómo contar los votos, será la posibilidad para corregir el proceso y buscar encontrar mecanismos democráticos que permitan lleguen los mejores.