Roxana Ruiz Santiago es originaria de Pinotepa Nacional, en la región de la Costa; es madre de un niño de cuatro años y desde hace siete se mudó con su esposo al municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México. En mayo pasado fue aprehendida por asesinar al hombre que la violó.

Desde el penal de Nezahualcóyotl Bordo de Xochiaca, Roxana escribe una carta en la que relata cómo se mudó de Oaxaca en busca de una vida mejor y concluyó sus estudios de primaria, hasta que se separó de su esposo, tres años atrás.

Por ello, rentaba un cuarto y trabajaba, mientras su suegra la apoyaba cuidando a su hijo. En mayo, narra, fue sorprendida en flagrancia con un cuerpo en un costal. Algunos medios de comunicación afirmaron que estaba alcoholizada, mientras ella sostiene: “Él me había violado y yo sólo quise defenderme”.

Tras malos tratos de la policía, Roxana fue trasladada a la procuraduría, pero no le realizaron las pruebas correspondientes para acreditar la violación. “Me presentaron golpeada, pero no tomaron fotografías y no tomaron en cuenta mi declaración para que yo pudiera defenderme”, lamenta.

Recuerda que la noche del suceso acababa de salir del puesto de papas donde labora y aceptó la invitación de una mujer, quien le ofreció una cerveza; después llegó un hombre, quien se ofreció a acompañarla a su casa. Ella accedió.

El sujeto la convenció de dejarlo dormir en su casa, argumentando que vivía lejos, y ella le cedió un espacio en el piso. El hombre la golpeó y violó. En un intento por defenderse, lo asfixió con una playera. Después, sacó el cuerpo en un costal, para abandonarlo en la calle.