Tres carros calcinados en violento enfrentamiento

Cientos de casquillos percutidos de diversos calibres que permanecen en el asfalto de la carretera y el centro de Lajerío, así como tres autos calcinados y otros más dañados, son las pruebas de los intensos enfrentamientos armados entre dos grupos delictivos en esta localidad del municipio de Frontera Comalapa. Lo anterior ha ocurrido en el transcurso de la semana pasada, a consecuencia de la pelea por el control de esta región para el trasiego de drogas y migrantes.

La violencia se apoderó de estas dos localidades ubicadas en la zona del Grijalva, del municipio fronterizo, desde el pasado 22 de mayo, cuando dos grupos criminales se enfrentaron a balazos por el control de la región.

Atemorizados, los pobladores huyeron, pero a su regreso se encontraron con vehículos calcinados, uno en la entrada sur, otro frente al domo de la localidad y uno más sobre la salida al ejido Benito Juárez; así como cientos de casquillos percutidos de varios calibres que se encontraron en el centro de la comunidad y en la entrada a esta localidad.

Además de varias viviendas donde se dieron las balaceras, mismas que sufrieron daños en ventanales, paredes y láminas del domo principal; “las ráfagas de metralleta y detonaciones de bombas se escuchaban hasta esta localidad de La Josefa”, señaló uno de los pobladores.

Añadió diciendo: “No me imagino lo que vivieron los desplazados y por esa razón huyeron”.

Asimismo, confirmaron que varios animalitos de corral y ganado vacuno murieron en los corrales y potreros, pues el abandono por más de una semana conllevó a que no se les pudiera alimentar y dar agua en los bebederos”. “Es una pestilencia en esos lugares”, afirmaron.

Aunque aún se siguen realizando recorridos en los alrededores de Lajerío, se prevé que más indicios de violencia sigan apareciendo. Mientras que otros pobladores prefieren mantenerse lejos y a salvó con familiares en otros municipios, en espera de que el Ejército Mexicano restablezca el orden y se mantenga de manera permanente en el lugar para asegurar el orden y la paz.