Migración productiva, ordenada y empática

Las caravanas migrantes, las excentricidades y el racismo de algunos políticos estadounidenses, el aumento en los flujos y las desgracias de las cuales han sido víctimas las personas migrantes han hecho que, desde hace algunos años, la movilidad humana sea un tema muy visible y lucrativo a nivel mediático.

Abundan notas sobre la llegada masiva de migrantes, de novedosas estrategias de securitización fronteriza y de abusos infames en contra de migrantes. Sin embargo, salvo por el tema de las remesas, poco se habla del potencial productivo y círculos virtuosos asociados a los flujos de seres humanos. Recientemente y a raíz de la terrible muerte por asfixia de 40 migrantes en la estación migratoria de Ciudad Juárez, desde la organización Agenda Migrante, promovimos un decálogo de acciones urgentes para mejorar la situación de l@s migrantes en nuestro país.

Uno de los puntos clave en dicho documento, es la puesta en marcha de un modelo incluyente para una migración segura, ordenada, humana y productiva.

Instalamos un grupo de trabajo junto con el Instituto Nacional de Migración y otros aliados estratégicos para avanzar en este propósito. Entre estos, el Consejo Coordinador Empresarial, cuyo presidente, Francisco Cervantes, hace algunas semanas subrayaba la necesidad que tienen diversas industrias mexicanas de contar con mano de obra y la posibilidad de capacitar y brindar una oportunidad laboral a migrantes.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, por su parte, de la mano del gobierno mexicano ha puesto en marcha un modelo de inclusión de refugiados en el que, de acuerdo con Giovanni Lepri, director para México, se ha logrado la contratación de 30 mil refugiados, quienes pagan cerca de 170 millones de pesos al año en impuestos.

Esta cifra representa poco más de 4 veces el presupuesto de la Comisión Mexicana para el Refugio. En el mismo sentido, se ha sumado TENT México, quienes están formando una coalición de empresas comprometidas con los refugiados para la formación, tutoría y contratación de estos.

Es importante que México cuente con un modelo de atención e inclusión productiva de las diversas categorías de migrantes en nuestro territorio. A pesar de que muchos no cumplen con los requisitos para que se les reconozca el estatuto de refugiado, vienen de contextos y situaciones muy complejas que ameritan ser analizadas, para que sean protegidos y apoyados bajo este tipo de esquemas.

Muchos de los migrantes que llegan a México cuentan con experiencia en diversos sectores. Los que no, pueden capacitarse para alguno de los numerosos sectores en los que hace falta mano de obra. Los grandes retos para lograr círculos virtuosos con los flujos migratorios son: primero, romper con las barreras generadas por el estigma, el racismo y la ignorancia y, segundo, la inclusión financiera de este sector.

Entre las barreras que aún hace falta superar, están las dificultades y limitaciones impuestas por instituciones bancarias para que las personas en movilidad puedan abrir una cuenta, y las trabas legales que impiden la contratación de migrantes.

La migración no va a acabar. Esta semana se anuncia un repunte en los flujos migratorios y nuevas nacionalidades de llegada; queda claro que la militarización y la amenaza de poco ha servido para evitar que las personas salgan de sus países.

En los últimos 5 años, las solicitudes de refugio en nuestro país se han incrementado en un 7 mil % y, aunque varios solicitan el reconocimiento de esta condición con miras a obtener la protección de Estados Unidos, muchos otros ven México como una opción.

Es momento de asumir la realidad y de garantizar una condición digna a todas las personas, que los migrantes sean concebidos como trabajadores potenciales y que los Estados establezcan políticas complementarias para la migración.

Las necesidades y demandas del sector privado son una puerta de entrada para los migrantes, es momento de hacer un cambio de fondo, repensar y apostar por un modelo que combata la exclusión y que apueste por la empatía y la productividad.