Chiapas y la austeridad

Es fácil predecir lo que va a ocurrir en términos de austeridad en Chiapas a partir de este sábado ocho de diciembre: actos políticos más sobrios y con menos ostentosidad, burocracia ahorrativa, no usar la famosa casa de gobierno, como señal de sobriedad económica y una nueva relación con los grupos sociales que a cada rato bloquean carreteras u obstaculizan el quehacer institucional, entre otros.

Necesario será que todos sus reclamos sean encauzados por la vía del diálogo y la negociación hacia soluciones viables, nada más, que dejen de estar fastidiando a terceros con sus constantes bloqueos carreteros y que el nuevo gobierno los meta en cintura, al amparo de la ley.

Es cierto, Rutilio Escandón recibirá como herencia muchos pendientes económicos por resolver, a lo cual habrá que buscarse una solución favorable a los reclamantes, pero algo muy distinto será que esos mismos grupos u otros que busquen otras soluciones tomen como rehén al gobierno estatal con sus constantes violaciones al derecho constitucional de tránsito o atentados a la propiedad privada.

Seguramente a partir de hoy sábado, los ofrecimientos oficiales van a ser más auténticos y genuinos. Si el gobierno cumple con su palabra ofrecida a los grupos inconformes, éstos no tendrán motivo fundado para seguir con sus acciones ilegales.

Seguramente el nuevo gobernador, Rutilio Escandón, va a aplicar la misma doctrina y filosofía política que su correligionario de Morena a nivel nacional, Andrés Manuel López Obrador.

La esencia sí irá de la mano de su gobierno, eso que ni qué: todo lo que tenga que ver con honestidad, transparencia y austeridad, proclamados a nivel nacional tendrán que invocarse también a nivel estatal. Congruencia, pues.

El proceso de transformación podría realizarse de manera distinta, por una simple y sencilla razón: las regiones y las provincias mexicanas son distintas entre sí. Eso obliga a tratar de manera diferente a sus ciudadanos. 

En Chiapas iniciará hoy sábado un proceso de transformación que se antoja interesante, con diferentes protocolos y distintas formas de gobernar.

A nivel federal los actores políticos son otros, la forma de pensar de la gente es otra, sus intereses son otros, sus formas de actuar son más civilizadas y, sobre todo, los reflectores tienen una cobertura más amplia, intensa y con minuciosa observación de terceros.

Los procesos de cambio de las sociedades tienen que ser de manera gradual.

Tendría que ser en Chiapas menos radical el proceso de cambios y transformaciones. La lista podría ser fácilmente predecible: hacer actos menos ostentosos y más sobrios que sus antecesores, dejar de usar la famosa Casa de Gobierno será también un acto de austeridad –será un museo-, adelgazar de manera importante la burocracia será otro acto plausible, porque con ello se lograrán varias cosas, entre otras, buscar ser más eficientes en el servicio público y ahorrar dinero para ser usado en temas más urgentes de la gente más necesitada.

Lláven y su circunstancia

Todo apunta a que Jorge Luis Lláven Abarca será el nuevo Fiscal General de Chiapas.

Hay cuatro nombres propuestos ante el Congreso del Estado: Jordán de Jesús Alegría Orantes, Jesús Ernesto Molina Ramos, María Esther García Ruiz, Roger Celerino Nanguyasmú y Jorge Luis Lláven Abarca.

Pero él posee los atributos indispensables para ese cargo: relaciones políticas, experiencia en el ramo y, especialmente, aquella virtud que no cualquiera tiene, la de “el hombre y su circunstancia”. Es estar presente en el momento y lugar adecuado, cuando terceros han de tomar decisiones importantes que le favorezcan.

Los cuatro nombres serán enviados al nuevo gober, éste a su vez seleccionará una terna, la terna regresará al Poder Legislativo. Los diputados seleccionaran a uno de esa terna, muy pronto.

Juan Gabriel Coutiño

Conozco a Juan Gabriel Coutiño Gómez desde tiempos en que él era director del área jurídica del Congreso del Estado, hace quizá unos 18 años.

Después él estuvo en la misma área del ayuntamiento tuxtleco, posteriormente fue magistrado presidente del Poder Judicial de Chiapas y, en últimos años, se desempeñaba como notario público en esta misma entidad.

Juan Gabriel sobresalió en su generación. Algunos se quedaron en el camino manchados por la inexperiencia, avaricia o la egolatría. Él desempeñó con sensibilidad política los cargos públicos de importancia que él ocupó, en los que a él le tocaba tomar decisiones.

Sin embargo y de acuerdo con información de algunas personas que trabajaron con él en el Poder Judicial, Coutiño Gómez fue solidario con todos los trabajadores compañeros suyos: gestionó y logró aumento del 2% del presupuesto de esa institución y, al mismo tiempo, logró el aumento del ciento por ciento de los sueldos de los trabajadores, permitió que se becaran al cien por ciento a trabajadores en dos generaciones de las maestrías en impartición de justicia a cargo del Instituto de investigaciones Jurídicas de la UNAM, generaciones de la maestría en derecho Constitucional y Amparo impartida por la UNACH y dos generaciones de la maestría en Derecho Civil impartida por el INEF, además de dos doctorados.

De igual manera, fomentó múltiples diplomados, cursos y seminarios. Privilegió la capacitación y profesionalización de los servidores públicos del Poder Judicial. Privilegió, de igual manera, diversos cursos de oposición para ascender a actuarios, secretarios de acuerdos de juzgados y salas, así como jueces.

Y, durante su administración, puso en marcha en 2012 el Sistema Penal Acusatorio y echó a andar el Sistema de Justicia Restaurativa, entre otras cosas. 

Bueno, el tema es que los trabajadores del Poder Judicial lo recuerdan como un funcionario sensible a las necesidades de los trabajadores de los distintos niveles.

Sirva este preámbulo para expresarle una felicitación por la nueva encomienda que le han dado a nivel nacional.

alexmguels@hotmail.com