Temor por el Futuro

Educación Encallada

El temor por el futuro de México aumenta cada día no solo por la violencia sino por la incertidumbre por la perspectiva económica. Nunca se había sentido dos formas intensas de ver la senda a recorrer: por un lado, los partidarios de AMLO insisten en que las cosas van bien pero ya comienzan a dudarlo al calor del fracaso de las obras faraónicas; por el otro, el segmento crítico acelera sus protestas al sentir la depauperación colectiva, la paulatina entrega del poder a los militares y el desproporcionado y acelerado “boom” del narcotráfico además de la intromisión grosera en el proceso electoral adelantado.

Cada vez es más oscura la visión del mañana y con ella la intranquilidad general salvo entre quienes intentan cerrar los ojos para no observar hasta donde llega el caos. Y es posible desmenuzarlo desde el balcón de los hechos y, sobre todo, lo que más duele a los mexicanos -incluso por encima de la inseguridad y los saldos oscuros de la pandemia-, sencillamente los bolsillos cada vez con menos fondo.

Es un hecho que el alza en los alimentos representa un duro golpe que no ha sido analizado con la debida precisión salvo cuando se va al mercado y es posible percatarse de que se requiere dejar junto a las cajas un buen número de productos porque ya no alcanza con el presupuesto destinado a ellos.

Si bien la inflación general se sitúa por encima de los 8 puntos -nada comparables todavía a la sufrida durante el pavoroso sexenio de Miguel de la Madrid cuando se elevó a 159.2 por ciento además de una devaluación de 3 mil 100 por ciento-, el contacto directo con los precios de alimentos y enseres domésticos castiga bastante más a la economía hogareña y ello trae consigo un mayor rencor hacia las acciones del gobierno.

Para colmo las referencias constantes a la alineación política con Cuba, Nicaragua y Venezuela -además de Colombia luego de la reciente asunción de Gustavo Petro a la presidencia-, solo prometen desabastos y hambrunas considerando que algunos productos se han salido de la canasta de la estabilidad, como la papa, el aguacate o el tomate. En contraste guerreamos con Perú, donde AMLO es persona non grata oficialmente, mientras en Ecuador, el candidato que despreciaba a AMLO fue asesinado.

La cuestión es que lo anterior confluye a una creciente desconfianza que, por supuesto, altera la correlación entre gobernados y gobernantes porque los engaños ya no pueden ocultarse y cada vez son peores los augurios porque las estadísticas oficiales no coinciden con lo palpable.

Por otro lado, los actos terroristas en varias entidades del país, Jalisco, Guanajuato, Chihuahua -tres entidades gobernadas por la oposición, la primera por el MC y las dos siguiente por el PAN- Baja California y San Luis Potosí -ganadas por Morena con serias impugnaciones- cierran un círculo en el cual tanto unos mandatarios como otros parecen encontrarse al filo del abismo o no tienen otra salida que negociar con los mayores “capos” para asegurar sus propias espaldas aunque las comunidades ardan y todos se tiren la pelota lavándose las manos propias.

Para colmo, salta a la vista que el presidente López está acorralado entre los mandos castrenses y los sicarios de mayor envergadura. Por ello quizá, con ansiedad evidente, decidió trasladar a la Sedena a “su” Guardia Nacional luego de entregarle a ésta 277 cuarteles por todo el país y haberles dado el control de las carreteras y, lo que es mucho más grave, las negociaciones para tratar de evitar catástrofes mayores por parte de los cárteles en crecida.

La Anécdota

No puede pasarse por alto, además, la ligereza con la que se llevó a cabo el nombramiento de Leticia Ramírez Amaya como reemplazo de Delfina Gómez Álvarez quien optó por retirarse, con el aval presidencial, para competir y ganar la gubernatura del Estado de México a pesar de los serios cuestionamientos sobre la poca honradez de la señora y el desastre en el que se encuentra la Secretaría que ocupó. Ahora viene el escándalo imparable sobre los libros de texto.

Como es evidente nada importa la opinión pública ante los mayores caprichos de AMLO: la SEP es de las mujeres y, sobre todo, de las maestras de primaria con escaso brillo laboral y nula experiencia en los campos de educación superior y, especialmente, en cuanto toca a los modelos educativos hechos trizas antes, durante y después de la etapa peor de la pandemia.

loretdemola.rafael@yahoo.com