Amelia Catalina

Tragedias y dolor

Amelia Catalina era licenciada en Derecho. Madre soltera y cansada de sus penurias, en febrero de este año decidió probar suerte yéndose a Tijuana, urbe que lugareños del sursureste y centroamericanos la ven atractiva para ganar dinero por sus grandes industrias y fábricas, decenas de ellas trasnacionales.

Sin embargo, está considerada la quinta ciudad más violenta del mundo, registrando una tasa de 105 homicidios por cada 100 mil habitantes, documenta el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal.

Esos datos no son ilógicos. Tres años atrás yo estuve allá visitando a un amigo. Me alojé en un hotel de esa bullanguera avenida Revolución, que no duerme y en ella se ve y practica de todo, incluyendo por supuesto los placeres carnales.

Una balacera de madrugada interrumpió mi sueño el día que llegué. Me refugié bajo la cama. Tres muertos, saldo del tiroteo, reportaron diarios locales al amanecer siguiente.

Cuarenta y ocho horas posteriores tomé un avión y regresé a Tuxtla, pese a tener planes de quedarme una semana. Admito que, además del miedo, extrañaba el pozol y la botana de El pelucas, popular y democrática cantina del corazón tuxtleco.

En Tijuana coinciden diversas culturas, razas y colores. El salto que sigue es hacia el anhelado sueño americano que, infinidad de veces, termina trágicamente.

Cacahoatán se localiza en la región del Soconusco de Chiapas. Pueblo bendecido por los encantos de la naturaleza y el poder de la historia, ya que su ascendencia es tolteca. Hay ruinas prehispánicas y su comida de chipilín deleita a paladares exigentes. Quiere decir “tierra de cacahuates”. Hace 32 años, ahí nació Amelia Catalina.

Ilusiones derrumbadas

Armada de valor y una valija repleta de ilusiones, Amelia subió a un autobús y descubrió Tijuana sin conocer a nadie. La idea es que, ya con trabajo y residencia, su hijo adolescente la alcanzaría. Sus planes se derrumbaron.

El 22 de junio de 2023, Amelia fue hallada muerta en un cuarto del hotel Guaycura, ubicado a 15 minutos -según leo- del cruce internacional San Ysidro y a diez de la famosa plaza Río.

Presentaba golpes principalmente en el rostro. Tuvo un deceso brutal y la policía todavía no ha hecho investigaciones porque a eso se exponen los migrantes: indiferencia de autoridades, explotación, abusos policiales, persecución institucional y delictiva, discriminación, asesinatos, etc.

Eric, joven también originario de Cacahoatán que busca fortuna y estrellas lejos de casa, conocía a Amelia y la veía pasar cerca de donde trabaja. Lamentó profundamente su caso.

Y escribió en Facebook, colocando emojis de tristeza y corazón partido: “No lo puedo creer; hace unos pares de semanas la miré, siempre la miraba. Yo apenas acabo de llegar a Tijuana y está muy dura la delincuencia aquí”.

Los padres de Amelia llegaron a Tijuana para recoger su cadáver, regresarla a Cacahoatán y devolverla a la madre tierra para iniciar su recorrido por Mictlán, el camino de los muertos que, todos, en fechas indistintas, habremos de transitar.

Impunidad y hedor

Dos tragedias recientes marcan la ruta de los inmigrantes: 1. - El accidente carretero tramo Tuxtla-Chiapa de Corzo, colonia El Refugio, 9 de diciembre de 2021, que dejó 54 defunciones y cien personas heridas. Un loco manejaba el tráiler Kenworth en el que iban hacinados.

En julio 28 de 2023 fueron encarcelados el conductor del tráiler de la muerte, así como Brayan, el motociclista que le abría paso y Juan Antonio, quien llevaba comida a los migrantes antes de su traslado con destino a la frontera norte de México.

Quedaron sujetos a proceso por homicidio culposo, tráfico de personas agravado, lesiones culposas y asociación delictuosa. No saldrán de El Amate por muchísimo tiempo.

2.- 24 de marzo. Es de noche. Los videos son aterradores. 74 personas fallecen incineradas en el centro migratorio de Ciudad Juárez. Hubo una omisión criminal desde altos mandos hasta funcionarios que cuidaban el refugio. ¿Por qué detuvieron a los migrantes?

Se sabe que la orden vino de Francisco Garduño Chávez, un hombre despreciable de 74 años titular del Instituto Nacional de Migración.

Entonces, para apaciguar la indignación nacional, se dijo que Garduño sería llevado a juicio. Fue un gazapo. A ello súmele que los mexicanos somos mnésicos porque olvidamos con facilidad.

Apenas este 8 de agosto, Garduño posteó en su cuenta de Twitter una foto, muy sonriente, de traje gris, acompañado de Dana Graber Ladek, Jefa de Misión en México de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Con ella, dice Garduño, optometrista y abogado, “analizamos las propuestas de innovación para las estaciones migratorias del INAMI”. Cuánto hedor.

Amelia se convirtió en otra estadística de ese sueño tan acariciado y difícilmente alcanzado. Es, sostienen investigadores, “una trampa de la meritocracia”. Amelia sólo quería vivir mejor…