Cumbre en la ONU ante crisis climática mundial

La Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, asume a partir de este lunes 23 de septiembre, un cambio radical frente al grave problema del cambio climático en el planeta, al realizar una Cumbre Mundial de jóvenes activistas que han arreciado sus críticas ante la indiferencia de los gobernantes de las principales potencias que inciden aceleradamente en el calentamiento global.

En un acontecimiento sin precedente, la sede representativa de países de los cinco continentes, ha dado comienzo desde el sábado 21, a un encuentro preliminar encabezado por el secretario general de la ONU, Antonio Manuel de Oliveira Guterres y la adolescente de origen sueco de 16 años, joven Greta Thunberg, conocida como “La Niña del Clima”, símbolo de la lucha por el uso de energías limpias, que a mediados de agosto partiera en barco desde Plymouth, Inglaterra a la ciudad de la Gran Manzana, atravesando el Océano Atlántico.

Mensaje claro de la juventud de todo el orbe, en cuanto a que el calentamiento global que ya se enfrenta, está provocando y traerá como consecuencia más migraciones, enfermedades y fenómenos extremos. Los desastres naturales se suman a la desigualdad mundial, agudizando la tragedia de la población más vulnerable. Sequías, inundaciones, cosechas arrasadas y enfermedades afectan a los que menos tienen y en especial a niños y mujeres.

Suma de 700 activistas, emprendedores y deportistas, menores de 29 años, invitados por la ONU, provenientes de todos los rincones de la tierra, que empezaron a dejar oír el sábado, sus voces en una sala especial del imponente edificio, ante los diplomáticos acreditados en el organismo más importante de la humanidad, que esta vez guardaron sus tradicionales discursos para escuchar otros, en los que la demanda común fue la de actuar con menos pasividad y desplegar más acciones concretas para frenar la destrucción del hábitat de más de siete mil 700 millones de seres humanos.

Severas críticas a quienes rigen los destinos de las naciones, por el legado que están recibiendo las generaciones actuales y las futuras, mientras el secretario general de Naciones Unidas se adhería a ellas, al ser el único orador como anfitrión, subrayando que los conflictos han existido siempre entre humanos, y que esta es la primera vez que se produce entre personas y la naturaleza. No hablamos solo de cómo se derriten los polos, sino directamente del sufrimiento de los pueblos.

Uno de los oradores del fin de semana, sería Timoci Nausala, de 14 años, proveniente de la provincia de Tailevu, en las islas Fiji, quien recordaría que en 2016, el ciclón Winston arrasó su hogar, lo que le hizo tomar conciencia del cambio climático que destruyó su escuela, su casa, los campos agrícolas, lo que le llevaría a iniciar una participación activa contra ese fenómeno, al participar en 2017 a la Cumbre del Clima efectuada en Bonn, Alemania, acompañando al Presidente de su país.

Ahora, después de vivir en carne propia el caos, Nausala ha llegado a la sede de la ONU, preocupado porque vive en una de las Regiones de mayor riesgo por el cambio climático, que según expertos del Reino Unido, advierten que un millón 700 mil de los 10 millones de seres humanos que ahí habitan, se verían obligados a emigrar en las siguientes tres décadas por la elevación del nivel del agua por los deshielos y las sequías.

De Argentina, la intervención del activista de 19 años, Bruno Rodríguez, un estudiante de Ciencias Políticas de la Universidad de Buenos Aires y fundador de “Jóvenes por el Clima”, además de seguidor del movimiento de Greta Thunberg, exigiría que las 100 compañías responsables del 71 por ciento de la emisión de gases de efecto invernadero, cambien su modo de producción, no sin antes considerar que el cambio climático es la crisis económica y cultural de nuestro tiempo, convertida en una emergencia existencial, por lo que los gobernantes y líderes sociales están en la obligación de dar un cambio radical a la situación.

Un discurso frente a diplomáticos ajenos al lenguaje directo utilizado por Rodríguez, quien iría más allá, al afirmar que la historia de Latinoamérica es la de cinco siglos de robos y saqueos, además de que la cuestión del cambio climático tiene que ver con los derechos humanos y la justicia social.

Tono por demás enérgico en su planteamiento: “Esto solo se va a cambiar si lo demandamos millones de personas, por eso los jóvenes salimos a la calle junto a los trabajadores y las comunidades marginadas, para luchar contra todo lo que están generando los líderes actuales. No vamos a esperar, hay que exigir acción ya”.

La española Patricia Ramos, estudiante de Medicina, de 19 años, llegaría de Madrid, como representante de la Organización No Gubernamental “Plan Internacional”,  comentaría que las más afectadas por el calentamiento global del planeta, son las niñas y mujeres adultas, por lo que su presencia obedece a su propósito de solicitar a los gobernantes su consideración del género femenino en la elaboración de las leyes.

Lenguaje directo y franco al responsabilizar a los mandatarios pasados y presentes, de las consecuencias del cambio climático y de ahí que el actual movimiento que desemboca en la ONU, es liderado por  jóvenes cansados de la indiferencia de los mayores frente a  la destrucción del hábitat terrestre.

Y vaya que no hay que ir tan lejos en el tiempo, para ubicar al presidente Donald Trump, como el principal enemigo de la lucha para frenar el calentamiento terráqueo, que en medio de su protagonismo y locura como efecto del poder como líder de la principal potencia internacional, a partir de que arriba a la Casa Blanca, anuncia el retiro de Estados Unidos del Acuerdo de París, considerado hasta ahora como el mecanismo idóneo para combatir la emisión de contaminantes a la atmósfera y llegar en 2050 a un equilibrio con la naturaleza.

Desquiciamiento de jefe de la Casa Blanca, que en su afán reeleccionista que implica no apoyar financieramente esta causa común en el planeta, a pesar de que la Unión Americana es la principal fuente de infición en el planeta, anunciaría el miércoles 18 de septiembre, declarar la guerra de su gobierno al estado de California, para impedir que continúe estableciendo estándares medioambientalistas más estrictos para evitar la emisión de gases derivados del consumo en sus automóviles, de combustibles fósiles.        

Lucha sumamente compleja por la diversidad de poderosos intereses en juego de  la industria automotriz mundial que se mantiene reacia a la sustitución de los hidrocarburos por tecnologías limpias, como el de los automóviles eléctricos.

Tan es así, que el mismo secretario general Antonio Guterres, revelaría que se vería en la necesidad de vetar los intentos de Arabia Saudita, Japón, Brasil y Estados Unidos, de tener injerencia como ponentes en la Cumbre Mundial de Jóvenes, mediante intervenciones en las que en ningún momento llevaran propuestas a favor de atacar el cambio climático.

Se trata pues, de un movimiento representado en los cinco continentes por los jóvenes, que son la mayoría en el planeta y que han empezado a tomar las calles de sus países para exigir a sus gobernantes planes concretos que coadyuven en la solución del calentamiento global, que han encontrado respuesta favorable y obligada en la misma Organización de Naciones Unidas, donde su líder se ha sumado a la causa común de lucha contra los gases de efecto invernadero.

Persiste en el ánimo de las ganancias de empresas petroleras transnacionales estadounidenses y fabricantes de automotores, la idea de seguir apoyando a Trump, que desde 2016, durante su campaña por la Presidencia adelantaría que de ganar sacaría a su país del Pacto de París, lo cual cumpliría al asumir el mando en Washington.

Nunca se imaginaron que Greta Thumberg, una adolescente europea, hoy apenas de 14 años, iniciaría en Suecia una campaña mundial para despertar la conciencia de un mundo aletargado y dominado por los que tiene al dinero como su Dios, daría comienzo a una lucha que ha empezado a minar su poderío de influencias y dominios de mercados, donde pronto las decisiones en la compra de automóviles, marginará a todo aquello que represente contaminación.

Están ya en Nueva York en un corto tiempo jamás imaginado, con la oportunidad de ser escuchados desde la tribuna más importante del planeta, en una Cumbre de Jóvenes histórica y sin precedente ante la amenaza de la autodestrucción del mundo, causada por una minoría de magnates, que no obstante la amenaza cercana del principio del fin, siguen aferrados a mantener su aberrante apuesta a los hidrocarburos.

Semana de grandes manifestaciones de miles por las calles y avenidas de la Gran Manzana, que demostrarán su adhesión a la lucha que en todo el mundo se ha iniciado a favor de la vida de la humanidad y no la muerte que abanderan y defienden los inmensos intereses de la industria automotriz de las grandes potencias.

Uso de energías limpias con nuevas tecnologías que eliminen los elevados consumos de gasolinas y diesel en automotores, así como el carbón en termoeléctricas que causan daño irremediable a la atmósfera, lo mismo que todo aquello con contamina ríos, playas y mares, llevando mensaje de destrucción al mundo animal y en general el medio ambiente.

La adolescente Greta Thumberg se mantiene como líder moral y símbolo, al grado de ser recibida por el líder máximo de la ONU en la sede neoyorkina, quien prefiere ser llamado como Antonio Guterres, la ha recibido con gran entusiasmo y emoción, a sus 60 años cumplidos, para sostener un diálogo en el que le ha expresado que la naturaleza está enfadada y devuelve al mundo el mismo golpe de destrucción.

Apenas el pasado martes 17 de septiembre reconocería que los objetivos son muy difíciles, pero posibles, destacando que  la clave en todo

ello para lograr el éxito, está en la necesidad de establecer la voluntad política como objetivo común. Esta aún no existe, pero veo cada vez más fuerte a la opinión pública y a la juventud radicalmente comprometida.

Declaraciones previas a la Cumbre Mundial del Clima, con la intervención de los adolescentes y jóvenes, durante una entrevista concedida a un consorcio global de 250 medios de comunicación especializados en el clima y sus efectos en la vida del planeta.

Convicción absoluta del dirigente mundial de origen portugués, en cuanto a que el factor de cambio es el movimiento civil, por lo que hizo un llamado a las sociedades del mundo a presionar a sus gobiernos para que entiendan que deben ir más rápido, porque estamos perdiendo la carrera ante los desastres naturales, cuyas consecuencias son cada vez más devastadoras, como recientemente ha ocurrido en Bahamas.

La misma sede de la Organización de las Naciones Unidas, es sin duda un mal ejemplo de esta causa, pues apenas hace cuatro meses empezaría a dejar de utilizar al plástico, para sustituirlo por cartón, papel y otros materiales de menor riesgo para la ecología y la vida.    

México tampoco puede ser considerado tampoco como aliado de la causa que lleva a los jóvenes del planeta a la Cumbre Mundial del Clima, si volteamos la vista a los objetivos del actual gobierno, de construir en el estado de Guerrero, una termoeléctrica que funcionará a base de carbón demasiado contaminante o de edificar en Tabasco, una Refinería.

Contradicciones en un mundo globalizado, en la que los jóvenes empiezan a asumir posiciones radicales a favor de la sobrevivencia humana, sin importar los riesgos de enfrentarse a las cúpulas del poder económico y político mundial, y de sus respectivos países, como ya se augura inminente.

Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013. Club de Periodistas de México.

Premio al Mérito Periodístico 2015 y 2017 del Senado de la República y de Comunicadores por la Unidad A.C.