Mal augurio por COVID-19; Chiapas, un muerto

Hasta ahora, los pronósticos de daños por la epidemia de COVID-19, en la inmediatez no son nada buenos para un país como el nuestro, cuyo gobierno minimizó la gravedad del nuevo tipo de neumonía, que hasta este martes 7 de abril, sigue encendiendo las alarmas en el mundo, por su peligroso avance tanto en número de muertos como de contagiados.

En México, las cifras empiezan a elevarse más rápidamente, pues del domingo 5 para el lunes 6, el número de fallecimientos se incrementó de 94 a 125, y este martes 7, ascendió a 141; de lunes a martes, el de contagiados pasaría de dos mil 143 a dos mil 785, y de sospechosos, se elevó de seis mil 295 a siete mil 526.

Y en Chiapas, se daría a conocer oficialmente el primer deceso de un hombre de 55 años de edad, originario del municipio de La Independencia, luego de que el 1 de abril diera positivo a la prueba de COVID-19, al ser internado en el Hospital General de la ciudad de Comitán. En la entidad se tiene oficialmente al martes 7, un registro actual de 28 infectados, a partir del 27 de marzo en que se inicia el conteo gubernamental.

Cifras que aumentan vertiginosamente a cada segundo en todos los rincones del planeta, donde en 191 países sumaron hasta este martes se pasaría a 81 mil 200 muertos, con respecto a los 73 mil fallecidos, así como de un millón 310 mil 930 a un millón 400 afectados por el contagio del “Coronavirus”, surgido apenas el 31 de diciembre en Wuhan, China. Record que establece igualmente, que de entonces a la fecha, se han curdo 297 mil 900.

Una enfermedad de alto impacto que no respeta edades ni tampoco niveles socioeconómicos o políticos, que a partir de la noche del domingo y de abril, adquirió mayor trascendencia al anunciarse en Londres, que el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, de 55 años de edad, había sido ingresado por la noche, a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital St. Thomas, tener dificultades para respirar, aunque en ese momento no fue necesario colocarle un respirador.

Decisión del equipo de médicos a cargo de la atención de la salud de Johnson, que al observar que el paciente empeoraba, dispuso su traslado a Terapia Intensiva, por lo que el gobernante, a quien se ha confirmado como infectado por el COVID-19, tomaría la decisión de designar en su lugar, a Dominic Raab, ministro de Relaciones Exteriores, quien de inmediato informaría a los representantes de los medios de comunicación ingleses, que “el gobierno sigue adelante con su tarea. El Primer Ministro está en manos seguras”.

Una víctima por demás importante, que por la noche del martes se mantenía aún aislado en el área de Cuidados Intensivos. Se trata del primer gobernante de una potencia occidental, contagiado por la cada vez más peligrosa enfermedad, como consecuencia de la indiferencia personal hacia el avance de la epidemia en su país, no obstante las advertencias de la Organización Mundial de la Salud, al clasificarlo como Pandemia global.

El no considerar al virus como una amenaza letal, mantiene hoy a Gran Bretaña en niveles de mortandad nunca imaginados en el breve tiempo, al acumular el lunes 6, cinco mil 373 defunciones y 51 mil 608 contagiados, entre los que se encuentra el Primer Ministro. Los datos oficiales de este martes 7, precisan un total de seis mil 159 decesos y 55 mil 242 infectados.

Una tendencia todavía más trágica en los Estados Unidos, donde el Presidente Donald Trump, también mostraría una indiferencia que actualmente le cuesta el repudio de la sociedad norteamericana, al dispararse de 10 mil 908 muertos el lunes 6 a 12 mil 722 el martes 7, para ocupar el tercer lugar mundial de fallecidos, después de Italia (17 mil 127 y 135 mil 586 contagios), España (14 mil 45 muertos y 141mil 942infectados), manteniendo su liderazgo de afectados por el COVID-19, con 398 mil 185 casos.

El no aceptar la realidad, le llevaría a ocultarla, para iniciar un conteo amañado del problema, que daría inicio el 29 de febrero, hasta  llegar en cuestión de cinco semanas a una situación que nunca se imaginaría el jefe de la Casa Blanca, que este 7 de abril en un afán inesperado de delegar su incapacidad para afrontar la crisis, acusaría a la Organización Mundial de la Salud de un mal manejo de la pandemia, además de mantener una posición favorable a China.

Muestras de impotencia de un Trump que mantendría hacia el mundo una conducta dictatorial, al amenazar a la OMS de cancelarle le participación económica de Estados Unidos, como sanción a su incompetencia, aunque no tardaría mucho en recular para aclarar que lo pensaría mejor.

Cifras aterrorizantes en la primera potencia del mundo, dadas por un equipo de asesores médicos de Oficina Oval en Washington, en cuanto a que aunque se  respetaran las medidas de aislamiento y distanciamiento social que se han implementado, la cantidad de muertos podría oscilar entre 100 mil y 240 mil, cifras inferiores al pronóstico de investigadores del Reino Unido, que han vaticinado hasta dos millones de decesos, lo cual será el fin de la carrera meteórica del Presidente Trump.

Avance demoledor del “Coronavirus” en la urbe más poblada de la Unión Americana, la ciudad de Nueva York, que concentra en el territorio estatal el 40 por ciento de los casos registrados en el país, elevando cifras a cinco mil 489 muertes y 139 mil infectados.

Ante esta coyuntura por demás adversa, el gobernador Andrew Cuomo, se vería obligado este lunes 6 de abril, a extender a toda la entidad una cuarentena hasta el 29 de abril, no sin dejar su escepticismo por el devenir histórico del grave problema de salud que enfrentan sus conciudadanos, que han observado una estabilidad en la tasa de mortalidad durante los últimos días.

En el medio científico, hay quienes se muestran optimistas, al considerar que la actual va a ser una mala semana, porque seguirá la escalada, aunque en la próxima se pueda empezar a dar un descenso de la mortalidad y contagios.

Opiniones muy calificadas como la del epidemiólogo más prestigiado de los Estados Unidos, Anthony Fauci, quien reconoce que el gobierno no puede afirmar que tiene bajo control la crisis , porque sería falso, pero aceptó que si el 90 por ciento de los 330 millones de estadounidenses se queda en casa, la situación puede cambiar para contener las infecciones.

Una posibilidad no tan viable de ser alcanzada, pues nueve gobernadores del Partido Republicano, afines al Presidente Trump (Arkansas, Oklahoma, Utah, Carolina del Sur, Iowa, Nebraska, Wyoming, Dakota del Norte y Dakota del Sur), han hecho caso omiso al llamado urgente de  la Casa Blanca de no abandonar sus hogares para evitar la expansión del COVID-19.

En los días en que está en juego la reelección del magnate inmobiliario, los mandatarios estatales no han convocado a los habitantes de sus entidades, a participar en este esfuerzo común, incluso recomendado por la Organización Mundial de la Salud, una vez declarada la Pandemia por el virus chino.

Actos desesperados del mandatario de la Unión Americana, que le llevan a utilizar por enésima vez su cuenta de Twitter, para dirigirse a la nación, esta vez marcadas el inicio del texto con letras mayúsculas en las que subraya: “30 DIAS PARA DESACELERAR LA EXPANSIÓN (del covid-19), eviten las aglomeraciones, lávense las manos, eviten viajar, trabajen en casa, desinfecten las superficies y si se sienten enfermos manténganse aislados. Juntos seremos fuertes y saldremos adelante de este reto”. Sin embargo, advierte que él no se someterá a tal disposición.

El poderío de la Gran Potencia líder de las siete economías más importantes del planeta, de la que tanto ha alardeado Trump al mundo, esta vez ha chocado con una realidad que le hace ver impotente, al no controlar tanto la letalidad como el acelerado ritmo de expansión del COVID-19, en todos los 50 estados de la Unión.

Tan compleja es ya la situación de incapacidad gubernamental federal, que en Nueva York se plantearía este lunes 6 de abril, la posibilidad de utilizar los parques estatales y nacionales, para sepultar temporalmente a muchas de las personas fallecidas, al ya no existir espacios en los cementerios.

Medidas gubernamentales nunca antes consideradas, pero ahora necesarias ante la ofensiva del “Coronavirus” en la mayor parte del país, que implican las advertencias de la aplicación de multas monetarias y encarcelamientos a quienes violen estas normatividades, que incluyen una cuarentena obligada de la población.

Una parálisis de la actividad de negocios estadounidenses, en la que no se involucran aquellos clasificados esenciales, como farmacias, supermercados y tiendas que expendan alimentos básicos, que provocan una situación de no sólo de calles vacías, custodiadas por la policía, sino de una inactividad laboral preocupante.

Problemas agregados, en los que los llamados “spingbreakers”, que a su regreso de unos días de vacaciones en Los Cabos México, a Texas, 28 de 70, todos estudiantes, dieron positivos a las pruebas de COVID-19, al ser examinados luego de su arribo en un vuelo charter, en el aeropuerto de la ciudad de Austin.

Una vez detectadas las infecciones, se sabría que las autoridades de ese importante polo turístico, ubicado en el extremo sur de la  península de Baja California, mantienen la medida de “cerrar totalmente el puerto y han promovido el aislamiento voluntario, sin adoptar medidas más estrictas”, lo cual dio pauta para que los adolescentes texanos, se divirtieran en las playas y antros, sin ninguna limitación en el consumo de alcohol y convivencias grupales.

Reportes de que en la Baja Sur, han fallecido dos personas afectadas por el virus chino, y oficialmente se tiene el registro de 10 casos confirmados de contagio, en tanto en Texas, el record de defunciones es de 38 y dos mil 900 infectados.

Demasiada tolerancia de las autoridades estatales y municipales

de Los Cabos, en aras de la realización de negocios, sin anteponer la seguridad de la salud de los pobladores, pues los jóvenes y adolescentes estadounidenses siempre han constituido en los principales centros turísticos del país, un alto riesgo de contagios múltiples por su conducta extremadamente liberal.

Mientras, en la ciudad de México, se daría a conocer la noticia del fallecimiento del policía segundo de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Efraín Santilán Morales, de 43 años, víctima del “Coronavirus”, adquirido durante el cumplimiento del deber al haber participado en el resguardo de la seguridad del festival “Vive Latino 2020”, autorizado irresponsablemente por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, los días 14 y 15 del pasado marzo.

No obstante estar prohibida por la Secretaría de Salud federal, la realización de este tipo de eventos masivos, al que asistieron más de 140 mil personas sin el obligado control sanitario mínimo, la funcionaria pasó por alto tal ordenamiento, para favorecer los intereses de la empresa privada organizadora, sin importar los riesgos a la salud de los asistentes.

Junto con el ahora occiso, están hospitalizados varios de sus compañeros y dos jefes, contagiados y en terapia intensiva, con alto riesgo también de perder la vida, mientras, como siempre ocurre, se ha anunciado “la realización de las investigaciones correspondientes para dar con los responsables”, como si no se supiera que se trata de la mismísima Claudia Sheinbaum Pardo, la funcionaria favorita del Presidente Andrés Manuel López Obrador, a la que en estricto apego a Derecho, debería de aplicarse la ley.

Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013, Club de Periodistas de México.

Premio al Mérito Periodístico 2015 y 2017 del Senado de la República y Comunicadores por la Unidad A.C.