Historias de taxi

Por un percance vehicular que, afortunadamente no pasó a mayores, últimamente he tenido la oportunidad de viajar en taxi y en la democrática combi, cosa que no nos es indiferente.

En cada colectivo y en cada “cuatro letras” hay una o más historias que contar, pero comenzaré con lo básico.

Me queda claro que la siempre prometida modernización del transporte simplemente no se ha logrado.

Sacando un promedio, de lo que me ha tocado ver en estas semanas, sin exagerar, cinco de cada 10 taxis se encuentran en pésimo estado.

Sin agregar el mal trato que dan algunos choferes (no debemos generalizar) que no cuidan para nada su presentación (algunos van en shorts), a las unidades les truena casi todo.

Parece que las combis se encuentran en una mejor situación, pues quizá están más a la vista de todos; sin embargo, en el caso de los taxis, aunque hay ahora los “rosas” y también los que pertenecen a sitios bien organizados, abundan otros de dudosa procedencia.

Su carrocería interior es tan deprimente que a algunos les aparecen los resortes de los sillones y otros huelen mal.

Lo del costo del servicio es un asunto que tampoco se ha logrado estandarizar. No hay una medida. Cobran lo que Dios les da a entender o lo que el cliente se deja.

Prácticamente nadie baja de los 70 pesos por dejada (sin importar la distancia), pero hay quienes se atreven a cobrar 80, 100 y hasta 130 pesos. Si es de noche la cosa es un tantito peor.

Según testimonios de los propios choferes de taxi los más abusados (o abusivos) piden más de 130 pesos para tratar de espantar al cliente para no ir a ciertos lugares, claro, que siempre pensando en “chicle y pega”.

La cosa es peor cuando los conductores detectan que se trata de paseantes, ahora con las vacaciones de verano. Quizá por desconocimiento o porque así están acostumbrados, no regatean.

Todo lo anterior nos lleva a concluir que aún falta mucho por hacer en rubros tan indispensables para la vida de una ciudad, como el transporte. Aún hay mucho por conseguir de parte de las autoridades…

La confianza

Son pocos los valores que resisten al embate de la modernidad y el afán de poseer lo que solamente es material.

Me encontré con José Luis un chofer que conduce un taxi, tipo versa, en uno de los sitios más conocidos en la capital chiapaneca.

Me contó que, desde hace algunos años, especialmente los fines de semana, le toca hacer guardia en los retenes donde se instala el famoso “alcoholímetro”.

Relató, a propósito de la tragedia ocurrida la mañana del domingo en la que dos jóvenes perdieron la vida en un terrible accidente sucedido a un costado del paso a desnivel del Libramiento Sur Oriente, que en el alcoholímetro se viven decenas de historias.

Hay el bolo consciente que una vez que ha dado positivo en la prueba, acepta que un conductor lo lleve hasta su domicilio y no tienen mayor problema.

Hay el que quiere “charolear” y empieza a amenazar a los agentes de Tránsito, de la Policía Municipal, Policía Estatal y personal de la Fiscalía que participan en estas acciones preventivas. A veces les funciona porque los del operativo temen perder sus puestos de trabajo, pero a veces les va peor.

Hay los que de plano van “hasta las manitas” que terminan pagando multas que superan los 20 mil pesos y tienen que pasar el fin de semana “guardaditos”.

Dentro de sus ocupaciones, me contó el chofer, él presta servicios a ciudadanos que (responsablemente) los fines de semana salen a tomar, pero prefieren pagar a alguien que los lleve y traiga.

Desde su perspectiva se trata de un asunto en el que aflora el valor de la confianza. Por un lado, el que pide el servicio confía en el “conductor designado” y por el otro, el chofer confía en que tendrá un buen ingreso que llega a ser de hasta 200 pesos por hora.

Como dijimos al principio, en los taxis y en los transportes colectivos se viven a diario cientos de historias. Ojalá que la mayoría fueran buenas y no como el taxista involucrado en el percance del domingo, quien estuvo a punto de perder la vida quizá por la imprudencia de otros…

Aderezos

-Deseamos que en el caso del accidente del domingo en la mañana en Tuxtla Gutiérrez se investigue con imparcialidad y no se vaya a cometer un acto de injusticia contra el chofer del taxi, quien estuvo en el lugar equivocado a la hora equivocada, según se puede ver en los videos…

-Los de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos ya ni son obreros ni campesinos. Desde hace años se metieron al negocio del transporte y los principales beneficiados son sus líderes que siempre llevan tajada. Por eso hacen desmanes como el de este lunes en Copainalá…

-Hay voces que se oponen el proyecto llamado Circuito Interior en Tuxtla Gutiérrez. Personalmente y en calidad de ciudadano, estoy a favor. Aligerará la circulación y modernizará a la capital…

cirocastillo@hotmail.com