AMLO en Chiapas

El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, realizó una intensa gira de trabajo de tres días por Chiapas para visitar los hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Bienestar en diversas regiones de la entidad.

El tema principal fue desde luego, el de la salud, pero como es natural abordó otros que seguramente traerán alguna repercusión más adelante por todo lo que implican.

Es importante que haya reconocido lo que muchos sabemos: Que el derecho constitucional a la salud en el país es “letra muerta” y que tenga claro que falta mucho para que la población tenga una atención integral como merece, ya que faltan medicamentos y personal médico, además del déficit en las instalaciones.

Es de suponerse que esta gira que será nacional porque visitará los 80 hospitales distribuidos en todo el país, comenzó en Chiapas por las condiciones de precariedad en el sistema de salud y por el amor que le tiene a estas tierras, que considera suyas, al igual que su natal Tabasco.

En tres días de gira visitó siete de los 10 hospitales del IMSS Bienestar existentes en la entidad (pronto regresará a recorrer los de Benemérito de las Américas, Ocozocoautla y Bochil), en los cuales corroboró las carencias, sobre todo en medicamentos, y la demanda de la población porque mejoren los servicios, que no son tan buenos como la gente quisiera, en parte por la irresponsabilidad de los anteriores gobiernos que se robaron el dinero. Qué bien que el mandatario se interese por conocer por él mismo cuál es la situación para que se mejore.

Más adelante se sabrá si la visita tiene otro fondo, pues al parecer se planea una fusión de instituciones de salud, con la finalidad de otorgar un mejor servicio a la población (la salud, la justicia y la educación están en crisis desde hace mucho tiempo) en general.

La gira dio la oportunidad al director del IMSS, Zoé Robledo Aburto, de mostrarse en todos los municipios en los que el presidente encabezó algún acto (Mapastepec, Motozintla, Guadalupe Tepeyec, Altamirano, Ocosingo, San Cristóbal y Venustiano Carranza), lo que, como es natural, ocasionó especulaciones futuristas, rumbo al 2024.

Desde luego que acompañar al presidente en las giras de trabajo no es una decisión que tomen los funcionarios como en este caso Zoé, pero era obvio que tratándose de una visita a los hospitales del IMSS, su director general tenía que estar en el recorrido.

Si la gira fue planeada en alguna medida para placearlo como se dice, aunque falte mucho para las elecciones estatales de 2024, eso sólo el presidente lo sabe. Y si las interpretaciones que se hayan derivado del acompañamiento tienen ese sentido político futurista, eso ya no se puede evitar. Igual su inclusión en la gira no tiene nada que ver con su proyección, pero de todos modos ahí queda el dato, la interpretación. Lo que sí se nota es que Robledo Aburto es gente de confianza del presidente.       

Otro elemento que queda para el análisis es la visita de López Obrador a la comunidad de Guadalupe Tepeyac, municipio de Las Margaritas, donde tiene la sede el municipio autónomo San Pedro de Michoacán, otrora bastión del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Habrá que ver si el grupo rebelde responde y en su caso en qué términos; si considera la visita como una provocación, a pesar de que en el discurso, el mandatario llegó en son de paz y le hizo un llamado a no pelear y a unirse.

Ningún presidente había llegado a Guadalupe Tepeyac, después del alzamiento armado de 1994, pero sí, resulta que en ese lugar está uno de los 80 hospitales del IMSS Bienestar que López Obrador se propone visitar. No se sabe si el EZLN considere o no como un acto de contrainsurgencia la visita y el ofrecimiento de los programas federales a la población de la zona. Habrá que esperar.

Otro asunto que salió a flote es el de la autopista San Cristóbal-Palenque, que se tenía previsto construir. Debido a la oposición de comunidades por las que pasaría, el presidente ha decidido que se amplíe y modernice la existente de 220 kilómetros.

Claro que primero es necesario llegar a acuerdos con los pobladores que viven a la orilla de la vía para que se pueda ampliar, y para el retiro de los fastidiosos topes que impiden transitar a una velocidad razonable.

Estas negociaciones tienen que hacerse relativamente rápido porque el tiempo corre y como dijo el presidente, “se nos va a ir el sexenio y no vamos a hacer nada”.

Con este anuncio ha quedado cancelada la posibilidad de la anhelada autopista, aunque podría decirse que desde el sexenio 2006-2012 ya había quedado descartada por la oposición de muchas comunidades. De todos modos, será un gran avance si se amplía y moderniza la actual y si se logra el retiro de los topes. Ya se verá.

Algo que se notó en la visita es que hay un cambio notable en las giras, pues a diferencia del pasado, ahora muchos ciudadanos inconformes pueden manifestarse con cartulinas y lonas y protestar en los actos que encabeza el presidente de la República y nadie les dice nada. Al final, cuando hay condiciones, son atendidos por el propio jefe del ejecutivo.

El domingo en San Cristóbal, por ejemplo, se manifestaron trabajadores del Cecytech -habrá que ver quién está detrás-, burócratas, maestros de la UPN y de la Sección 7 del SNTE-CNTE, entre otros grupos y nadie les dijo algo ni les impidió que ingresaron con las mantas y cartulinas. La incómoda, fastidiosa e implacable seguridad que imponía el ahora desaparecido Estado Mayor Presidencial también desapareció, y el acceso es ahora en general menos complicado.

Picotazos

La madrugada del pasado sábado 6 de julio falleció don Primitivo Martínez Ramírez, padre del compañero reportero Manuel Martínez López. Hombre alegre, platicador, bailador y músico -tocaba la mandolina-, se dedicó muchos años a la pirotecnia en San Cristóbal, oficio con el que dejó huella. Murió a los 93 años de edad. Vaya desde este espacio un abrazo solidario para el colega Manuel Martínez y para sus hermanos y hermanas. Fin.