¿Ignorancia o pretextos para vandalizar?

Con el argumento de que están en contra de la desinfección de espacios públicos y de la fumigación para prevenir el coronavirus y el dengue, algunos grupos han ocasionado daños materiales en varios municipios de la entidad, en el contexto de la pandemia.

Ahora, la noche del sábado, le tocó al municipio de San Andrés Larráinzar, como antes sucedió escandalosamente en Venustiano Carranza y en Las Rosas.

Algunas personas dicen que los hechos violentos ocurridos en estos municipios son “por ignorancia”, pero no es así. Lo que está detrás son intereses políticos de unos cuantos que manipulan a pequeños grupos para ocasionar los destrozos en contra de edificios públicos y propiedades de autoridades municipales o particulares.

En el caso de San Andrés, los hechos sucedieron durante la noche, luego de que algunos lugareños comenzaron a difundir el rumor de que policías municipales estaban fumigando, lo cual era falso, según diferentes fuentes.

De acuerdo con la información recabada, los policías estaban patrullando como de costumbre, pero algunas personas del barrio de Guadalupe dijeron que olía muy fuerte por donde estaban pasando y empezaron a decir que estaban fumigando.

Los agentes fueron a dar una vuelta y cuando regresaron, ya los estaba esperando un grupo de personas que no los dejó pasar y empezó a golpearlos.

Azuzados por unos cuantos líderes que ya están identificados, los sujetos prendieron fuego a dos patrullas y enseguida se dirigieron a la casa del presidente municipal, Teodulfo Pérez Hernández, y de la síndica, Elena López López, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Por fortuna, ambos fueron avisados con tiempo de los planes de los vándalos y lograron salir antes, sin que les ocasionaran daños personales. Sin embargo, sustrajeron algunos bienes y luego incendiaron ambas viviendas, además de dos vehículos particulares de su propiedad.

No conformes con eso, los pobladores se dirigieron al hospital básico comunitario y en un acto irracional, le prendieron fuego a una ambulancia y destruyeron parte del edificio y de la casa materna, además de destrozar muebles.

En ese hospital son atendidos miles de habitantes de la zona, por lo que no se entiende por qué tenían que destruir un bien público que le sirve a mucha gente, y más ahora en que tanto se necesitan esos espacios por la pandemia de Covid-19.

En total, fueron incendiadas dos casas, seis vehículos (dos patrullas, una ambulancia, una unidad oficial y dos particulares). La presidencia municipal se salvó porque un grupo de agentes rurales y pobladores la protegió.

Según algunas fuentes oficiales, detrás de los actos vandálicos están algunas personas identificadas con el Partido Verde Ecologista de México y otras que se dicen autónomas, quienes tienen intereses políticos, lo que explica que hayan dirigido sus baterías en contra del alcalde y de la síndica.

Generalmente en estos casos, son unos cuantos lidercillos los que manipulan a algunos grupos y los orillan a cometer actos vandálicos como en este caso. Habrá que ver cuántos caen a la cárcel cuando la policía ejecute las órdenes de aprehensión correspondientes, lo que tampoco será muy fácil.

De hecho, horas después de los hechos fueron detenidas siete personas, pero cuando el personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) se encontraba cerca de San Andrés para llevárselos, empezaron a surgir rumores de que había personas cerca de la entrada de la cabecera para impedirlo. Y cuando iban a ser trasladadas, un grupo de los llamados autónomos bloqueó el paso poniéndose en valla en el kiosco, donde permanecían los presuntos responsables, por lo que los acusados saltaron el barandal y huyeron.

Algunos agentes municipales iban a agarrarlos, pero para no caer en provocaciones desistieron pues los compañeros de los que se escaparon amenazaban con quemar la alcaldía.

Ese mismo día, un dirigente del PVEM tomó el micrófono y dijo que no estaban de acuerdo en el traslado de los detenidos. Justificó a los vándalos, al afirmar que la gente ya despertó y que por eso actuó de esa forma, al tiempo de responsabilizar al ayuntamiento de no informar acerca de la pandemia, cuando, según fuentes oficiales, se han realizado reuniones con los agentes rurales para que informen a los habitantes de sus comunidades acerca de que no crean en rumores, con la presencia de personal de la Secretaría de Salud; se han repartido folletos y carteles.

O sea que información suficiente sí ha habido, por lo que el argumento de que se oponen a las desinfecciones y fumigaciones son pretextos nada más para causar destrozos, con la finalidad de afectar a las autoridades y con fines políticos, ya que dentro de un año habrá elecciones y algunos políticos están buscando cómo posicionarse, aunque para ello sus seguidores tengan que cometer actos de vandalismo.

Las mismas autoridades municipales negaron que los policías estuvieran fumigando o desinfectando espacios públicos. Apenas un día antes, el viernes, habían informado a los agentes rurales que no había autorización para realizar acciones de este tipo; que no creyeran en rumores.

La Secretaría de Salud también informó que no se estaba fumigando ni desinfectando, pues desde que en algunos municipios hubo oposición, se suspendieron estas acciones para que no se tomaran como pretexto para hacer actos de vandalismo.

Ojalá que las autoridades correspondientes actúen y apliquen la ley y se castigue a los responsables, para que este tipo de desmanes no se repitan en otros municipios. En este caso, daños materiales son cuantiosos, aunque por fortuna no hubo lesionados. Fin.