El titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Esteban Moctezuma Barragán, informó ayer que el ciclo escolar 2020-2021 iniciará a distancia (televisión, radio, etcétera), el próximo 24 de este mes, debido a que no hay condiciones para que arranque de manera presencial, a causa de la pandemia de Covid-19. 

El anuncio sorprendió a uno que otro padre de familia y a alumnos, ya que el subsecretario de Salud y vocero de la estrategia contra la pandemia había dejado entrever la posibilidad de que las clases comenzaran en septiembre, aunque no había precisado si en las aulas o a distancia. 

Esto había provocado en alguna medida que el sector se mantuviera un tanto confiado por decirlo de algún modo, en que el regreso a clases sería en septiembre, por lo que con el tiempo encima, ahora algunas áreas educativas tendrán que comenzar a recabar datos diversos para saber en qué escuelas no tienen agua o carecen de señal para recibir la instrucción a través de medios de comunicación electrónicos, por ejemplo. 

Hasta ayer sólo se había dado a conocer la fecha de inicio de clases y los lineamientos generales, pero faltan los detalles que poco a poco se harán públicos para que maestros, padres de familia y alumnos los conozcan. 

Por ejemplo, durante el final del ciclo pasado que se realizó a distancia, algunas escuelas pedían a sus alumnos que portaran el uniforme respectivo, aunque no acudieran a los salones de clase. Ahora no se sabe todavía si lo anterior se aplicará, aunque la instrucción sea a distancia. 

La pandemia ha venido a modificar casi todo, no sólo en la parte educativa, pero por ahora la atención se centra en buena medida en ese tema que involucra a millones de personas, entre maestros, alumnos y padres de familia. 

La sociedad espera que después del ensayo que las autoridades educativas hicieron durante los últimos tres meses del ciclo pasado para finalizarlo, se hayan tomado en cuenta muchos factores para mejorar el sistema. 

Podría decirse que por tratarse de algo novedoso, las clases de los últimos meses del ciclo pasado fueron a medias y sin tanto rigor, pues su objetivo principal era que los alumnos no perdieran el año escolar, aunque desde luego, no aprendieran todo lo que marcaba el programa. 

Pero ahora, a partir del 24 de este mes, todos, maestros, alumnos y padres de familia, deben de tomar con total seriedad las actividades para que se cumpla a cabalidad, o lo más que se pueda, dadas las circunstancias, con el aprendizaje. 

Es muy difícil que en meses próximos se pueda regresar a las aulas, debido a que los contagios de Covid-19 se mantienen a la alza en la mayor parte del país, por lo que es necesario hacerse a la idea de que las clases serán a distancia por un buen tiempo, tal vez por lo que resta del año. 

Falta ver, por ejemplo, cómo van a resolver algunas escuelas públicas el tema de la selección de los estudiantes que cambiarán de nivel, de primaria a secundaria y de secundaria a bachillerato, pues algunos centros educativos han pospuesto el examen de admisión, otros han decidido hacer la prueba en línea y otras más autorizar el ingreso conforme al promedio por lo mismo de la pandemia. 

De todos modos, las autoridades educativas de cada estado decidirán en qué momento hay condiciones para el retorno a las escuelas de manera presencial, dependiendo del grado de riesgo para la salud, aunque ya se ha dicho que ello sólo sucederá cuando el semáforo epidemiológico esté en color verde. 

Por lo pronto, habrá que comenzar a darse prisa para la compra de los útiles y realizar otras tareas para que los estudiantes estén listos el 24 de agosto. El asunto de los uniformes está pendiente de conocerse cómo quedará. 

El caso es que ahora con este nuevo sistema, los papás, abuelos, hermanos, tíos, etcétera jugarán un papel muy importante, ya que tendrán que estar atentos a la hora de las clases, principalmente de los niños de preescolar y de primaria para evitar distracciones.

Otro de los problemas es que las desigualdades sociales existentes en el país, serán un obstáculo para que el derecho constitucional a la educación se haga realidad en todos los rincones del país.

Picotazos 

El gobierno federal ha dado un golpe importante al crimen organizado con la detención de José Antonio Y., El Marro, fundador y capo del cártel Santa Rosa de Lima y principal responsable del robo de combustible en el Bajío, ocurrida el domingo pasado en Guanajuato. No es casualidad que la captura se haya dado una semana después de la visita que el presidente Andrés Manuel López Obrador realizó a ese estado, a Jalisco y Colima, gobernados por la oposición y en los cuales se ha incrementado la inseguridad a causa del accionar de las bandas criminales. Cuando menos en el tema de seguridad, el mandatario hizo las paces con los gobernadores de esas entidades. A sabiendas que el mérito principal no es de él, los gobernadores y el Partido Acción Nacional (PAN) en general, se aprestaron a felicitar a su homólogo de Guanajuato, Sinhue Rodríguez Vallejo, por la captura. Es impensable que las fuerzas estatales hubieran sido las principales en realizar la acción. Es indudable que fue el Ejército Mexicano y su cuerpo de inteligencia los que dieron con el paradero del presunto capo y los detuvieron, con la ayuda, eso sí, de fuerzas estatales... Vaya desde este espacio un abrazo fraterno para los familiares del colega Ovidio Reyes Ruiz, quien fuera director del periódico Dictamen Coleto, que falleció ayer a causa de Covid-19, después de permanecer internado varios días en la clínica de La Albarrada, situada en el sur de San Cristóbal. Además de periodista ejerció la docencia. Fue fundador del Club de Periodistas de San Cristóbal. Descanse en paz.