Las retenciones

Después de 12 días de retención, de tensiones políticas y angustias de sus familiares, los ocho policías estatales retenidos en la comunidad de Frontera Corozal, municipio de Ocosingo, fueron liberados finalmente la madrugada del martes. 

El caso se había vuelto ya un problema serio, pues llevaban ya muchos días en la incertidumbre de no saber cuándo liberarían a los pobladores de esa localidad situada en la selva Lacandona. 

El tema de la retención de servidores públicos es muy recurrente en Chiapas, no de ahora sino de muchos años atrás, y en algunos casos se ha vuelto negocio para los pobladores de algunas comunidades que por todo cobran multas de cantidades altísimas y en ocasiones no queda más que pagarlas. 

Mientras se estaba negociando la liberación de los ocho agentes estatales retenidos -“resguardados”, insisten las autoridades de Frontera Corozal-, pobladores de la comunidad de Mesbiljá, municipio de Oxchuc, hicieron lo propio con seis elementos de la Guardia Nacional, entre ellos una mujer. 

La retención del grupo ocurrió el viernes 20 por la mañana entre las comunidades de Tzajalá y Corralito, en los límites entre Oxchuc y Ocosingo, y luego fueron trasladados a Mesbiljá, donde permanecieron alrededor de 24 horas, mientras se realizaban las negociaciones para su liberación. 

El argumento que dieron cuando retuvieron a los uniformados fue que era para presionar al presidente del concejo municipal, Luis Sántiz Gómez, para que les entregara 15 millones de pesos del presupuesto público, que aseguran les corresponden. 

No se informó públicamente sobre los acuerdos que se tomaron para su liberación, pero en redes sociales se difundió un video en el que se observa cómo habitantes de la localidad cuentan fajos de billetes de 500 pesos. 

Tal vez por eso en este caso se logró la liberación de los uniformados en poco tiempo, pero en Frontera Corozal había otros elementos mucho más de fondo difíciles de tratar que complicaban las negociaciones. 

Por otro lado, el protagonismo de los liderazgos en la misma comunidad y desde luego el factor de las organizaciones del crimen organizado que operan en esa zona de la selva Lacandona, fronteriza con Guatemala, por donde pasan indocumentados y todo tipo de mercancías con el que negocian no pocas personas. 

Además, estaba la coyuntura de la realización de la reunión de presidentes de Centro y Sur  América, además del Caribe, invitados por México para tratar el tema migratorio en Palenque. 

Las autoridades y los pobladores de Frontera Corozal aprovecharon esa coyuntura y buscaron la forma de mantener en su poder a los ocho agentes para llamar la atención con el fin de que sea escuchada su petición de que sean enviados suficientes elementos de las fuerzas de seguridad a la región para combatir a las agrupaciones que los tienen asoleados. 

Tal como sucedió, era lógico que una vez finalizado el encuentro entre los presidentes, se iba a agilizar la liberación de los uniformados, de su armamento y las unidades retenidas.  

De esta forma el lunes tomaron el acuerdo de dejarlos ir, con la salvedad de que a tres de ellos los entregaron a un agente del Ministerio Público debido a que lugareños los señalaron de participar en acciones ilícitas, lo cual tendrá que ser investigado por las instancias competentes. 

Más allá del sufrimiento de los directamente involucrados y de sus familiares, hay que destacar que no hubo derramamiento de sangre y que los ocho policías regresan en general en buenas condiciones de salud. Una vida no se repone. 

Es de suponerse que después de todo lo que pasó en estos 12 días, incluyendo aquel acuerdo firmado por los comisionados de Frontera Corozal de que serían liberados, los ánimos políticos y sociales en aquella zona de la selva han de estar algo encendidos. 

Ojalá que lo acontecido esos días no impacte negativamente y que por el contrario, las cosas se calmen y que todos los pobladores de esa zona puedan vivir en paz y en tranquilidad. 

Picotazos. Una vez que el Congreso de la Unión desapareció 13 fideicomisos del Poder Judicial de la Federación es posible que quienes se sientan agraviados interpongan un recurso de inconformidad, pero de inmediato surge una pregunta: ¿puede ser juez y parte la Suprema Corte de Justicia de la Nación para revolver una controversia sobre la decisión del Poder Legislativo de eliminarlos que le afecta directamente? ¿No habría en ese caso un conflicto de intereses? Además, sería casi como el equivalente del nepotismo en una familia. Habrá que esperar para saber cómo se desenreda esta maraña, pero se vería muy mal si resolviera en favor. Por cierto, la oposición mexicana está tan falta de argumentos para ganar votos que se agarra de donde puede, como en este caso que ha salido a defender los privilegios de un reducido grupo de altos funcionarios de la Suprema Corte, porque es lógico que a los trabajadores de hasta abajo nada o muy poco les toca de esos recursos que defienden con tanto fervor. No podía ser de otra manera, pues el Poder Judicial ha tratado de obstaculizar las reformas y avances de la cuarta transformación y es usada por la derecha para ponerle piedras al presidente Andrés Manuel López Obrador… Cuando todo parecía medio controlado, de repente varios revoltosos que no dejan las armas hicieron de las suyas la noche del martes en el mercado de la zona norte de San Cristóbal, lanzando ráfagas de disparos con armas de fuego de grueso calibre ocasionado terror, miedo y zozobra entre la población, sobre todo la que habita en esa área. Por fortuna no hubo lesionados, pero mientras causaron un gran escándalo que a través de las redes trascendió rápidamente las fronteras chiapanecas. Y todo por la disputa de espacios y la ambición de poder. Lo peor es que parece que el pleito es entre dos hermanos. A ese grado está la descomposición social en el mundo. Cuántos años hace que Caín y Abel pusieron el mal ejemplo y todavía seguimos igual o peor. ¡Qué horror!... A juzgar por las flores que el dirigente panista, Marko Cortés, le echó en la conferencia del martes en la capital, Paco Rojas se enfilaría como el posible candidato del Frente Amplio por México a la alcaldía de Tuxtla Gutiérrez. Después de tantos años seguramente ya extraña su “Paco bono”. Se dice que el abanderado a la gubernatura tendría que salir de la filas de PRI. Ya veremos. FIN