Es casi imposible que en este nuestro querido estado haya temporadas de semanas o meses sin que broten conflictos en algunos municipios por diferentes razones, aunque generalmente están relacionados con la disputa del poder político y de los recursos del presupuesto.

Apenas nos dejan descansar unos días y luego se reactivan —¿o alguien los reactiva por intereses personales?— como ocurrió la semana pasada en Pantelhó y la región autónoma zapatista de Moisés y Gandhi, situada en el municipio de Ocosingo.

En el primero de los casos da la impresión de que uno de los grupos antagónicos encabezado por los integrantes de la familia Herrera se ha reorganizado para tratar de recuperar el poder en el municipio y para vengar a Gilberto Pérez Gómez, conocido como comandante “Tigre”, asesinado a principios de junio del año pasado en la localidad de Polhó, Chenalhó.

Pareciera que este grupo, desplazado del poder político desde julio de 2021 después de controlar el municipio en todos los sentidos, opera sin mucha estrategia porque en menos de dos meses ha sufrido al menos siete bajas mortales en enfrentamientos o ataques de su enemigo, el llamado grupo de autodefensas El Machete.

Los hechos de violencia se reactivaron desde el 21 de diciembre, cuando fueron asesinados dos indígenas, entre ellos un hijo del comandante “Tigre” que pretendía vengar su muerte (otro hijo que quedó malherido porque sufrió un accidente al volcarse la unidad en que se desplazaba).

Ya se sabe que “el Tigre” fue comandante de El Machete, pero desertó y se alió con los Herrera para combatir a sus antiguos compañeros, pero no tuvo tiempo para actuar como pretendía, pues sus enemigos se le adelantaron y los emboscaron a principios de junio destrozándole la cara a balazos y matando a cinco de sus familiares.

El 21 de enero los miembros de ese grupo intentaron nuevamente la venganza, pero de igual forma salieron perdiendo porque sufrieron tres bajas mortales y siete heridos de bala.

El hecho de sangre más reciente sucedió el pasado 9 de este mes, cuando durante un enfrentamiento El Machete ocasionó dos bajas mortales más al grupo contrario, aunque trascendió que fueron más, pero que se llevaron los cuerpos a la Fracción Tzanembolom, uno de sus centros de operación, perteneciente a Chenalhó, pero colindante con San José Tercero, donde está la base de El Machete.

Es de suponerse que después de que en tres ocasionados en dos meses han sido derrotados, aparte de la emboscada de principios de junio en Polhó, los Herrera tratarán de armar un buen ataque en contra de El Machete o sus aliados, por lo que no se descartan más hechos de sangre en ese municipio.

Parece que este grupo tiene ahora su principal centro de operaciones en Fracción Tzanembolom, perteneciente a Chenalhó, pero ya en los límites con Pantelhó y otros puntos ubicados en la zona. También ha ocasionado bajas a El Machete, pero en acciones directas, como el asesinato de un policía en la cabecera municipal.

Todo parece indicar que las autoridades municipales de Chenalhó se han involucrado en el problema y apoyan a uno de los grupos, y quién sabe si no también funcionarios de otros niveles participan de algún modo, lo que impide que se llegue a un acuerdo más o menos aceptable.

O sea que lo anterior no augura una solución inmediata al conflicto en Pantelhó, sino que por el contrario, amenaza con extenderse (más) a Chenalhó, municipio que ha estado envuelto en diferentes conflictos desde hace muchos años.

En la región autónoma zapatista de Moisés y Gandhi también se reactivó la violencia el domingo pasado, luego de que integrantes de la Organización de Cafeticultores de Ocosingo (Orcao) atacaron a balazos esa localidad.

Hasta donde se sabe, los zapatistas se defendieron y gracias a que un tercer grupo de la zona intervino a su favor, las cosas no pasaron a mayores, aunque el tiroteo de una localidad a otra duró al menos cinco horas. Por fortuna no se reportaron muertos ni heridos.

Aunque el pretexto es la disputa de la tierra en esa zona, lo cierto es que lo que está buscando la Orcao es tratar de posicionarse de cara a las elecciones, pues como lo ha hecho antes está buscando espacios de poder para algunos de sus integrantes, toda vez que a su dirigente José Pérez, regidor en el Ayuntamiento de Ocosingo, pronto se le va a acabar el hueso.

Entonces su estrategia es atacar a las bases del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) de esa región para negociar con el gobierno algún puesto de poder. Es probable que mientras no les den nada van a continuar con su chantaje a costa de los zapatistas

Si es que no están respaldando a la Orcao, las autoridades federales y estatales deberían de poner orden y no permitir que por chantajes sigan desestabilizando la zona y atacando a los zapatistas sin justificación alguna.

En ambos casos, Pantelhó y la región zapatista de Moisés y Gandhi, las autoridades federales y estatales deben de estar muy atentas para tratar de prevenir hechos de sangre que aparecen en el horizonte tratando de empañar el panorama político electoral.

Picotazos. Ayer se cumplieron tres años de la partida del periodista sancristobalense, Hugo Isaac Robles Guillén, quien falleció a causa de covid-19. Mucha gente lo sigue recordando porque dejó honda huella con su trabajo en la comunicación no solo en San Cristóbal, sino en la región y el estado. Hugo, extraordinario ser humano, será recordado por muchos, muchos años. Muchas personas extrañan su particular voz en los noticieros matutino y vespertino de Suprema Radio, conocida popularmente como la WM, que cuenta con una amplia audiencia.