Carlos Morales

Cruzando el Rubicón

Mi amigo médico

Mi vecino es médico internista, pero también va al día del statu quo porque los buenos ciudadanos debemos, siempre, relacionarnos con el entorno donde vivimos. Está en la pirámide de Maslow que resume las necesidades humanas.

Una tarde veraniega coincidimos sacando basura al contenedor cerca de casa. El camión recolector suele pasar entre 10:00 y 11:00 de la noche con puntualidad inglesa. Nunca falla. Esos tipos son grandes personas. Admirables.

Como toda Tuxtla, mi barrio se mantiene limpiecito. Jamás ha habido ni siquiera un robo. Tampoco existen cantinas. Yo andaba en unos pants Champion y sandalias Ferrioni. Él, ropa vintage.

Después de colocar los desechos nos quedamos platicando un ratito. Sobre esa esquina hay un imponente árbol de laurel silvestre que ha crecido conmigo, desde mi pubertad. Nos coordinamos para podarlo. Una bifurcación vial saca al libramiento Sur Poniente.

Con una poderosa capacidad de comunicación, recuerdo que me dijo: “Oiga, Lic., si usted se lleva con él, dígale que no se vaya”.

Se refería a la eventualidad de que el alcalde Carlos Morales Vázquez, por sus logros en gobernanza, ocupara un escaño en el Senado para seguir ejerciendo la praxis política, ahora de mayor envergadura como en su momento lo hizo el ilustre paisano Belisario Domínguez. Carlos es un estudioso de las ciencias sociales.

Este miércoles 20, alrededor de las 7:30 de la mañana, yo estaba preparando café. Escucho a Ella Fitzgerald porque la buena música regula las hormonas, es salud, evoca recuerdos y experiencias.

Ando en pijamas. Antes he revisado noticias en mi tablet. El galeno tocó la puerta del departamento. Lleva puesta su bata blanca. Llegó sólo para decirme, entusiasmado:

“Lic., ya vi el video de don Carlos, ayer en la noche, cuando regresé del IMSS. Estoy contento porque se me hizo. Coméntele que mi familia votará por él, igual que las veces anteriores”.

Se subió a su vehículo Sentra, color vino y se fue. (Tiene una esposa médica, el hijo mayor estudia medicina y el otro casi termina la prepa).

El Rubicón

“Voy al reto más grande de mi vida”, así, con ese enunciado que sintetiza pasión, convicción y desafío —semejante a Julio César antes de cruzar el Rubicón—, Carlos Morales informó su decisión de participar en el proceso interno de Morena para la gubernatura de Chiapas.

Es mediodía del martes 19. Morales usó sus redes sociales. El audiovisual se viralizó en segundos recibiendo un apoyo asombroso, casi mágico, hasta de figuras destacadas de la política, entre éstas Manuela Obrador.

Morales dijo lo que mucha gente quería escuchar, incluyendo a mi vecino médico. Sus palabras llegaron a lo más hondo del alma porque aquí nadie desea una regresión.

Durante 18 años vivimos un distrés emocional que, por gobernantes corruptos y hampones, casi nos lleva a la locura.

Empresas fantasmas, desvíos millonarios, orgías al estilo romano. Varios hombres de negocios se suicidaron porque el gobierno, su principal comprador, no les pagó. Huelgas de enfermeras, normalistas, campesinos y maestros.

El desempleo golpeó con dureza, desabasto de medicinas en centros hospitalarios, cruciales en la vida de los enfermos. No había ni curitas, alcohol, aspirinas o paracetamol. Inseguridad pública al tope, un campo mudo y sombrío.

Ahí engrana el compromiso de Carlos Morales en el sentido de que debe darse continuidad a la Cuarta Transformación que lidera el gobernador Escandón, no retroceder en la lucha por el bienestar y la esperanza de todos los chiapanecos.

Ejes claves

“Primero la gente” no es una frase publicitaria, sino una mirada ética de los problemas que aquejan a la sociedad y cómo resolverlos. Proactivo, visionario y abierto al cambio, Carlos ha dirigido Tuxtla como nunca nadie lo hizo.

Referente del “obradorismo”, Carlos no busca cargos, defiende principios e ideales. Pero la gente lo quiere de gobernador y ahí es cuando las cosas toman otra connotación.

Con López Obrador caminan juntos desde 1997. ¿Qué le aprendió al gurú cuyo liderazgo se soporta en la fuerza moral del pueblo? Carlos responde:

“El presidente López Obrador me enseñó con su ejemplo que no se debe dejar de luchar jamás hasta que la realidad le dé bienestar a todos, como pasa con los derechos sociales que hoy vemos en la distribución de la riqueza.

“En 1997 recibí una llamada de él invitándome a la lucha, a construir un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.

“Hoy gracias a esa lucha, México tiene un gobierno democrático y humanista que es de gran apoyo para los que menos tienen, por eso sigue siendo un honor seguir con Obrador”.

Carlos Morales indicó que atendiendo el llamado de Claudia Sheinbaum hizo recorridos por el estado, en los tiempos libres de su encargo como presidente de Tuxtla Gutiérrez, para unir y afianzar el esfuerzo de su organización política rumbo al porvenir de Chiapas.

Sale, pues…