Pesadillas

Iceberg

“Tu infame engaño”

Tener una casa destaca entre las prioridades del mexicano porque ahí radica el centro de nuestra vida emocional. Los expertos dirían que es psicología adleriana: Perseguir claramente objetivos, no molinos de viento.

Yoana tiene 41 años. Hace un lustro tomó la decisión de cumplir ese sueño y dejarle un patrimonio a sus hijos; obvio, jamás imaginó que sobre ella caería una pesadilla.

En 2017, el Fondo de Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Fovissste) le entregó su casa. Estaba feliz; se hicieron unas botanitas y tomaron horchata luego de que un cura llegó a bendecirla.

Cuando sacó el crédito le dijeron que era de aproximadamente 890 mil pesos. Al día ha dado más de 330 mil, pero su deuda ahora asciende a casi un millón de pesos. Joana cayó en shock.

¿Por qué? Por el interés anual de 6 % y un ajuste automático que, durante el mismo período, se registra con la actualización del monto al salario a través de la Unidad de Medida y Actualización (UMA).

Según especialistas, los números rojos de Yoana no van a bajar en una década. Hay quienes tardan hasta 30 años pagando un financiamiento que quizá adquirieron con aprietos sin observar las trampas jurídicas.

Muchos no leemos esas mefistofélicas “letras chiquitas” que siempre benefician a mafias y nos golpean el bolsillo. En ellas hay oculto algo aterrador que después traerá insomnio y daños en la salud mental.

Protestas

Miles de empleados de gobierno, en especial de los sectores salud y educativo, se enfrentan a adeudos monstruosos tras larguísimo tiempo de costear hipotecas al Fovissste.

Por 200 mil exigen cubrir 600 mil. Préstamos de 300 mil que pasaron a 5 millones de pesos. Uno puede acabar en un hospital psiquiátrico.

A eso súmele la operación de las financieras que, empantanadas en la ilegalidad, surgen como abogados del diablo para engatusar a un burócrata que vive al estilo Godínez. (Ojo: Godínez no es término ofensivo).

Cuando toman la decisión de entrar al Fovissste nadie les avisa a cuánto ascenderá su déficit. No saben en lo que se meten y pasan una eternidad soportando descuentos salariales. ¿A dónde se va todo ese dinero que ya pagaron?

En un grupo de Facebook, en donde son más de 12 mil afectados por Fovissste, se relatan historias de personas que no se han podido jubilar porque desconocen el estatus de su deuda.

El asunto ya pasó de lo mediático y, en días recientes, hubo furiosas protestas en la Cámara de Diputados al grito de ¡estamos hartos!

Nada ocurrió porque los congresistas viven absortos en una zona de confort, lejanos a los problemas cotidianos de nosotros, simples mortales. En el argot popular se dice “les vale madres”.

La única esperanza es acudir a una mañanera del presidente Obrador y hacerle saber el calvario en que terminó su ilusión porque, según las Naciones Unidades, “la vivienda es un derecho, no una mercancía”.

Suicidios

En febrero de 2019, López Obrador anunció un nuevo programa llamado Responsabilidad compartida, que consiste en condonar en promedio 55 % de la deuda; mensualidades fijas; saldo congelado y un apoyo -sin dar cifras individuales- para el pago de la deuda.

Doce meses después hubo reformas legales para que instituciones como Infonavit, Issste o Fovissste recuperaran su espíritu social. Sin embargo, se calcula que, al año, 80 mil viviendas son abandonadas por falta de pago.

Una grave crisis hipotecaria en el país ha desatado manifestaciones callejeras y, en el peor de los casos, suicidios de gentes que se han encontrado en un callejón sin salida.

“Ni prestes ni pidas prestado, pues el préstamo pierde al amigo y al dinero dado”, es una cita de Shakespeare sacada de su obra Hamlet.

México figura entre los diez países del orbe con mayor deuda familiar. El de Joana es solo una pequeña puntita de un iceberg escalofriante.

¿Cómo vamos?

Son las 6:30 de la mañana. Aquel muchachón maneja un colectivo que cubre la ruta 30. Tiene 41 años. Viernes 22 de julio, 2022.

Está en su parada de la colonia Las Granjas, al norte-poniente de Tuxtla. Ha tomado arroz con leche y comió tamales de cambray.

Escucha “Tu infame engaño”, rola de Los Temerarios. Llegan dos hombres en una motocicleta. El de atrás baja y le da al colectivero tres balazos y dos al checador de la ruta.

El conductor muere ahí mismo. La hipótesis es que se trató de un crimen pasional en esa colonia considerada “foco rojo” por la policía, al igual que Patria Nueva, San José Terán, Democrática, Chiapas Solidario, 6 de Junio y Plan de Ayala.

Un manual de la ONU revela que ningún lugar está exento de delitos, violencia y victimización. Reconoce que todos los países se esfuerzan por garantizar la seguridad de sus ciudadanos y mejorar su calidad de vida.

¿Cómo vamos aquí en materia de seguridad? Yo diría que genial, pero mañana le entregaré datos oficiales. Mientras, duerma tranquilo y no se meta en broncas.