Pierre Boulez

El martillo sin maestro

Obra maestra y reto académico para el virtuosismo de director y ejecutantes, “Le marteau san maitre” (El martillo sin maestro) es una de las cimas del repertorio de la música universal. Escrita por Pierre Boulez (1925-2016) en el año de 1954.

La partitura consta de nueve partes y tiene una duración de 35 minutos. Desde el primer segundo cautiva al oyente y exige atención extrema de los mutantes diseños rítmicos y continuos cambios de tiempo y compas, que hacen del Martillo sin maestro, un animal nervioso, guión musical esquivo, planeada con inteligencia matemática y difícil de dominar.

Escrita para cantante alto, flauta, xilófono, vibráfono, guitarra, violín y batería sin afinación y con registros medios, usada como elementos tímbricos y rítmicos de contraste. El discurso musical de Marteau san maitre, es un todo, una estructura unificada que fluye a galope por nueve episodios unidos: 1. Avant “lartisnat furieux 2:03, 2. Commentaire I de “Bourreaux de solitude” 4:22, 3 “Lartisanat furieux” 2:59, 4. Commentaire II de “Bourreaux de Solitude” 3:45, 5. “Bel edifice et les pressentimets” versión premiere 3:35. 6 “Bourreaux de solitude” 3.52, 7 après “Lartisanat furieux” 0:59, 8. Commentaire III de “Bourreaux de Solitude” 5:09, 9. “Bel edifice et les pressentiments” 7:48.

La genialidad de “El martillo sin maestro”, además de su condición abstracta y la funcionalidad contrapuntística, elaborada a base de elementos que buscan ser independientes, y que a su vez, funcionan y encajan unos con otros, con acertiva libertad y creando en un ambiente sonoro, es que inventa su propio universo ¿caos armónico? que seducen auditivamente, por la agilidad que se suceden las células minitemáticas, como átomos en movimiento instrumental.

Influenciado por la segunda escuela de Viena y Anton Weber, de donde se iniciaran sus inquietudes que lo llevaran al serialismo integral junto con Stockhausen, que lo llevaría a ser un referente de la segunda mitad del siglo XX.

A la par de su trabajo composicional, se creo la leyenda del Director de Orquesta y el teórico matemático, con habilidad para desarrollar un método lógico y ordenado del espacio sonoro.

Su actividad como director de orquesta le valió ser catalogado como “el hombre que cambio la música del siglo XX”, al ser un apasionado promotor de las vanguardias y en consecuencia, influyendo en las temporadas sinfónicas y su apertura a una nueva programación en las salas de concierto.